La decisión de cobrar entrada en la 30ª edición del Encuentro de Colectividades dejó ayer de ser una “posibilidad” para ser la nueva condición para ingresar al evento. La intendenta Mónica Fein lo confirmó, aunque prefirió hablar de “pase simbólico” y no de ticket o boleto. Los concejales de distintas bancadas salieron enseguida al cruce y criticaron la medida, además de considerarla “ilegal” ya que, coincidieron, cualquier forma de privatizar el espacio público debe ser aprobada por el Concejo Municipal. El edil del PRO Roy López Molina afirmó que presentará hoy, y en conjunto con otros ediles, entre ellos Jorge Boasso y Osvaldo Miatello, un proyecto para garantizar la gratuidad de la fiesta, que comenzará el viernes 7 de noviembre y finalizará el domingo 16.
“Tienen la loca manía de tarifar todo. Parece que lo gratuito da miedo. Acá debemos favorecer el espacio público gratuito y no que haya gente que piense que no puede ir porque no puede pagar”, ironizó el concejal López Molina, quien dijo haberse sorprendido por la noticia. “Cobrar una tarifa, por más baja que sea, cambia la naturaleza del evento. Hay que respetar el espíritu de las puertas abiertas de Colectividades. La entrada con precio restringe o da indicios de restricción”.
Roberto Sukerman y Norma López, del Frente para la Victoria, se sumaron al rechazo.
“Se trata de un manotazo de ahogado para obtener fondos que financien la Fiesta de las Colectividades, lo cual demuestra que la Municipalidad está quebrada. Estamos hablando de una fiesta masiva en la que cada año confluyen miles de rosarinos, de ninguna manera se pueden privatizar este tipo de manifestaciones populares”, señalaron.
Y el concejal Héctor Cavallero, del Partido Progreso Social, no se quedó atrás: “Siempre defendí el espacio público y el ingreso libre de restricciones que puedan significar discriminación económica y social”.
López Molina anunció que presentará un proyecto para que el Concejo ratifique la naturaleza gratuita de las Colectividades. La iniciativa será impulsada en conjunto con otras bancadas, entre ellos las de Jorge Boasso (UCR) y Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario).
El reclamo de los ediles fue más allá de las razones de tinte político. Incluyó además un respaldo formal y jurídico. Todos coincidieron en lo mismo: la medida es ilegal. Los concejales manifestaron que sólo el Palacio Vasallo puede autorizar la privatización de un espacio público, lo que se genera cobrando una entrada por más módica que sea.
La noticia del cobro de entrada de 10 pesos se conoció ayer, cuando fue publicada por El Ciudadano. En un principio fue una idea que se estaba “evaluando”, pero con el paso de las horas los protagonistas terminaron reconociendo que ya era una decisión tomada.
Así, la propuesta de la Asociación de Colectividades Extranjeras de Rosario y la Municipalidad es cobrar una entrada de 10 pesos que servirá para entrar los diez días de Colectividades. Con esto, se pretende invertir en la recuperación del parque una vez finalizado el evento.
“Nos permitirá invertir para recuperar el parque cuando termine el evento. Hubo mucha inversión y hay que mantenerlo en buenas condiciones. Además, es el 30º aniversario y habrá shows de jerarquía, áreas de control, inversiones para que cada carpa tenga todos los servicios. Por el parque pasa más de un millón de personas y hay que cuidarlo”, señaló ayer la intendenta Mónica Fein. Y explicó que más que de una entrada se trata de un “pase simbólico” que no incluye a menores ni a jubilados y que servirá para todos los días. Incluso es muy posible que en uno de los días de la fiesta no se cobre entrada y se liberen los accesos.
Ante estas razones volcadas por Fein, el concejal López Molina manifestó que la postura del Ejecutivo sólo demuestra la poca planificación sobre la Feria que comienza en unas semanas. Y Sukerman y López remarcaron: “La Intendencia alude a la recuperación del espacio público para justificar este arancelamiento. El socialismo está poniendo en evidencia la concepción privatista del espacio público, dejando afuera del espectáculo a muchísimos vecinos. Está claro que se trata de una maniobra cuasi azarosa, cuyos fines son meramente recaudatorios”.
Esta decisión de cobrar entrada se suma a otra de gran trascendencia para la Fiesta: en 2009 se determinó la colocación de un cerco perimetral de unos dos metros de altura y con seis accesos custodiados, con el objetivo de buscar mejorar los aspectos relacionados con la seguridad.
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