Ciudad

Espacio de memoria

El Pozo tiene quién lo restaure

La provincia licitó las obras para recuperar el mayor centro clandestino de detención de la última dictadura. El proyecto pone el acento en preservar las huellas del horror que subsisten en Dorrego y San Lorenzo.


El gobierno de la provincia licitó ayer las obras de recuperación de las instalaciones que ocupó hasta el traslado de la Jefatura de la Unidad Regional II a su actual emplazamiento en la avenida Ovidio Lagos el Servicio de Informaciones de la Policía de Rosario, ubicado en la esquina de San Lorenzo y Dorrego.

Allí, entre 1976 y 1979 funcionó el principal centro clandestino de detención (CCD) de la última dictadura cívico militar en la provincia de Santa Fe.

El acto se llevó a cabo en el Salón de Usos Múltiples (ex Alcaidía de Mujeres) de la sede de Gobierno en Rosario (Santa Fe 1950) y contó con la presencia de los ministros de Gobierno y Reforma del Estado, Rubén Galassi; de Justicia y Derechos Humanos, Juan Lewis; de Obras Públicas, Julio Schneider, y de Innovación y Cultura, María de los Ángeles González, entre otras autoridades provinciales.

Asimismo, asistieron representantes de la agrupación Hijos, del Museo de la Memoria, del Colectivo de Ex Presos Políticos y Sobrevivientes y de la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, entre otros organismos.

Para llevar a cabo los trabajos hubo una única oferta, presentada por la firma Ingeniero Rubio Construcciones, que cotizó 1.890.000 pesos.

El presupuesto oficial había sido establecido en 1.328.302,99 pesos, calculado a valores de junio pasado.

Significación

“Este acto tiene una gran importancia porque da cuenta de un compromiso histórico. Hay una enorme entrega a este proyecto, que sabemos que nos trasciende y que nos antecede”, señaló la ministra de Innovación y Cultura, quien enmarcó las obras en un plan de “renovación completa de la llamada Plaza Cívica”.

González agregó que los trabajos “apuntan a una reestructuración sobria” del lugar y que “no se va a borrar ningún signo. No se trata de sólo de arreglar un espacio sino de darle una dinámica final”.

Esta iniciativa, encarada por los ministerios de Gobierno y Reforma del Estado, Justicia y Derechos Humanos e Innovación y Cultura se inscribe en el marco de una política pública de memoria que reconoce la necesidad de preservar el espacio del ex Servicio de Informaciones de las alteraciones y el deterioro sufridos en las últimas décadas y de propiciar su apertura al conjunto de la sociedad de modo de garantizar activamente su función testimonial.

Los equipos de gobierno llevan adelante esta iniciativa en consulta con integrantes de organismos de derechos humanos y sobrevivientes, vinculados a la historia del sitio como a sus distintas implicancias.

Un proyecto integral

Los ministerios mencionados comenzaron a delinear las bases de esta propuesta luego de la finalización del comodato del espacio de memoria que tuvieron los organismos de derechos humanos entre 2002 y 2012.

Al término de ese período, la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe tomó a su cargo la gestión del lugar.

El proyecto, en su conjunto, contempla la recuperación integral de los servicios culturales que funcionan en la sede de Gobierno e incluye la renovación del ingreso al Museo Provincial de Ciencias Naturales Dr. Ángel Gallardo y de los servicios que allí se brindan al público.

Restaurar sin borrar

Las obras a ejecutar consisten básicamente en algunas intervenciones puntuales como la demolición de losas agregadas posteriormente al funcionamiento del CCD, reconstrucción de revoques en estado de desprendimiento inminente que hacen peligrar la estructura y reparación de aberturas y celosías originales y otras de valor simbólico.

Además, se ejecutarán las impermeabilizaciones y aislaciones necesarias, se realizarán refuerzos estructurales, se colocarán barandas y protecciones y se repararán pisos existentes, tanto de pinotea como calcáreos en balcones.

El proyecto prevé, desde su concepción, la aplicación de un procedimiento constructivo particular, en el que se extremarán cuidados para resguardar una materialidad portadora de  historia. Se trata de conservar y preservar intactos la mayoría de los espacios interiores, que tienen valor arqueológico-testimonial y constituyen documentos de memoria.

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