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El día después de la gran noche

En la madrugada de ayer comenzaron a filtrarse datos de la intimidad de la fiesta. Los famosos, a través de sus redes sociales, transgredieron el hermetismo y retrataron el color. El aeropuerto volvió a retomar el ritmo de los últimos días.


Pasaron 24 horas de la Boda del Siglo entre Leo Messi y Antonela Roccuzzo pero a nadie parece importarle. El tsunami desatado en los días previos al casamiento no alcanzó a menguar su fuerza con el “sí, quiero” y la actividad de los protagonistas siguió siendo cuestión de Estado durante toda la jornada de ayer. Lo que ocurrió en el extremo sur de la ciudad fue tema recurrente de conversación en todos los ámbitos.

Desde la mañana, el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas retomó la imagen de los días previos con los aviones privados ingresando y egresando con los invitados que volvían a sus respectivos países de origen. El horario pico se produjo entre las 9 de la mañana y las 12 del mediodía.

Al cierre de esta edición Messi, su esposa y sus dos hijos, se aprestaban a dejar Rosario en un vuelo privado que arribará hoy a Barcelona. El crack continuará sus vacaciones en la ciudad mediterránea, mientras aguarda la definición de las negociaciones para firmar la renovación de su contrato en el club catalán.

Si en la previa las palabras lo habían dicho todo, en las crónicas los números salieron a jugar su partido. Doscientos cincuenta fueron los invitados, cuatrocientos los agentes de seguridad y más de ciento cincuenta los periodistas acreditados (aunque había muchos más contando los que no pudieron acceder a la alfombra roja). “3.500 millones de dólares vale la fiesta”, tituló un diario nacional en relación com el valor de los pases de los jugadores del Barcelona y otros equipos que participaron de la fiesta.

Tras la ceremonia civil en privado, Leo y Antonela saludaron en la alfombra roja para saciar el hambre de la prensa. El Ciudadano fue parte de ese grupo de medios acreditados para transmitir desde cerca el esperado beso del flamante matrimonio.

El detrás de escena de la prensa se vivió con intensidad. Si bien no difería en esencia de lo que ocurre en cualquier evento de este tipo, en el ambiente se podía oler y sentir que allí un hecho de verdadero peso histórico se estaba gestando. Todos lo entendieron así y la guardia se mantuvo inmóvil durante cinco horas.

En el corralito de prensa se oía el español, el chino, el inglés y el francés; las tonadas de todas las regiones de la Argentina se mezclaban configurando un mapa heterogéneo unido por un mismo objetivo. Se desplegaron trípodes y escaleras desde donde conseguir la mejor toma para plasmar ese beso eternamente esperado.

Los canales locales y nacionales de noticias transmitieron en vivo y en directo toda la previa y, en la “red carpet”, tenían la prioridad absoluta ante cualquier novedad. Un mero movimiento en el interior del hotel bastaba para poner en marcha los camiones satelitales que aguardaban en las inmediaciones del hotel. Así, con ese pulso, transcurrió la tarde del último día de junio.

Un minuto antes de las 21 llegó el momento. El mejor futbolista del mundo apareció junto a su novia de la infancia. Allí, parados frente a una multitud de periodistas emocionaron a todos con un beso apasionado y romántico que no necesitó traducción. El aplauso cerrado de los trabajadores de prensa de distintos rincones del mundo al flamante matrimonio selló la jornada de amor. Fue lo último, al menos oficialmente hablando.

La información extraoficial

A pesar del total hermetismo oficial y los acuerdos de confidencialidad firmados en la previa de la boda, fueron las redes sociales las que saltaron el cerco ofreciendo detalles de lo que sucedió con los novios y sus invitados puertas adentro del hotel, bien lejos de los paparazzi.

Una de las primeras perlas que se filtró fue una foto de la ceremonia que, en cuestión de segundos, se viralizó por el mundo.

Frente a la mirada del director del Registro Civil, Gonzalo Carrillo, y con los hermanos de ambos novios como testigos (Paula y Carla Roccuzzo; Matías, Diego y Sol Messi), el cantante pop Abel Pintos entonó el emotivo tema “Sin principio ni final” y más tarde, en el momento de las alianzas, a piano y voz cantó “Sueño dorado”.

Durante esta semana el músico estuvo en Rosario pero justificó su visita con una rueda de prensa como antesala del concierto que brindará en agosto en Metropolitano. Nadie sospechó. La presencia de Pintos fue una de las excentricidades de la noche, sorpresa que preparó Leo para su mujer.

Sin ser vistos por la guardia periodística, Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés fueron los últimos en llegar al City Center, a tiempo para la fiesta. Lo hicieron en un avión privado propiedad del empresario periodístico y se volvieron a ir cerca del mediodía de ayer en la misma aeronave del conductor, que quedó estacionada en uno de los hangares del aeropuerto.

El salón del City Center estuvo irreconocible con arañas de cristal y flores (alelíes, rosas y claveles blancos), mesas espejadas y sillas Tiffany. Allí se sirvió el menú estipulado donde los aplausos, como era de esperar, se los llevó la parrilla: carnes, chorizos, morcillas y chinchulines le pusieron el toque regional al asunto.

Por lo que fue trascendiendo con el paso de las horas, los invitados se llevaron como souvenir una caja de madera con una botella de vino, un destapador bañado en plata 900 y grabado con las iniciales de los novios, y un frasco de dulce de leche artesanal, entre otros productos con sello argentino.

Los famosos y las redes

“Te deseo lo mejor siempre hermano. Felicidades Leo Messi e Anto”, escribió el futbolista brasileño Neymar en una foto subida a su cuenta de Instagram.

“Que lindo la pasamos. Una noche inolvidable”, puso la modelo Evangelina Anderson, una de las celebrities que más fotos subió a la red social durante toda la fiesta. La modelo asistió al gran evento junto a su marido Martín Demichelis. Elena Galera, la mujer de Sergio Busquets, posteó: “Hermosa, que os sigáis amando tanto como hasta ahora. Felicidades. Gracias por querer compartir este día con nosotros!!! Te quiero mucho loquita”. Jordi Alba puso: “Boda Leo & Anto. Felicidades pareja. Os deseamos lo mejor. Gracias por todo!”. Y el diseñador Claudio Cosano, que vistió a la madre y hermana del crack rosarino, subió una foto y destacó la hospitalidad del 10 del Barsa: “Gracias Leo Messi por la buena energía y alegría mientras se preparan para la Gran Boda… un honor estar con la familia Messi”.

Shakira en offside

La cantante colombiana Shakira, una de las invitadas más esperadas, despertó las mayores críticas de los periodistas de moda. La cantante cometió un pecado mortal: se enfundó en un vestido negro de la firma Yolan Cris que ya había usado en una sesión fotográfica para la edición italiana de la revista Vanity Fair.

Un tatuaje “para siempre”

Horas después de la boda del año, Leo y Antonela se sacaron una foto en la que se puede ver las manos entrelazadas con las alianzas puestas y la fecha de casamiento en números romanos tatuada en los dedos anulares: “XXX-VI-XVII” en referencia a 30/6/17. Lo reveló la novia mediante una foto en la red social Instagram con la leyenda “para siempre”.

El saludo del histórico 10

Mucha agua bajo el puente fluyó sobre la no invitación de Maradona a la boda. Ayer, el 10 histórico les deseó felicidades a Leo Messi y a su mujer: “Mis felicitaciones. Que tenga muchos hijos sanos. Él sabe que lo quiero mucho. La invitación a la boda se perdió por alguna parte, pero eso no cambia mi opinión sobre él. Es una excelente persona y un gran deportista”.

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