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combinado nacional de amputados

El rosarino Travagliante integra el seleccionado argentino: “El límite se lo pone uno”


Levantarse y seguir. Perseguir los sueños, disfrutar la pasión, y profesar el amor por deporte. Todo pasa por uno. Por las ganas de progresar, de superarse, y de vivir. No hay imposibles cuando el fútbol se cruza en el camino.

Ese es el mensaje que transmite el rosarino Hernán Travagliante, integrante del seleccionado argentino de fútbol de amputados, a quien ni el frío del invierno, ni el sofocante calor de verano, y mucho menos las responsabilidades extradeportivas lo frenan en la búsqueda de la felicidad.

Nada detiene el ímpetu y las ganas de Travagliante cuando ingresa a una cancha de fútbol para comenzar el entrenamiento del día. Por las vicisitudes de la vida, perdió una pierna en su infancia, pero su voluntad y deseo de superación fueron más fuertes.

“El fútbol es la pasión más hermosa que tiene el país, siempre lo digo. El límite se lo pone uno. Si te ponés como meta salir adelante lo vas a lograr. Este deporte no sólo es competitivo, sino que ayuda como terapia”, indicó Travagliante, quien además forma parte del equipo rosarino “Los Guerreros”.

Para el futbolista, la disciplina avanzó “muchísimo” en los últimos años y tuvo su pico de adherentes “luego del Mundial 2010 que se disputó en Argentina”. En consecuencia, se ilusionó con poder volver a traer una competencia internacional al país, y mucho mejor “si es en Rosario”. “Tenemos la idea de traer un torneo importante a la ciudad porque hace mucho que no lo traemos”, expresó.

Travagliante, junto a otros integrantes de la selección argentina de fútbol amputados, y representantes de la Asociación Civil Rosarina de Deportistas Amputados (Acroda), estuvieron entrenando en la ciudad el pasado fin de semana y fueron recibidos por la intendenta Mónica Fein y autoridades municipales, quienes le entregaron un reconocimiento por su destacada labor.

“Es algo muy lindo y muy motivador que nos reciba la intendenta. Es la primera vez que nos pasa algo así y está bueno que nos reconozcan el  laburo”, manifestó el jugador que desde el 2001 forma parte del combinado nacional.

El fútbol de amputados comenzó a desarrollarse en Argentina en 2001 en Paraná (Entre Ríos), de la mano de Hugo Hereñú, hoy presidente de la Federación Argentina de Futbolistas Amputados (Fafa).

Ese mismo año, en octubre, la selección participó por primera vez en un campeonato Mundial, en Notério, Brasil, y logró el quinto puesto. Y dos años después, en 2003, jugó en Maringá, Brasil, el Sudamericano, donde logró el primer puesto.

El equipo se armó de a poco, desde abajo, con constancia y  con ganas. “Es todo a pulmón, la mayoría trabaja y hay que pedir permiso en el trabajo en cada competencia”, concluyó Travagliante.