Espectáculos

El Circo Cas Qú se queda en Rosario

Acerca de emociones clásicas con un espíritu joven y renovado. El Circo Cas Qú se queda en la ciudad tras su paso por el FIT, para ofrecer siete funciones de "Viva la variedad", en la carpa ubicada en Buenos Aires y el río.


Con una estética ligada al llamado nuevo circo, donde priman la destreza física, la frescura y la complicidad con el público por encima de otras cuestiones más vinculadas con la tradición circense, la compañía itinerante Circo Cas Qú, que formó parte de la programación del Festival Internacional de Teatro de Rosario (FIT) al que aportó su carpa, eligió quedarse por unos días en Rosario para ofrecer en ese mismo espacio ubicado en el predio de Buenos Aires y el río, desde mañana y hasta el domingo, siete funciones de su espectáculo Viva la variedad (jueves a las 20, viernes a las 21, sábado a las 17, 19 y 21, y domingo a las 17 y 19) , del que participan Sabrina Melo, Dolores Ruiz, Roque Niklison, Bruno Galiardini y Carlos Malone.
“Es un espectáculo que transmite las emociones clásicas del circo con un espíritu renovado y joven”, adelanta el equipo de cinco artistas formado en distintas escuelas del país y el extranjero, que busca acercar al espectador, sin distinguir edades, “un viaje de ilusiones tan simples como fantásticas en el que los cuerpos se vuelven livianos, la risa rompe la tensión, los personajes son fuertes y virtuosos pero, al mismo tiempo, frágiles y cotidianos”.
“Es un circo particular; nos gusta definirnos como primera generación de artistas de circo, porque no venimos de familias circenses como solía pasar antes. Y lo que ofrecemos es un espectáculo de circo que tiene mucho de la impronta del teatro callejero, de la danza y del nuevo circo. Para lograr el objetivo no utilizamos los recursos más clásicos del circo sino que, por el contrario, buscamos una impronta propia desde lo estético, que tiene que ver con la música, el vestuario y el lenguaje teatral, apelando siempre a conservar eso que heredamos de la calle, lo popular, el encuentro y la complicidad con la gente. Claramente, la nuestra no es una propuesta ni para chicos ni para grandes sino para disfrutar con toda la familia”, adelantó Bruno Galiardini acerca de esta compañía de circo independiente con carpa propia que propone una mirada singular y personal de este antiguo arte.
Respecto de la lógica circense y a su intento de homenajear al viejo varieté, una particularidad que el espectáculo comprende incluso desde el título, Galiardini detalló: “Le tenemos mucho cariño y respeto al circo tradicional, pero este espectáculo, que se arma a partir de cuadros y de allí lo de variedades, toma elementos del circo y los renueva. Y, claramente, está influenciado por la estética de los espectáculos de varieté, con condimentos propios y con una impronta nacional, dado que muchos de los números que se ven habitualmente están muy influenciados por una estética que se asocia con el circo de otras latitudes, sobre todo europeo”.
La propuesta del Cas Qú fusiona atractivas acrobacias con hipnóticos malabares y trapecio a vuelo, entre otras disciplinas, combinadas con las absurdas situaciones cómicas propias de un género que en los últimos años ha crecido notablemente en la Argentina. “Creo que el crecimiento tiene que ver con la enorme cantidad de artistas callejeros que hay en el país, y Rosario es un gran semillero, con artistas que surgen permanentemente de la Escuela de Artes Urbanas y el Festival Payasadas, del que participamos en cuatro oportunidades. Pero por encima de todo, el artista argentino tiene un entusiasmo particular por lograr resolver mucho con muy poco; yo siento que los artistas que venimos de la calle aprendemos a vincularnos con el público desde algo muy íntimo, somos «buscas», aprendemos a resolver con lo que tenemos al alcance de la mano y eso vuelve todo muy creativo. La calle es un espacio libre, donde hay que atraer la atención del público porque de otro modo te quedás solo”, concluyó Galiardini.

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