La fachada de la Catedral Nuestra Señora del Rosario fue pintada ayer con leyendas agresivas contra la Iglesia y favorables al aborto por manifestantes que participaban de una marcha por el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. El titular de la arquidiócesis, monseñor Eduardo Martín, calificó de “lamentable y triste” lo sucedido y advirtió que las pintadas fueron realizadas por un grupo que se desprendió de la marcha realizada para repudiar la violencia contra la mujer. Sostuvo además que la Iglesia no es enemiga de nadie, aunque reconoció que “tiene muchos enemigos”.
“Para nosotros es un hecho triste y doloroso porque agredieron el templo, que significa la casa de oración, el lugar de encuentro del pueblo con Dios, con el Señor. Es un signo de intolerancia no respetar que otros puedan pensar distinto sobre diversos temas”, reflexionó el dignatario.
Monseñor Martín aseveró que todos deben aprender a respetarse, aún en las diferencias, y agregó que todos tienen que rogar por los enemigos.
“Nosotros no somos enemigos de nadie; rogamos por los que así se presentan y que Dios los ilumine para que puedan comprender que esta forma de comportarse no es racional. Hacer a los demás lo que te gustaría que te hagan, ésa es la máxima. Si yo quiero ser respetado debo respeto”, afirmó el arzobispo.
Y concluyó: “Simplemente tenemos que responder con el bien, nunca con el mal. No nos dejemos llevar por el ojo por ojo, diente por diente. Hay que procurar hacer el bien, combatir el mal, y pedirle a Dios que vayamos aprendiendo a vivir pacíficamente”.
Durante la manifestación que se realizó ayer la fachada de la Catedral fue pintada con leyendas que rezaban: “Iglesia asesina”, “Aborto libre”, “Cura violín”, “Fuego a la Iglesia, al Estado y al capital”, entre otras.
El ámbito de debate
Por su parte, Gabriela Sosa, coordinadora de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMala), explicó a El Ciudadano que este tipo de discusiones debe ser debatido en el lugar que corresponde.
“Para mí el lugar donde se deben hacer estas interpelaciones es donde se diseña la política pública, como por ejemplo el Congreso de la Nación. No se pueden hacer estas pintadas en una iglesia”, afirmó la mujer.
Sosa subrayó que es necesario reclamar y movilizar estas expresiones “pero tiene que hacerse de manera pacífica, donde corresponde”, de modo de poder contener las situaciones de violencia que atraviesan las mujeres.
“Se llevaron adelante miles de iniciativas que intentaron visibilizar la cantidad de mujeres muertas. El año pasado asesinaron a casi 300; estos datos lo relevamos de las organizaciones que se dedican a esto, y nos da una mujer asesinada cada treinta horas”, indicó Sosa.
“Lo principal es contener a las víctimas y lograr el acceso a la Justicia”, concluyó.
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