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Alta corrupción

El arresto de Rato complica al PP

Se incrementó la presión al gobierno de Mariano Rajoy y a su partido al complicarse la situación del ex titular del Fondo Monetario Internacional. La Justicia bloqueó sus cuentas y ayer la policía siguió registrando sus oficinas en Madrid.


La presión sobre el gobierno español de Mariano Rajoy se incrementó ayer al complicarse la situación del ex ministro de Economía de su Partido Popular (PP) y ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, detenido anteayer durante varias horas, y al que la justicia bloqueó todas sus cuentas en el marco de la investigación por presunto blanqueo de capitales.

En medio del revuelo político y la indignación general ante un nuevo caso de corrupción en torno del partido gobernante, unas trescientas personas se congregaron ayer frente a la sede central del PP en la calle Génova de Madrid para reclamar “Elecciones ya”.

“Rato, ladrón, te esperan en prisión”, “dimisión” o “ladrones” fueron algunas de las consignas que coreaban los manifestantes, convocados a través de las redes sociales.

Entre insultos, Rato regresó ayer por la mañana a su despacho de Madrid para presenciar un segundo registro policial luego de su fugaz arresto. “Hijo de p…”, “ladrón”, “cabrón”, gritó un grupo de vecinos al ver a Rato en el momento en que, vestido con un traje gris y camisa blanca, abandonó su domicilio del céntrico barrio madrileño de Salamanca, custodiado por la policía y en medio de una gran expectativa mediática.

El registro de la oficina del que fuera ministro de Economía y vicepresidente del gobierno de José María Aznar (1996-2004) comenzó anteayer por la tarde y continuó hasta ayer a las 14. Al regresar a su casa, Rato se mostró serio. Su foto agachando la cabeza para ingresar al coche policial que lo había llevado a su oficina el día anterior ya había dado la vuelta al mundo, dejando detrás de sí una oscura imagen del otrora todopoderoso vicepresidente conservador.

A última hora de ayer, el juez del caso, Antonio Serrano, ordenó bloquear todas las cuentas corrientes, depósitos, fondos y préstamos cuya titularidad sea de Rato, según medios españoles.

La caída estrepitosa del ex jefe del FMI se produjo anteayer cuando fue detenido durante ocho horas para garantizar su presencia en los registros que realizaron los agentes en su casa y su oficina tras una denuncia presentada en su contra por la Fiscalía de Madrid por delitos de fraude, blanqueo de capitales y alzamientos de bienes.

La Fiscalía actuó después de que la prensa española publicara, el martes pasado, que Rato sería una de las 705 personas investigadas por la unidad de prevención de blanqueo de capitales, Seplac, de todas las que se habían adherido a la amnistía fiscal abierta en 2012 por el gobierno de Rajoy, el actual presidente español y líder del PP. De acuerdo con fuentes fiscales, la denuncia fue presentada en forma urgente para “preservar las pruebas”, y el juez de guardia ordenó el arresto de Rato para que fuera trasladado bajo custodia de los agentes de Aduanas a su despacho con ese mismo fin.

Rato estuvo presente en las primeras cuatro horas de esa inspección de su oficina, pero pasadas las doce de la noche quedó en libertad.

Las investigaciones respecto de Rodrigo Rato se centran en “un complejo entramado societario y familiar” que el ex ministro y algunos socios suyos tendrían en paraísos fiscales. Estas empresas habrían sido creadas para evitar embargos por el llamado caso Bankia, que investiga irregularidades en la gestión de esta entidad que Rato presidía y que llevó al borde de la quiebra. Rato también está imputado por el caso del uso de las denominadas tarjetas blacks de Caja Madrid y Bankia, que no tributaron al fisco durante años.

La sola información de que Rato –un símbolo del establishment financiero y del modelo económico neoliberal del PP– se había sumado a la polémica amnistía de Rajoy provocó un gran revuelo político en España.

Y el arresto de Rato no hizo más que incrementar el escándalo y la presión en torno del gobierno de Rajoy, al que la oposición acusa de haber creado una amnistía fiscal para sus amigos del PP.

“El presidente del gobierno ha sido el facilitador del blanqueo de capitales de estas personas que eran dirigentes del PP”, aseguró ayer el portavoz del opositor Partido Socialista (PSOE), Antonio Hernando, cuya fuerza política registró un pedido de comparecencia de Rajoy en el Congreso de Diputados para dar explicaciones al respecto.

“Es fundamental comprender que estamos en manos de una mafia: el ministerio de Hacienda no puede ser un cortijo privado del señor Montoro y del Partido Popular”, dijo por su parte Pablo Iglesias, el líder de Podemos, quien pidió al gobierno de Rajoy que “asuma la responsabilidad”.

Los socialistas exigieron la dimisión del ministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro, y quieren que se constituya una comisión investigadora y que se publique la lista de las personas que acudieron a la moratoria.

La detención de Rato fue un golpe para el PP, como reconocieron algunos de sus dirigentes. En una entrevista con el canal Telecinco, el secretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, expresó su “profundo desconcierto y decepción” por la investigación contra Rato, aunque destacó que su detención “no está relacionada con su etapa en el gobierno” de Aznar.

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