Policiales

Con las manos en la masa

Detuvieron al cantante del conocido grupo de cumbia Los Lirios por juego clandestino en San Genaro

También quedaron tras las rejas su esposa y una hermana; así como un hombre de la localidad de Centeno que también levantaba apuestas


El artista de la movida tropical santafesina amenazó con "hacer echar a todos" cuando salga

El cantante del grupo de cumbia santafesina Los Lirios, Germán Sosa, fue detenido ayer a la madrugada en la localidad de San Genaro, sospechado de ser quien administraba una casa de apuestas ilegales junto con su esposa, una hermana y un hombre de la localidad de Centeno que también se dedicaría a la actividad ilícita.

Los cuatro quedaron preventivamente privados de la libertad en un operativo conjunto que realizó la Agencia de Investigación Criminal del departamento San Jerónimo, junto con sus pares de AIC Las Colonias y San Jorge.

Según publicó el diario El Litoral, el procedimiento, que se inició en distintos puntos de las localidades de San Genaro y Centeno, estuvo a cargo del fiscal de Coronda, Marcelo Nessier, quien en julio de este año ya había intervenido el mismo lugar por el delito de “captación de apuestas”.

En total se realizaron 4 allanamientos y como resultado quedaron privadas de la libertad las cuatro personas antes mencionadas, según adelantaron fuentes ligadas al caso.

El cantante, considerado el “cabecilla” de la organización, se mostró renuente al arresto y se despachó con frases desafiantes al decirle a los uniformados que los iba a “hacer echar a todos” cuando salga.

Germán Sosa se encontraba junto a su esposa en el garito de Mitre al 1200, mientras que su hermana Y. Sosa fue apresada en otro domicilio de la misma localidad. En cuanto al cuarto involucrado Jorge D.R. también fue apresado en la casa de apuestas ilegales.

Fuentes vinculadas al caso recordaron que el 7 de julio de este año, el mismo lugar había sido allanado y desbaratado a sus viejos administradores, los cuales habrían vendido la llave o concesionado el negocio a la familia Sosa.

De las tareas de inteligencia se logró determinar que los días de juego eran los martes y jueves, donde los parroquianos apostaban con “ficha y cartas”, pero que el grueso de las apuestas se las llevaban las carreras de caballos.

Además de haber sido apresados en flagrancia -el garito estaba en su esplendor a la hora del allanamiento- existirían numerosas escuchas telefónicas en las que Sosa aparece pagando premios por las apuestas clandestinas.

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