Con más de 300 films en las diferentes secciones, el Festival de Berlín programó siete producciones nacionales que tuvieron la oportunidad de ser exhibidas en una de las principales vidrieras del cine, como Cannes, Venecia y Montreal, algunos de los quince festivales Clase A del mundo, entre los que se encuentra también el de Mar del Plata.
Adentro mío estoy bailando (The Klezmer Project), de Leandro Koch y Paloma Schachmann, participa en Encounters, la sección dedicada a fomentar obras innovadoras y transgresoras de cineastas independientes.
Por su parte, El Castillo de Martín Benchimol se vio en Panorama, sección que toma lo nuevo del cine internacional del presente; mientras que en Generation, el apartado reservado para el cine de vanguardia, se incluyeron Almamula de Juan Sebastian Torales, y Desperté con un sueño de Pablo Solarz.
Por último, en esta edición de la Berlinale que galardonó a Steven Spielberg con el Oso de Oro a la Trayectoria, se vio el documental El Juicio de Ulises de la Orden, que rescata el juicio a las Juntas Militares de la última dictadura argentina; Arturo a los treinta de Martin Shanly, y El rostro de la medusa de Melisa Liebenthal, las tres en la sección Forum, orientada a films que “representan reflexiones sobre el medio fílmico, el discurso socio artístico y un sentido particular por la estética”, según detalla el catálogo del festival.
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