El Concejo Municipal se apresta a aprobar hoy la caducidad de la habilitación del boliche La Tienda, ubicado en Tucumán 1149, donde se vio por última vez con vida a Gerardo Escobar antes de ser encontrado muerto en las aguas del río Paraná. Esta iniciativa se produce a partir de un pedido realizado por los concejales María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, del bloque radical, y Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, quienes solicitaron la clausura definitiva del cuestionado local nocturno.
Los fundamentos de la propuesta de caducidad definitiva de la habilitación se basan en reiteradas denuncias sobre irregularidades y hechos violentos producidos en el bar y sus alrededores, incluso antes de que quedara en el ojo de la tormenta por ser el último lugar donde se lo vio con vida a Escobar.
“Hemos elevado denuncias al respecto y consideramos que la acumulación de situaciones irregulares requiere promover la caducidad definitiva de la habilitación. El lugar estaba habilitado como si fuera un bar de expendio de comidas y bebidas, pero funcionaba como boliche”, expresó Schmuck en diálogo con El Ciudadano.
La concejala radical subrayó que La Tienda se utitilizaba como “after hour”, una figura que no existe en la normativa vigente, y advirtió que en distintas oportunidades el lugar fue denunciado por varios bloques de concejales.
“Los vecinos denunciaron que el personal del bar protagonizaba de manera constante incidentes violentos o los promovían. Eso sumado a las faltas graves de permitir la entrada de menores y tergiversar el rubro, la clausura tiene que ser definitiva. Están dados todos los elementos para que se apruebe. Es la manera de evitar que algunos personajes violen la normativa y no queden impunes”, especificó.
Sobre tablas
Por su parte, Chale, explicó a El Ciudadano que le solicitaron al secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seguezzo, las actuaciones que hizo el Ejecutivo sobre el bar La Tienda. Espera con esa información tener un gran respaldo para tratar la inhabilitación definitiva de La Tienda sobre tablas, durante la sesión de hoy.
“El bar viene cometiendo infraciones desde hace años por clausuras, tergiversación del rubro, música por fuera del horario permitido y ruidos molestos, entre otras cuestiones.
En este caso particular, hay elementos suficientes para votar la caducidad de La Tienda. Además planteamos que todos los bares que funcionan por la noche tengan que pasar por el permiso de la Secretaría de Control”, detalló el edil.
Chale explicó que La Tienda estaba habilitado como bar y por eso “funcionaba” las 24 horas. Destacó que ya hubo otros casos similares a este, como el boliche Yamper, de 27 de Febrero y Avellenada.
“El caso de Gerardo Escobar fue la gota que rebalsó el vaso. Muchos testigos plantearon que había persecución policial en La Tienda. Sin acompañamiento por parte del Estado, no hubiera funcionado. Hay muchos que se hacen los distraídos”, advirtió, por su parte, la concejala Gigliani.
La edila del bloque Iniciativa Popular especificó que hace tiempo vienen cuestionando pedidos de inspecciones en el lugar. “La Tienda estaba habilitada como bar americano y funcionaba como after, rubro que no existe en la ciudad. Además estaba funcionando en una zona residencial y los vecinos hace años que se vienen quejando de ruidos molestos y peleas constantes”, concluyó.
La idea de los concejales es que la caducidad de la habilitación del bar se mantenga hasta tanto se apruebe una nueva ordenanza relacionada con la regulación nocturna que propondrá, entre otras cosas, que se deba firmar una declaración jurada para que los titulares de estos comercios informen de dónde provienen los fondos para montar el comercio y cuáles son los motivos por los cuales se abren determinados lugares.
Ediles de la oposición piden que Seghezzo y Asegurado vayan al Palacio Vassallo
Los concejales del Frente para la Victoria-PJ, Norma López y Roberto Sukerman, convocaron al secretario de la Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, y al secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, al Concejo para que brinden información sobre las tareas de control urbano, seguridad y habilitaciones de los locales nocturnos.
“Más de allá del caso Escobar, observamos una ineficaz política de control, tanto de los titulares de los establecimientos como de los Estados municipal y provincial, que deben velar por las correctas habilitaciones y el posterior contralor de la actividad. La normativa vigente establece que los titulares de las habilitaciones tendrán a su cargo la seguridad interna del local, así como la tranquilidad del entorno externo, para lo que deberán contratar seguridad interna privada debidamente identificada, policía adicional, agentes de tránsito y de control urbano, en proporción a la capacidad máxima de asistentes autorizada”, aseguraron los ediles del FpV.
En ese sentido, Sukerman recalcó que “la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana tiene a su cargo las áreas de control, tránsito, monitoreo del transporte y el sistema de videovigilancia, instancias que intervienen indefectiblemente en la nocturnidad de la ciudad: la Secretaría de Gobierno tiene a su cargo las habilitaciones de locales que brindan espectáculos públicos, teniendo a su cargo el control de las tergiversaciones de rubros y el cumplimiento de las normas vigentes. Queremos saber exactamente qué es lo que se está haciendo y que tanto Seghezzo como Asegurado expliquen cómo está actuando el municipio”.
Asimismo, López recalcó: “Queremos información sobre el funcionamiento de las tareas de control urbano, de seguridad y de habilitaciones comerciales. Por qué funcionan los after como tales si no están habilitados, por qué no se controla pertinentemente no sólo su funcionamiento sino también a quienes se contrata como seguridad privada y como policía adicional”.
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