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Tras las rejas

El encuentro de mujeres no va a entrar al penal

En pocos días, Rosario se convertirá en la gran anfitriona del 31º Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) donde se espera la presencia de 70 mil participantes de todo el país y el dictado de 69 talleres temáticos para debatir, proponer y reivindicar cuestiones de género.


En pocos días, Rosario se convertirá en la gran anfitriona del 31º Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) donde se espera la presencia de 70 mil participantes de todo el país y el dictado de 69 talleres temáticos para debatir, proponer y reivindicar cuestiones de género. En ese marco, la ONG “Mujeres tras las rejas” lamentó que uno de esos talleres no pueda dictarse dentro de la Unidad Penitenciaria Nª 5 como se había previsto en uno de los plenarios realizados en el mes de marzo.

Si bien una de las integrantes de la comisión organizadora del ENM explicó a El Ciudadano que la suspensión del taller dentro del penal de mujeres se debió a dificultades operativas por estar sobrepasadas de trabajo y no a una cuestión política, para la ONG se trata de una decisión que discrimina y vuelve a invisibilizar a las mujeres privadas de libertad.

“Con profundo dolor, desde la ONG Mujeres tras las rejas denunciamos públicamente la discriminación de un puñado de mujeres cuyas voces jamás han sido escuchadas, que han sido sistemáticamente negadas y estigmatizadas y privadas de casi todos los derechos humanos con los que acordó el Estado argentino”, reza el comunicado de la entidad.

Graciela Rojas, presidenta de la ONG que desde hace diez años realiza actividades dentro del Instituto de Recuperación de Mujeres de Rosario dijo a El Ciudadano que habían visto en el encuentro de los próximos 8, 9 y 10 de octubre una oportunidad para que las mujeres presas “puedan ser escuchadas desde el encierro y dejen de ser parte del oscuro secreto detrás de los muros”.

Al respecto resaltó que la mayoría son jóvenes, están solas y son pobres, analfabetas, desafiliadas, maltratadas y olvidadas pero que pese al destrato social, el abandono familiar el silencio de los medios masivos de comunicación y el trato opresivo del Servicio Penitenciario “tienen voz propia”.

Con ese fin, Rojas dijo que desde su organización propusieron realizar el taller Mujeres, cárceles y sistema penitenciario intramuros para que las internas sean panelistas. La moción fue aceptada por unanimidad en el plenario del encuentro, agregó Rojas, que de inmediato comenzó a recorrer el camino legal para que las autoridades del Ministerio de Seguridad santafesino autoricen el ingreso de participantes a la prisión. Y lo consiguió.

“Sin embargo, y a pesar de estar todas las condiciones dadas para la concreción del taller dentro del penal, el Encuentro Nacional de Mujeres decidió rechazar la propuesta alegando que no estaban dadas las condiciones de seguridad”, dijo Rojas, y lamentó que bajo el lema “El encuentro somos todas”, muchas mujeres hayan quedado afuera.

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