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Negativo

El PBI volvió a caer en mayo

La actividad económica está al borde de cumplir el segundo trimestre consecutivo con bajas interanuales. De continuar la tendencia en las mediciones de junio, el país entrará en recesión. La industria tuvo el retroceso más fuerte: 4,9 por ciento.


El producto bruto interno (PBI) cayó en mayo 0,2 por ciento respecto al mismo período del año pasado y puso a la economía al borde de la recesión, según datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

El retroceso en mayo se suma al que se había producido en abril (-0,7 por ciento), con lo cual la tendencia marca que el segundo trimestre del año tendría un resultado negativo respecto a igual lapso de 2013.

En ese caso se hilvanarían dos trimestres consecutivos con bajas interanuales de la actividad –en el primer trimestre se redujo 0,8 por ciento– y de esta forma la economía habría caído a un estado de recesión.

De acuerdo al consenso de la comunidad internacional, una economía entra en recesión luego de dos trimestres consecutivos con caídas interanuales en el PBI.

Los factores que explican esta situación son la retracción en el sector industrial, principalmente por la situación de la industria automotriz, el constante retroceso de la construcción, y una desaceleración en los niveles del consumo.

La evolución favorable del sector agropecuario y agroindustrial suavizó la pendiente originada por los otros segmentos de la economía.

De acuerdo a datos del Indec, la industria retrocedió en mayo 4,9 por ciento, arrastrada por una debacle de 35 por ciento en la fabricación de automóviles. Para la UIA, la retracción había sido del orden del 5,3 por ciento.

Por su parte, la construcción siguió su descenso y en mayo disminuyó 4,4 por ciento.

En tanto, los niveles de consumo de servicios públicos en general moderaron su crecimiento a un ritmo de 3 por ciento mensual, cuando hasta fin de 2013 las mejoras superaban el 8 por ciento.

Siempre de acuerdo a los datos oficiales, el único dato de consumo en alza fue el derivado de la venta en supermercados.

La presidenta Cristina Fernández se refirió ayer a la situación económica y admitió “dificultades” producto de la “caída” en la producción en algunos sectores como los de “motos, autos o lavarropas”, pero las atribuyó a las “expectativas malas” y la “mala onda” generada por “rumores, pronósticos y profecías”.

La UIA pide pacto social

El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, alertó ayer que la situación económica del país está “mal” y reclamó un pacto social, porque “sino toda la responsabilidad va a ser de un jovencito o una señora”, en referencia al ministro de Economía, Axel Kicillof, y la propia presidenta Cristina Fernández.

“No solamente las inversiones están paradas, el mercado se asusta y consume menos. Al consumir menos se cae todo”, aseveró Méndez, quien advirtió que varias empresas están “al límite de las suspensiones” de personal.

El dirigente empresarial remarcó que “la angustia es muy grande” y expresó que la cuestión del litigio con los fondos buitre es “un tema mortificante para el empresario”.

Al ser consultado sobre la necesidad de un pacto social, Méndez respondió: “Sin duda, si yo fuera gobierno hubiese tratado de buscar los compromisos para que los actores sociales me ayuden a buscar una solución”.

En tal sentido añadió: “Si no mañana toda la responsabilidad va a ser de un jovencito que tiene que estar ahí luchando solo o de una señora que está luchando sola con todo el peso de la responsabilidad. Yo creo que se equivocan al no abrir el juego, pero yo no manejo la política”.

Cuando le preguntaron a Méndez cómo está la economía, el titular de la UIA en forma tajante contestó: “Mal”. “Tuve una reunión con sectores de la industria plástica. Hicimos un paneo y todos están con caídas importantes, en algunos casos entre un 30 y 40 por ciento”, agregó.

FMI: revisión a la baja

El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó ayer a 3,4 por ciento la previsión de crecimiento mundial para este año, tres décimas menos que en su informe publicado en abril pasado, y lo atribuyó, sobre todo, a los problemas coyunturales en Estados Unidos y China, y a la crisis de Ucrania.

En su actualización de las perspectivas de la economía mundial, el Fondo sostuvo que aunque la expansión global no marcha mal, detrás de esos datos se ocultan muchos peligros que podrían desencadenar una nueva crisis como una salida demasiado rápida de los programas de estímulo.

Sin embargo, el organismo financiero mantuvo para el año 2015 su pronóstico de crecimiento mundial de 4 por ciento, pese al creciente número de conflictos armados que impactan sobre distintos países.

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