Sociedad

El 25 de mayo empezó el 22

Para la Argentina, este año la semana de mayo se encuentra perfectamente encuadrada en el trascendental acontecimiento que se festeja el 25 de mayo, pero que tuvo su inicio en el Cabildo Abierto del 22 de mayo en el que se produjo la revolución institucional con la separación del virrey español.


Para la Argentina, este año la semana de mayo se encuentra perfectamente encuadrada en el trascendental acontecimiento que se festeja el 25 de mayo, pero que tuvo su inicio en el Cabildo Abierto del 22 de mayo en el que se produjo la revolución institucional con la separación del virrey español. El hecho significó el desconocimiento de la autoridad imperial local ejercida durante 300 años. Este cabildo, si bien en textos de historia es reconocida su importancia, la valoración no llega al grueso de la población de la Nación, que celebra la culminación del proceso patrio el 25 de mayo como la Revolución de Mayo. Es lógico que así sea, por ser éste el día culminante de la disputa por el poder entre criollos y españoles.

El Cabildo del 25 surgió para desbaratar una estrategia realista que en los días siguientes al 22 intentó mantener la autoridad española solapadamente, en la persona del ex virrey, como presidente de la junta de gobierno que reemplazaba justamente a su autoridad virreinal. Abortada la intentona, se procedió a elegir la junta presidida por Cornelio Saavedra, que sería el primer gobierno patrio, dando comienzo definitivo a una nuevo etapa política, militar y económica iniciada el 22 de mayo de 1810 y consolidada el 25, fechas que nos comprometen a llevar la escarapela durante toda la semana.

En los procesos históricos, las fechas son significativas no sólo centradas en uno o dos días, sino en meses, años y siglos. De esta última mirada, tenemos el ejemplo de un proceso de larga duración, una verdadera estructura histórica colonial que –sabemos– se quebró en unos pocos días. La historia los suele presentar como acontecimientos, hechos de muy corta duración, pero para que los mismos se produzcan siempre habrá una coyuntura, un período de mediana duración que les crea sus condiciones de posibilidad.

De nuestra revolución conocemos la estructura quebrada y los acontecimientos que la quebraron, pero nos falta conocer los hechos coyunturales. Puede comenzarse con las invasiones inglesas, acontecimiento muy conocido. No lo es tanto que hubo un cabildo abierto el 14 de agosto de 1806, acto seguido de la “reconquista” de Buenos Aires que de hecho sustituyó la autoridad del virrey Sobremonte en fuga hacia Córdoba. Tras la “defensa” en la segunda invasión, quedó arrestado y Liniers asumió como virrey. Además, se planteó la supremacía de los cuerpos militares criollos a los españoles.

En lo económico, siempre factor en toda guerra, durante los pocos días de ocupación en Buenos Aires y Montevideo, los ingleses liberaron el comercio del monopolio español, que era uno de los problemas que sufrían principalmente los productores y comerciantes criollos. Y ello se transformó en un objetivo más de la ya evidente intención de rebeldía.

Con la designación de Baltasar Cisneros como virrey, hubo un aparente aplacamiento de la tensión criolla española, pero la situación europea creaba un marco de acción que los criollos iban a explotar. La alianza de España y Francia contra Inglaterra fue aprovechada por Napoleón, que logró el paso de las tropas francesas contra Portugal, pero parte se instaló en España mientras ésta se debatía en una crisis de debilidad real.

El emperador manipuló la abdicación de Carlos IV dominado por su ministro Godoy, a quien tuvo que destituir por presión popular, y abdicó en favor de su hijo, que sería conocido como Fernando VII. Pero Napoleón lo indujo a anular lo actuado con la promesa de apoyarlo con sus tropas. No siendo fácil que Fernando aceptara invitó a los reyes padre e hijo, a un pueblo francés en la frontera, Bayona y ante la falta de resolución entre padre e hijo, solucionó el problema declarando rey de España a su hermano José, hecho conocido como la farsa de Bayona.

Esto ocurría en 1808, y originó el levantamiento del pueblo español, que se organizó en juntas hasta que se concentró en una: en Cádiz, suficiente motivo para establecer las de criollos en las del imperio ante la ausencia del rey, máxime que esos territorios eran de la corona. Cisneros no podía ocultar la situación en España por las noticias que llegaban en barcos principalmente ingleses y fue presionado para llamar a cabildo abierto que fue el del 22 de mayo. Todos estos factores detallados en un tiempo mediano fue la coyuntura que llevó a los acontecimientos de la Semana de Mayo los días 22 y 25 de mayo de 1810.

Protagonistas rosarinos

El Cabildo Abierto del 22 de mayo contó entre los votantes por la destitución del virrey       a Vicente Anastasio Echevarría, rosarino, nacido en la entonces Capilla del Rosario en 1768, hermano mayor de Catalina Echevarría de Vidal, patricia rosarina que confeccionó la bandera enarbolada por Belgrano el 27 de febrero de 1812 y que significó la creación de la insignia patria.

En estos festejos, los rosarinos, además de los Echevarría, debemos recordar al cura párroco de la capilla, Dr. Julián Navarro, que al conocer la noticia de la nueva junta patriota escribió una misiva de compromiso a Cornelio Saavedra. La adhesión a la causa la hizo efectiva apoyando a San Martín en San Lorenzo y luego en Chile.

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