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Pálida Justicia

EE.UU.: disturbios por el fallo que absolvió a un policía blanco

Graves estallidos en Ferguson y en grandes urbes por el caso del joven negro Michael Brown, asesinado por un agente.


Manifestantes quemaron edificios, saquearon comercios y se enfrentaron a la Policía en la ciudad de Ferguson, en el Estado de Missouri, tras el anuncio de que el agente blanco Darren Wilson, que mató en agosto pasado al joven afroamericano desarmado Michael Brown, no será juzgado. La decisión, tomada por un jurado de mayoría blanca que aludió a “un acto de uso legítimo de la fuerza”, encendió los ánimos en ese suburbio de Saint Louis, pero las movilizaciones se replicaron también en las grandes urbes de la potencia del norte.

“Estamos profundamente decepcionados de que el asesino de nuestro hijo no deba enfrentar las consecuencias de sus actos”, manifestó por su parte la familia Brown en un comunicado en el que pidió “respetuosamente que las manifestaciones permanezcan pacíficas”.

El anuncio de antenoche del jurado integrado por nueve blancos y tres afroamericanos, que dejó libre de cargos al policía Darren Wilson por “un acto de uso legítimo de la fuerza” desembocó en disturbios en Ferguson, que se saldaron con más 80 personas detenidas y numerosos negocios saqueados e incendiados.

El veredicto se conoció tras la muerte este fin de semana en Ohio de un niño afroamericano de 12 años, abatido por la Policía cuando esgrimía una pistola de juguete.

El episodio que desencadenó la muerte de Brown ocurrió el 9 de agosto pasado, pocos minutos después de la denuncia del robo a un pequeño comercio. Wilson, que hacía un recorrido habitual en su patrulla, consideró sospechoso a Brown, que caminaba con un amigo por la mitad de la calle, y atravesó su auto para obligarlos a detenerse.

Desde el auto, el policía hizo los primeros dos disparos, y luego bajó para perseguir a Brown, que siguió de largo. El policía hizo entonces otros diez disparos.

Algunos testigos dijeron que Brown levantó los brazos, aunque el jurado escuchó otros testimonios que aseguraban que tenía sus manos pegadas al cuerpo cuando cayó abatido.

Bronca e impotencia

En Ferguson 12 edificios fueron incendiados y la Policía reportó 29 detenidos. También a lo largo y ancho de Estados Unidos se repitieron las manifestaciones. Miles de personas salieron a las calles en Nueva York y Washington, en repudio a un fallo que –consideran– alienta el racismo y hace caso omiso del uso discriminatorio de la fuerza que hacen policías contra miembros de las minorías.

Incidentes menores fueron registrados en Boston, Filadelfia, Denver, Seattle, Chicago y Salt Lake City. Mientras, en California algunos grupos trataron de bloquear autopistas.

Pero el epicentro fue Ferguson, un suburbio de St. Louis de unos 21.000 habitantes que ha vivido en un clima de casi continua exaltación desde que ocurrió la muerte de Brown.

Cientos de manifestantes comenzaron a lanzar objetos contra la Policía gritando “no hay justicia, no hay paz”.

El abogado de la familia Brown, Benjamin Crump, criticó la actuación del fiscal Robert McCulloch, por su poco interés en llevar adelante la imputación de Wilson. El padre del fiscal era policía y fue asesinado por un afroamericano cuando él tenía 12 años.

Para el jurado “no había pruebas suficientes”

El jurado señaló que no había pruebas suficientes para procesar al policía blanco Darren Wilson, de 28 años, quien disparó contra Michael Brown tras un altercado con el joven a quien consideró sospechoso de un robo de cigarrillos ocurrido poco antes. “El deber de un gran jurado es separar los hechos de la ficción”, declaró a la prensa el fiscal de Saint Louis, Robert McCulloch, al anunciar la decisión.

Al término de las audiencias, los jurados determinaron “que no había razones suficientes para llevar adelante un proceso”. “El hecho de saber que se trató de un acto de uso legítimo de la fuerza o de un caso de legítima defensa, no hace menor esta tragedia”, concluyó el fiscal.

Los doce miembros del jurado –nueve blancos y tres negros– llevaron a cabo un trabajo “completo y profundo”, escucharon 70 horas de testimonios de unas 60 personas, examinaron cientos de fotografías y escucharon a tres médicos forenses.

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, dijo que continuará una investigación federal independiente.

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