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Estación Hidrobiológica Rosario

El Acuario va saliendo a flote

Las obras para el nuevo centro que albergará todas las investigaciones sobre la fauna ietícola del Paraná y de los demás ríos y arroyos de la región promedia la segunda etapa. Estiman que a finales de 2015 estará todo listo.


El proyecto del Acuario Río Paraná ya genera expectativas entre científicos y organizaciones ecologistas, cuya actividad se encuentra estrechamente ligada a la conservación, investigación y aprovechamiento de la segunda cuenca más extensa de Sudamérica después del río Amazonas. Para ellos, el espacio se erigirá como un polo tecnológico que permitirá estudiar en profundidad el ecosistema a partir de la identificación del comportamiento, los ciclos de reproducción y las problemáticas que soportan las más de 200 especies que habitan las aguas de la región. A la par, la idea es transmitir conocimientos a la población apuntando a la preservación del medio ambiente y de lo que subsiste de la otrora abundante fauna acuática.

La obra que se alza sobre Cordiviola y el Paseo Ribereño se encuentra actualmente en un 50 por ciento de la segunda etapa, que contempla los cerramientos y la urbanización exterior, por lo que su concreción está programada para fines del año que viene o comienzos del 2016. El edificio contará con tres plantas en las que instalarán, además de las salas de muestras, laboratorios, áreas de experimentación, piletones en tierra, una biblioteca especializada y un auditorio para 100 personas.

El equipo científico que se desempeñará en el acuario estará integrado por investigadores del Conicet y especialistas de la facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Según explicó a El Ciudadano Andrés Sciara, integrante del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), los especialistas que desarrollarán tareas en este nuevo espacio ya se está trabajando en diversos proyectos que apuntan a la protección de las especies que habitan el río y a profundizar conocimientos sobre las poblaciones existentes. “Se conoce qué especies habitan pero se sabe muy poco de su genética, su diversidad y estructura. Si bien uno puede identificar el tipo de especie, también hay muchas poblaciones con diferentes características genéticas”, diferenció.

El trabajo consiste en la utilización de marcadores moleculares de ADN para poder identificar los diferentes tipos de poblaciones que habitan el río, haciendo foco sobre tres especies importantes: el pejerrey, el pacú y el sábalo (este último representa alrededor del 60 por ciento de la masa total que habita el río). “Trabajamos en la caracterización genética para la realización de la reproducción. Ante la complejidad de determinar el grado de parentesco entre un pez y otro, uno debe hacer un trabajo en marcación, ya que esto posee un impacto directo sobre la producción futura”, abundó Sciara, al tiempo que precisó: “Ya llevamos caracterizadas más de 70 especies de las más de 200 que viven en el río”.

En igual consideración con esta postura, el presidente del Club Rosarino de Acuarismo (Croa), Hernán Cinellato, estimó que el nuevo acuario representará un aporte significativo en cuanto a la relación de la comunidad con el ecosistema y su cuidado.

“Generará conocimiento y conciencia en la gente sobre nuestras especies, contribuyendo así a su protección. Por ejemplo, la corydora hastatus, más conocida como «limpiafondo», es una especie que no existe en otra parte del mundo y que llama mucho la atención en Europa o países como Japón”, completó. La ONG que conduce posee el foro de acuarismo de habla hispana más grande del mundo y “otorga acceso a información tanto a principiantes como conocedores de peces que buscan cuidarlos y no transformarlos en una mascota descartable”. En ese sentido, observó que este espacio habilitará una revalorización de las especies autóctonas porque “no se puede proteger lo que no se conoce”.

Por su parte, Vanesa Paccotti, integrante de la ONG “El Paraná no se toca”, cuya labor está relacionada al estudio de la transformación del ecosistema de las islas, el tema del acuario puede analizarse desde dos puntos de vista. Por un lado, están quienes valoran el impacto que poseerá el proyecto en el campo científico y en la educación ambiental, mientras que por el otro se encuentran aquellos en contra de mantener animales en cautiverio para su exhibición. “Se relaciona con esta idea que se está empezando a aplicar en muchas partes del mundo de cerrar los zoológicos y acuarios, que parten desde una mirada muy antropocéntrica: tenerlos encerrados para disfrutarlos. Sin embargo, desde el Acuario se comprometieron a cumplir con las exigentes normas respecto al cuidado de los peces”, reveló con esperanza Paccotti.

“No será una sala de exhibición tipo show”

El secretario de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia, David Asteggiano, anticipó que el Acuario Río Paraná “no será una sala de exhibición de peces tipo show”, sino que se transformará en un centro de estudios del ecosistema para interiorizar a la población en general acerca de la flora y fauna de la región.

El funcionario destacó que permitirá a sus visitantes “adentrarse en el río para conocer a las especies que lo habitan con una mirada integral enmarcada en el ecosistema”. El establecimiento contará con una sala de muestras dotada de equipamiento tecnológico que permitirá, a diferencia de un museo tradicional, personalizar la búsqueda de acuerdo a los intereses de cada persona.

Este espacio representará un cambio radical en relación al anterior acuario que se encontraba “prácticamente destruido y con muy pocas especies alojadas en peceras tipo tradicionales”. Pero, para Asteggiano, el nuevo establecimiento potenciará la llegada de visitantes a la ciudad: “Se convertirá en el único acuario en su tipo dedicado exclusivamente al río Paraná y permitirá reposicionar a Rosario en materia internacional del turismo”.

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