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El momento de plantar bandera

Por Daniela Barreiro. La cantautora Carolina Bossa contó los pormenores de “Caminante”, su último disco de estudio, un material en el que bucea por nuevas sonoridades apelando a la honestidad tanto artística como personal. El CD volverá a sonar esta noche en la ciudad.


bossa-dentroDesde la sinceridad, con letras que salen desde las vísceras y plantan banderas ideológicas en un camino independiente que se populariza y obtiene el respeto del público, Carolina Bossa vuelve a presentarse en la ciudad, la misma que volvió a elegir como residencia después de largos años de vivir en Buenos Aires. Así, con un pie en la ciudad y el otro en Capital, en plena mudanza y con la felicidad que da volver y sembrar raíces también afectivas, la cantautora plasmó en 2013 parte de su trabajo en Caminante, un disco en el que se animó a bucear en nuevos géneros y que será repasado esta noche, a partir de las 23, en La Isla (Entre ríos 1338).

Bossa también es guitarrista y muestra una polenta envidiable pero no está sola: la acompañan los músicos Gea Álvarez (bajo), Ramiro Nazur (batería) y Socram Moyart (guitarras y coros) mientras ella “rasca y aúlla” como dice entre risas. Esta noche, la banda repasará Caminante, que fue presentado oficialmente en noviembre del año pasado, un disco que estará acompañado por canciones de Formas distintas y del Compilado 10 años, sus materiales anteriores. “Tengo la suerte de estar con ellos hace casi dos años; se da algo muy divertido y de mucha confianza”, dice sobre su banda y desliza un adelanto: “También va a haber invitados, entre los que va a estar Lili Bossa que es mi mamá; ella va a recitar”.

Lili también forma parte del disco: ella es la encargada de recitar un fragmento de Don Quijote de la Mancha en uno de los tracks. “Hace rato que quería encontrar una frase que me identificara”, confiesa Bossa a El Ciudadano y continúa con el relato: “Estaba leyendo ese libro por segunda vez, me gusta su personaje principal y su «locura cuerda», y encontré en esa frase una manera de plantar bandera, de decir «yo soy». Es importante no claudicar en lo que uno es y quiere decir; por más que mi forma de ser y mi forma de decir, de expresarme, no sea la convencional, decidí seguir en la mía y tratar de darme a entender. Además, su autor (Miguel de Cervantes Saavedra) es inmenso, me emociona”.

La marca está en ese modo de plantar bandera en la independencia, en decir lo que se quiere decir e intentar que eso llegue a la mayor cantidad de oídos pero sin hacer el camino inverso, sin “entregarse” a la complacencia del público. “Muchas veces las épocas, las costumbres, las ideologías reinantes, no son las acordes para que lo que uno hace sea, entre comillas, comercial. Hace mucho que hago esto, me decidí por esto, hacer todas canciones mías, tratar de que sean conocidas, trasmitir lo que yo pienso con mi forma de escribir tanto en la música como en las letras, planto bandera ahí sin ser condescendiente con el estado de cosas para que esto se escuche. Siento que la forma de hacer las cosas es de manera honesta, no haciendo un arte dirigido a complacer al otro, a la escucha, no es lo mío ni lo puede ser. Mi aspiración es lograr cada vez más sinceridad en lo que hago”, ahondó.

“Este disco costó bastante hacerlo: estuve casi un año para armarlo junto a Daniel Maza y Jota Morelli; tuve la suerte de contar con ellos todo un día de grabación en el que pudieron coincidir. Grabamos entre Rosario y Buenos Aires. Me mudé en julio de 2011 para Rosario nuevamente pero mi vida sigue partida porque tengo familia allá, muchos amigos. Lo empecé a grabar en octubre de ese mismo año, así que nació en plena mudanza”, dijo Bossa desandando el camino de este disco en el que contó con la colaboración de dos grandes artistas como son Maza y Morelli. “Me fui interesando en el trabajo de los dos –continuó–. De Morelli me llamó la atención lo que hizo junto a Al Jarreau; después repasé todos los trabajos que hizo. Pero primero me animé con Daniel Maza, porque tenemos un amigo en común, me animé a invitarlo por tres temas, le mandé las canciones por mail y se copó con grabar todo el disco. Después lo contacté a Jota y coincidían en un día, así que ahí, yo en medio de una nube, grabamos el disco, y creo que potenciaron las canciones. Ellos son una usina de ideas, lo que tocan y van grabando es casi inagotable”.

Cuando habla de Caminante, Bossa asegura que está hecho “desde la honestidad” y que se plasma “muy visceral”; lo que pasa es que como ella misma caracteriza se animó a “tirarse a la pileta”. “Me animé a explorar cuestiones musicales internas, aprendiendo sobre mí misma y sobre lo que quiero decir. Me adentré a ritmos y fusiones en las que nunca me había metido, con bases de candombe o algo más hard rock; metafóricamente me dejé levar”, repasó. Y en ese devenir nació el tercer disco de la cantante que en un principio se iba a llamar Dique: “Esa es la canción que más nos gusta, la elegimos con los músicos, los invitados, porque es la más metafórica, la más volada y parece lírica musicalmente hablando. Pero la palabra «dique» me sonaba a quietud, a algo muy contenido y yo lo que quería era salir; me gusta mucho el psicoanálisis desde el lenguaje, respecto de lo que uno dice o lo que no dice. Ponerle Caminante, que es algo que dice una de las canciones, no tiene nada oculto, es andar; y tampoco estoy diciendo nada nuevo; como decía Antonio Machado: «Caminante no hay camino, se hace camino al andar»”.

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