Espectáculos

Dos veladas de rock con Las Pastillas

Las Pastillas del Abuelo presentará en la ciudad su último disco de estudio, un material más oscuro que los anteriores donde aborda el amor y la familia como tópicos principales y que viene a dar un cierre a una trilogía conceptual. Viernes y sábado en Club Brown


“Con las crisis se valoran las búsquedas y las preguntas. Cuando uno siente que puede afrontar desafíos hay que valorar cualquier tipo de experiencias y si en esa experiencia paradójica uno valora el misterio se da cuenta que ninguna tierra es firme o todas lo son”. Piti Fernández, vocalista de Las Pastillas del Abuelo, resume en esa frase la trilogía discográfica y conceptual que la banda editó en los últimos años: Crisis (2008), Desafíos (2011) y el recientemente editado Paradojas (2015). Este último tendrá su presentación oficial en la ciudad esta noche (con entradas agotadas) y mañana, a partir de las 22, en Club Brown (Francia y Brown).
Fue durante el proceso de grabación de Crisis que empezó a despertarse en Las Pastillas la inquietud de realizar trabajos conceptuales. “Para ese disco elegimos canciones en primera persona: es un material en el que todos los temas son preguntas. Es llamativo dar vuelta el disco y encontrarte con todas estas preguntas en primera persona: «¿De dónde vengo?», «¿Hacia dónde voy?», «¿Qué carajo es el amor?». Es un disco introspectivo, reflexivo, distinto a los anteriores que contaban historias en tercera persona”, relató Fernández, quien lidera la banda desde sus inicios allá por 2002.
La motivación de Crisis es entonces “la búsqueda”, un disco al que le siguió Desafíos que “valora la experiencia y el fenómeno casi sin juzgarlo. Con Paradojas, después de haber valorado la búsqueda y la experiencia que se alternan cíclicamente y en las que nunca hay tierra firme, se empieza a valorar el misterio”, explicó Piti, quien comparte filas con Diego “Bochi” Bozzalla (guitarras), Juan Comas (batería), Joel Barbeito (saxo), Fernando Vecchio (guitarras), Alejandro Mondelo (teclados) y Santiago Bogisich (bajo). Esa formación editó también, entre Desafíos y Paradojas, dos discos especiales: Versiones, que data de 2012, y El barrio en sus puños, que salió a la venta en 2014.
“A lomo de todas las paradojas se cabalga hacía todas las verdades”, reza una frase de Friedrich Nietzsche que Las Pastillas del Abuelo incorpora en su booklet, a lo que Fernández agregó: “Lo importante es que las certezas no sean las metas, sino el sentirnos cómodos en el misterio que puede ser muy incómodo”.

Amor, amistad y familia

“Sos todo latido vos, para el oído que sepa escucharte, y ver que ya sos arte. Conectada a todo sin cranear el modo. Sos semilla ardiente de sabiduría, por camino hiriente irás dando alegría. Combustible natural, mundo en que nada está mal”, comienza “Milagroso eslabón”, el noveno tema de un disco en el que el amor y la familia tienen un lugar preferencial. “Tiene mucho que ver con la llegada de más de un niño a la banda; de hecho, «Milagroso eslabón» habla de la primer ecografía, cuando mi hija era una semilla, una célula de vida que crecía. El disco habla del amor hacia los padres, los hijos y hacia nuestras compañeras de vida que nos acompañan en esta ruta”, contó, mientras aclaró que la familia y la idea de “disfrutar de las cosas simples” siempre fue el mensaje, aunque no tan explícito, de esta banda que se caracteriza principalmente por la fusión de rock con estilos como el reggae, candombe, chacarera, jazz y country, entre otros y que, en esta oportunidad, apuesta a un sonido más oscuro: “Esa oscuridad refleja un poco el paso del tiempo, al menos así nos pasó a nosotros. Antes era todo muy alegre; hoy, el paso del tiempo, nos hace poner tonalidades menores; hay como otras sensaciones en juego”.

Paradójica ausencia

Recorriendo el booklet de Paradojas, casi llegando al final y como una firma de pie de página, puede leerse la inscripción: “En memoria del Negro García López”. Eximio guitarrista, histórico compañero de Charly García, escritor de la historia del rock, falleció a los 54 años en un accidente de tránsito ocurrido en 2014 y hoy “es una paradoja que no esté, se lo extraña”, dijo Fernández recordando aquellos momentos compartidos. “Cuando llegaba inundaba de vida el camarín, era una persona que no podía pasar desapercibida pero muy humilde. Él te resaltaba tu propia humildad, era espejo. El Negro es una de las grandes ausencias de este disco”.

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