Inspectores de Litoral Gas cortaron el suministro en el edificio Kennedy, de Oroño y Mendoza, durante una revisión que realizaron anteayer. La propiedad cuenta con 171 departamentos y, según informaron los vecinos, hubo una llamada anónima al 911 por una supuesta pérdida. La cuadrilla de Litoral Gas no sólo cortó el servicio del edificio, sino también a los negocios de la planta baja. Desde Litoral Gas José María González vocero de la empresa, se negó a dar información y pidió que se vuelva a consultar hoy.
Uno de los vecinos afirmó a El Ciudadano que no avisaron por qué cortaron el gas. “Hay una psicosis por la tragedia de calle Salta, ahora cambiaron todas las reglas. Esto no es un edificio, es un pueblo, tiene que tener un intendente. La gente está como perro en cancha de bochas, nadie sabe nada”, advirtió Marcelo. Flavia es estudiante de Ciencias Económicas y se enteró del corte de gas cuando llegó a su casa, anteayer al mediodía. “Supuestamente la denuncia fue porque había pérdida de gas. Yo el fin de semana me voy a mudar porque dijeron que este problema se va a solucionar en seis meses. Así no se puede vivir. Estoy parando en la casa de mi novio; y mi hermana que estudia Medicina se tuvo que volver a nuestro pueblo porque tiene miedo”, detalló.
Edgardo es encargado del bar Buffet, que se encuentra al lado del edificio Kennedy. “Sé que hicieron una denuncia, no sé realmente qué fue lo que pasó. Ahora estamos trabajando con la parte eléctrica, haciendo café. No podemos cocinar, que es lo más importante. Tengo ganas de ir corriendo hasta el río Paraná, ponerme una bola pesada y hundirme, para que te des una idea de cómo me siento”, resaltó con bronca.
“Algunos dicen que vamos a tener que esperar seis meses para que puedan solucionarlo. Teníamos una cafetera a gas y la tuvimos que cambiar por una eléctrica. Sólo vendemos café y ofrecemos sandwichera fría”, apuntó Iván, encargado del bar Nino, que se encuentra en la planta baja del edificio.
Queja desde el Politécnico
El Centro de Estudiantes del Politécnico denunció deficiencias en las condiciones edilicias de esa institución educativa, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), al asegurar que desde hace tres años no terminan una obra de gas. “Tanto la dirección de nuestra escuela como el Rectorado de la UNR y el gobierno nacional son responsables de esta situación”, expresó Luciana Osuna, presidenta del Centro de Estudiantes.
La joven describió que “la obra de gas, que se consiguió luego de una gran lucha junto con el Superior de Comercio, hace tres años que no puede ser terminada” y que “fue rechazada con 41 observaciones”.
“Al rector Darío Maiorana le importa que los estudiantes estemos en las aulas para atacar el paro docente, pero poco le importa en qué condiciones estamos”, apuntó.
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