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Barrio Plata

Dos tiradores para una víctima

Gerardo Cuevas, de 33 años, estaba en la puerta de su casa de Las Flores al 3600 cuando desde una moto Honda Tornado comenzaron a dispararle. La Policía secuestró en la escena del crimen doce vainas servidas de un calibre no precisado.


Un hombre de 33 años fue asesinado anteanoche en barrio Plata, en un hecho de tintes mafiosos. Según precisaron fuentes del caso, la víctima estaba en la puerta de su casa, junto con un familiar, cuando se le aparecieron dos muchachos en moto quienes, sin mediar palabra, lo acribillaron. El herido fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez en un auto particular, pero no logró sobrevivir al viaje. Un vocero del caso indicó a El Ciudadano que el homicidio podría estar enmarcado en la interna de una de las barras bravas del fútbol local. Por el caso, hasta ayer por la noche, no había sospechosos ni detenidos.

El hecho ocurrió a las 21.30 del lunes. Gerardo Cuevas, de 33 años, estaba en la puerta de su casa de Las Flores al 3600, en la intersección con San Nicolás. Al lado suyo tenía a su primo, también vecino de la zona.

De acuerdo con voceros del caso, los familiares estaban charlando cuando se pararon a su lado dos muchachos en una moto Honda Tornado color blanca. Sin mediar palabra, el hombre que viajaba en la parte trasera de la moto, como acompañante, bajó del rodado con un arma en la mano y comenzó a dispararle a Gerardo. “Primero le dio un tiro en la cara y después le siguió tirando en diferentes partes del cuerpo. No le quiso robar nada, ni le recriminó ningún problema previo. Fue derecho a matarlo”, explicó a El Ciudadano un vocero del caso. Unos segundos más tarde, con la víctima en el piso, el tirador volvió a subir a la Tornado y se fugó.

Gerardo quedó tendido sobre la vereda, inconciente. Su primo, espantado por lo que acababa de ocurrir, corrió a buscar su Volkswagen Vento, cargó a Cuevas en el asiento trasero con la ayuda de vecinos, y lo llevó al Heca.

A las 21.40 el baleado ingresó a la guardia del hospital de Pellegrini y Vera Mujica; si bien fue atendido por profesionales de la salud, Gerardo no pudo ser reanimado. Había muerto en el trayecto al hospital.

De acuerdo con el parte médico, el hombre tenía heridas de arma de fuego múltiples: en el tórax, en la rodilla derecha, en la axila derecha y en la región izquierda de la espalda.
Ni bien fue informada la muerte de Cuevas, el caso fue tomado por el fiscal de Homicidios Dolosos Miguel Moreno, quien ordenó peritajes en la escena del crimen, donde miembros de la Policía de Investigaciones incautaron 12 vainas de un calibre que no fue establecido.

Sin datos

A su vez, los pesquisas entrevistaron al primo del fallecido, quien no aportó datos de consideración: dijo no saber quiénes eran los tiradores; y agregó que desconocía la motivación con la que dispararon.

“Según las primeras averiguaciones, los tiros están vinculados con una pelea interna de una de las dos barras bravas de la ciudad”, explicó un allegado al caso.

De acuerdo con lo que informaron fuentes de la investigación, Gerardo Cuevas, de 33 años, estuvo preso por robo hasta hace no mucho tiempo en la cárcel de Coronda; pero, según sus allegados, desde que fue dejado en libertad “atendía un quiosco de golosinas y se dedicaba a la familia”.

Hasta ayer, al cierre de esta edición, los investigadores no tenían detenidos ni sospechosos por la balacera.

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