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Fin de la Era de Hielo

EE.UU.- Cuba: los republicanos quieren aguar fiesta conciliatoria

Aunque el mundo celebró la reapertura del diálogo, la derecha en el Capitolio adelantó que trabará el fin del bloqueo.


El compromiso de Washington y La Habana de normalizar sus relaciones fue celebrado en el mundo entero, pero ahora es el Congreso estadounidense el que debe decidir si pone fin al embargo de medio siglo contra la isla. En este sentido, la oposición republicana, que tiene la mayoría legislativa, ya salió a cuestionar muy duro al gobierno de Barack Hussein Obama, al que acusan de haber “cedido ante el chantaje de la dictadura de los Castro” por lo que prometen rever toda apertura “a la isla comunista”, según el senador republicano por Florida, y unos de los posibles candidatos a presidente, Marco Rubio.

Los anuncios sorprendentes no cesan desde que el miércoles pasado el presidente Obama y su par cubano, Raúl Castro, anunciaran una nueva era en sus relaciones bilaterales, dejando atrás al último resabio de la Guerra Fría en América latina.

Ayer, la Casa Blanca incluso aseguró que no excluye una visita del presidente cubano Raúl Castro a Estados Unidos y una devolución de Obama.

La ONU se puso inmediatamente a disposición para ayudar en la normalización de relaciones bilaterales, al tiempo que la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA) aplaudieron el “gesto valiente” de EE.UU. y Cuba.

Prácticamente todos los presidentes de la región celebraron el fin de una política exterior hostil que se había convertido en un escollo diplomático para la comunidad regional.

Pero ahora resta la parte más difícil: desmontar el enmarañado legal que desde 1961 reguló las relaciones comerciales con Cuba, que incluye severas sanciones a las empresas estadounidenses o extranjeras que tuviesen trato con la isla y que también vuelve la lupa a tema de la necesidad de revisar uno de los bloqueos más polémicos y largos de la historia.

En su forma más completa, la normativa está plasmada en la Ley de Solidaridad con la Libertad y Democracia de Cuba, aprobada en marzo de 1996 y ratificada por el presidente Bill Clinton, y desde entonces simplemente conocida como la Ley Helms-Burton.

En manos del Congreso

Los férreos opositores a cualquier tipo de acercamiento con Cuba mientras continúe el régimen castrista creen que el Congreso nunca dará el brazo a torcer. Para el senador conservador Rubio (descendiente de cubanos de Miami), no quedan dudas: “El congreso no va a levantar el embargo”.

Rubio, considerado un eventual candidato del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2016, adelantó que tanto él como su partido usarán “todas las herramientas a nuestra disposición para revertir tantos cambios como sea posible”. Las declaraciones de Rubio no pueden ser tomadas a la ligera: el Partido Republicano recuperó la mayoría del Senado y amplió la mayoría en la Cámara de Representantes.

Inclusive entre las filas demócratas no faltaron críticas. En su mayoría, estos creen que Obama cedió mucho a cambio de pocas concesiones por parte de la isla.

El senador Demócrata Robert Menéndez (también de origen cubano) dijo que la decisión de Obama era “equivocada” porque “no entiende la naturaleza del régimen en Cuba”. Otro senador Demócrata, Eliot Rangel, dijo que prefería ver “más apertura en Cuba antes de levantar el embargo”.

Otra legisladora de origen cubano, la representante Ileana Ross, sugirió incluso que es “posible” que las medidas anunciadas por Obama sean contrarias a la ley Helms-Burton “y a la ley sobre Comercio con el Enemigo.

Fiesta en La Habana porque “Los Cinco” ya están en casa

El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió en medio de un clima festivo en La Habana a Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los tres agentes que permanecían presos en EE.UU. desde 1998 en un encuentro en el que intercambiaron abrazos y agradecimientos. Formaban parte del grupo de “Los Cinco”, detenidos en Florida y acusados de espionaje. Los restantes son René y Fernando González, quienes regresaron a La Habana en 2013 y febrero pasado, respectivamente, tras cumplir sus condenas.

Líderes del mundo aplaudieron acercamiento entre los vecinos

Más allá de la batalla política que el presidente de los Estadios Unidos Barack Hussein Obama tendrá que desplegar en el Congreso para poner punto final a medio siglo de sanciones contra Cuba, líderes de países y organizaciones de todos los continentes sumaron ayer su salva de aplausos a la decisión de los dos países, adversarios históricos, de iniciar una nueva era en sus relaciones.

A la larguísima lista de felicitaciones de líderes mundiales iniciada el mismo miércoles pasado se sumó ayer la del gobierno de China que expresó ayer que “celebra y apoya la normalización de las relaciones bilaterales”. “Esperamos que Estados Unidos levante lo antes posible el embargo contra Cuba”, declaró Qin Gang, un portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores.

“Como siempre seguiremos apoyando a Cuba en su desarrollo y sus ajustes de política económica”, añadió.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, “saludó calurosamente” el acercamiento entre los dos vecinos, y dijo que las Naciones Unidas estaban listas para ayudar a estos dos países a desarrollar sus relaciones de buena vecindad”.

A su vez, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, afirmó que con la normalización de relaciones “un nuevo muro había caído”, mientras que el papa Francisco mencionó una “decisión histórica”.

Entre los latinoamericanos, la brasileña Dilma Rousseff dijo que se trataba de “un hito en las relaciones” interamericanas, al tiempo que el uruguayo José Mujica comparó esta noticia con la caída del muro de Berlín.

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