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El sueño de volverse pájaro

El actor, director y gestor cultural Nacho Farías habla de “El Zorzal”

El actor, director y gestor cultural Nacho Farías habla de “El Zorzal”, obra en la que dirige a su primo, el bailarín Germán Farías, y en la que despliegan una particular conjunción entre la danza y el teatro, a partir de la impronta tanguera.


La Sonrisa de Beckett, el espacio teatral de Entre Ríos 1051 que propone, además de una atractiva programación anual, una serie de ciclos y al mismo tiempo diferentes espacios de formación y creación escénica, ofrecerá mañana una nueva función de El Zorzal, de Nacho y Germán Farías, espectáculo estrenado recientemente, al tiempo que prepara para el viernes 10 de marzo la puesta a punto del arranque formal de su programación anual con tres espectáculos que tendrán su continuidad dentro de su profusa cartelera.

“Las líneas del cuerpo se desdibujan cuando la obsesión toma el control de cada extremidad. Un cuerpo que busca el movimiento puro y eximio jamás logrado por un artista. Una obra de danza que propone un encuentro íntimo y voyeurista sobre el mundo creativo de un artista que surge en pleno proceso de ensayo, cuando la ficción para el espectador es la realidad cotidiana del hecho artístico”, adelanta el parte de prensa de El Zorzal, la obra que se presentará mañana, a partir de las 22.30, cuyo performer es el bailarín Germán Farías, que acredita una vasta formación que incluyó recorridos por el Ballet de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y de la compañía de Julio Bocca, entre otros, y que dirige su primo Nacho Farías, actor, director y uno de los gestores de La Sonrisa de Beckett.

“La propuesta arranca con mi primo Germán volviendo de Europa donde estuvo moviéndose con la danza, recorriendo varios países, entrenando y buscando nuevos cruces. Teníamos la decisión de trabajar juntos nuevamente, dado que ya nos habíamos cruzado en un par de asistencias mutuas; de este modo, nos fuimos conociendo más del lado artístico, todo el tiempo tratando de encontrar un cruce que nos resulte interesante a ambos entre el teatro y la danza, empezando a entablar un diálogo entre dos lenguajes diferentes pero que comparten muchas variables: de la danza, a los dos nos interesaba la búsqueda a través de lo narrativo, intentando encontrar un equilibrio entre el virtuosismo y la metáfora, con la intención clara, desde el arranque del proceso creativo, de contar una historia”, detalló Nacho Farías acerca del proceso de creación del espectáculo.

“Yo tenía una idea inicial en la que sigo trabajando y que se llama Proyecto pájaro, que tiene como eje principal transitar diferentes disciplinas artísticas contadas a través de las formas de un pájaro, que incluye el trabajo con los objetos, la pintura, la danza y el teatro, entre otros; Germán venía con la idea de trabajar la estética del tango contemporáneo. De ese encuentro, de ese cruce de ideas, y tomando a Gardel como ícono del tango, pero también a Piazzolla en sus versiones más contemporáneas, apareció la idea de El Zorzal a la que alude el título, un artista en escena que intenta mostrar un movimiento puro, nunca antes visto; este personaje está encerrado en un teatro poniendo a funcionar esa búsqueda incansable y es allí que empieza a tener ciertos delirios hasta que entiende que de la única manera que podrá concretar ese movimiento puro es convirtiéndose en un pájaro”, detalló Farías, quien agregó, respecto de lo espacial, que el espectáculo busca “desnudar el artificio del teatro y también de la danza, mostrar esas trastiendas, mostrar lo que no se ve para el espectador”.

Lo que se viene

“En este cuarto año de trabajo ininterrumpido, queremos festejar con el lanzamiento de la Temporada 2017, en esta ocasión contaremos con tres propuestas escénicas que se gestaron íntegramente en este espacio, además de contar con tres días repletos de actividades que caracterizan al multifacético funcionamiento que tiene la sala”, expresó Farías. Y agregó: “Se trata de muchas voces para contar parte de la cultura rosarina y un espacio de encuentro para disfrutar con otros el hacer cotidiano de este espacio. Habrá muchas sorpresas y una programación para todo público”.

De este modo, el fin de semana del viernes 10 de marzo, a las 22.30, volverá a La Sonrisa El Zorzal, para dar paso, el sábado 11, a las 22, al estreno de Benisio Over, también de Farías. Se trata de un montaje que habla sobre las pérdidas, sobre las soledades, “y acerca de cómo el mundo de los sueños se ensaña en tratar de resolver lo que en el mundo despierto no podemos; habla sobre la memoria de aquellos que ya no están y de los escapes de la mente, sobre trágicas historias y sobre cómo reponernos ante ellas, cómo levantar la cabeza y seguir peleando por lo que deseamos, por los nuestros y por la vida”, adelanta el director acerca de este espectáculo en el que actúan Mauricio Marc, Lucas Maggioni, Belén Grasinni, Julian Lassa y Germán Farías

Finalmente, el domingo 12, a partir de las 20, verá la luz Calei2copio, con dramaturgia y dirección de Mauricio Marc, material que cuenta con las actuaciones de Vanesa Emiliani y Emmanuel Caro. En el espectáculo, se pone en tensión la vida de una pareja y la multiplicidad de sentidos que adquiere para cada uno de ellos esa convivencia. “La rutina, el acostumbramiento y los desencuentros. La permanencia física frente al automatismo de cada despertar: sonríen, piensan, lloran, vuelven a pensar. Son víctimas del engranaje hostil de la cotidianeidad. Emociones simples, momentos de la realidad donde lo cotidiano se vuelve extraño. Una mirada a lo lejos y una caricia en el instante preciso: inciertas, improbables y quizás, utópicas. Es una obra dónde el teatro, la danza y el circo se entrecruzan para crear una nueva poética”, según adelanta el parte de prensa.

Por el teatro

El actor y director Nacho Farías analizó los alcances del proyecto presentado en diciembre pasado en el Concejo Municipal, en apoyo a las salas independientes de Rosario, por la concejala Carola Nin, conjuntamente con sus pares Osvaldo Miatello, Eduardo Toniolli, María Eugenia Schmuck y Norma López, y el aval de la Asociación de Teatros Independientes de Rosario (Atir), a la que pertenece La Sonrisa de Beckett, conjuntamente con un puñado de otras salas rosarinas. “Venimos gestionando desde Atir con el interés de visibilizar las salas independientes que muchas veces pasan desapercibidas para la gente; con la concejala Nin trabajamos desde hace tiempo, concretamente, con la intención de sacar al teatro independiente de la norma 7218, para poder darle un marco más específico, ajustado y acorde con las características que tienen nuestras salas, y para que las habilitaciones sean específicas, porque nuestra realidad dista mucho de la de un boliche bailable; somos, en su mayoría, asociaciones sin fines de lucro que lo único que pretendemos es, en algún momento, poder comprar los espacios en los que trabajamos, y donde se gesta gran parte de la cultura local”, expresó Farías. Y agregó: “El poder de una ordenanza municipal nos daría no sólo esa visibilidad que buscamos sino también un poco de aire frente a la cantidad de gastos que debemos afrontar a diario”.

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