Espectáculos

El síntoma de una etapa oscura

En el marco de una rueda de prensa, el director Pablo Trapero, junto a los actores Guillermo Francella y Peter Lanzani, dio algunos detalles de “El Clan”, la película que retrata las atrocidades del clan Puccio. El film se verá en el Festival de Venecia. Se estrena el 13 de agosto.


“Moviliza y emociona la historia, lo que significa la familia Puccio; así como a mí me atrajo cuando era chico y lo leí en el diario, a la gente que no conoce el caso la va a sorprender mucho; y a la gente que sí lo conoce va a descubrir cosas que también la van a sorprender”, adelantó el realizador Pablo Trapero acerca de El Clan, su más reciente película basada en el conocido caso de la familia de San Isidro, en una rueda de prensa, en la que también estuvieron presentes Guillermo Francella y Peter Lanzani, con motivo de la presentación del film que tendrá su estreno oficial en todo el país el 13 de agosto.
El film es una coproducción con la compañía española El Deseo, de los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar, y fue recientemente seleccionado para competir por el León de Oro en la 72ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia (ver aparte).
Protagonizada por Guillermo Francella en el rol de Arquímedes Puccio, y Peter Lanzani como Alejandro, su hijo, El Clan recrea los delitos cometidos por la familia Puccio, que en la década del 80 conformó una banda delictiva dedicada al secuestro extorsivo y posterior asesinato de sus víctimas (ver aparte).
Con la manifiesta intención de mantenerse fiel a los hechos y luego de una vasta investigación previa, Trapero puso su lente para hacer foco en los secuestros cometidos por esta familia, en un relato que permite entrever las relaciones y complicidades políticas de la época.
“La película se terminó de editar el viernes pasado y por lo que vengo escuchando gusta un montón, fue sin terminar a Venecia y a otros lugares y estamos recibiendo muy buenos comentarios, siento que hay mucha expectativa”, expresó Trapero, en diálogo con El Ciudadano, al tiempo que aseguró que el interés que despertó en el público se debe a una serie de elementos que el film pudo reunir: “La presencia de Guillermo (Francella) haciendo de un villano, con un cambio de look y en otro registro, le da mucha curiosidad a la gente; el tema, la historia, el hecho de que sea mi primera película de época y basada en un caso real, el primer papel de Peter (Lanzani) en una película. Hay un montón de elementos que hacen que la gente tenga curiosidad”.
El realizador de Leonera (2008), Carancho (2009) y Elefante Blanco (2012) señaló que hace varios años surgió su interés por relatar esta historia que se diferencia sustancialmente de su predecesora, marcando un desafío en su narrativa: “Hace bastante venía pensando en hacer esta película. Venía de hacer una película muy contemporánea, en la calle, con una realidad cercana, donde hoy en día vas ahí y te encontrás con la gente y el barrio en el que filmamos. Acá era lo opuesto, es un caso real donde los nombres de los personajes son los nombres de las personas reales, la reconstrucción de la época fue un desafío enorme; estas dos cosas, para mí, eran un desafío nuevo, y siento que era un buen momento después de Elefante Blanco hacer una película tan cercana”.
Caracterizado por narrar historias de índole social, Trapero se adentra en una parte de la historia argentina que repercutió en la sociedad: “Arquímedes se enfrenta a un cambio de época, de paradigma, y eso también fue un desafío porque el malo es abstracto. Es una etapa de la Argentina muy dolorosa y, de alguna manera, este caso es síntoma de esa época. Evidencia lo que emerge de esa etapa oscura y de transición que fue la llegada de la democracia y cómo, durante algunos años, Arquímedes y mucha gente que estaba en la sombra pudo seguir sobreviviendo”, concluyó Trapero.
En un registro dramático que contrasta con el humorístico al que tiene acostumbrado al público, Francella interpreta con gran logro a un parsimonioso y bien caracterizado Arquímedes: “Cuando Trapero me llamó, me entusiasmé mucho, porque como actor me permitía tocar una cuerda de un contenido diferente y explorar en la interpretativa sin apelar a los recursos propios, tratar de no reconocerme, no sólo desde lo estético, sino desde lo actoral, para mí fue fantástico”, expresó el actor, al tiempo que agregó: “Es un personaje del que no teníamos tanto conocimiento de cómo era, no había imágenes ni videos suyos, pero lo fuimos armando con los elementos que teníamos y con tips que queríamos encontrar en su manera postural, corporal, de decir, de mirar, la mirada de Arquímedes tenía un peso particular, era muy intimidatorio, a tal punto que la familia era cómplice de todo lo que hacía”.
“Hace unos años vino una seguidilla donde me tocan contenidos distintos, pude trabajar con directores distintos entre sí, Trapero, Carnevale, Campanella, Katz, entre otros. Tenía la necesidad de tocar otras cosas; me gustaba que se me vea en otro registro como fue en mis comienzos, pasa que después me fue bien con la comedia y me llamaban para eso. Lo disfruté pero estas cosas me hacen muy bien”, concluyó Francella.

Basado en una historia real

Basado en una historia real, el film describe los siniestros hechos cometidos por los Puccio, una familia adinerada de San Isidro que en los comienzos de la década del 80 perpetró una serie de secuestros extorsivos que terminaron con la muerte de sus víctimas. Bajo la fachada de una tradicional familia, dueña de un local de artículos de deportes náuticos ubicado en la planta baja de su vivienda y de un bar que funcionaba en el edificio de al lado, Arquímedes (Guillermo Francella), el patriarca, lideraba y planificaba los operativos en colaboración con dos de sus hijos, Daniel y Alejandro (Peter Lanzani), estrella del club de rugby CASI y jugador del mítico seleccionado Los Pumas, al tiempo que el resto de los integrantes de la familia se desempeñaba como cómplices pasivos de estos aberrantes hechos. Las víctimas eran personas adineradas conocidas por la familia, mantenidas en cautiverio en el sótano de la propia vivienda, para luego ser asesinadas una vez recibido el pago del rescate. Tras el arribo de la democracia, Puccio vio obstruido su negocio y durante el secuestro de su cuarta víctima fue apresado junto con su familia, el 23 de agosto de 1985. Arquímedes y su hijo Alejandro fueron los únicos condenados por los delitos cometidos, a pesar de no haber reconocido nunca la autoría.

El festival de Venecia

A un par de semanas de su estreno oficial, El Clan ya cosechó elogios y reconocimientos, tal es así que competirá por el León de Oro en la 72ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, que se celebrará entre el 2 y el 12 de septiembre en esa ciudad italiana, según anunciaron ayer los organizadores en Roma. Trapero regresará así al certamen en el que, en 1999, presentó Mundo grúa, con el que ganó el premio de la Semana Internacional de la Crítica, mientras que, en 2004, volvió a participar con su film Familia rodante, además de haber integrado el jurado de la Competencia Oficial en 2012. De este modo, El Clan competirá en Venecia con los trabajos de grandes realizadores, y se medirá con Francofonia del ruso Alexander Sokurov, Blood of my Blood del italiano Marco Bellocchio, The Danish Girl del británico Tom Hooper, y la animación Anomalisa, del estadounidense Charlie Kaufman.

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