Policiales

Detuvieron a tres empresarios cerealeros por millonaria evasión

La justicia Federal, además dictó otros cinco pedidos de captura. Se trata de gente vinculada a una acopiadora que falsificó declaraciones juradas,

La justicia federal de la ciudad bonaerense de San Nicolás detuvo a tres empresarios y ordenó la captura de otros cinco que se encuentran prófugos, por haber detectado maniobras de evasión impositiva por más de 45 millones de pesos en el sector cerealero.

La medida fue dispuesta a instancias de una denuncia presentada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Uno de los casos se detectó en la provincia de Buenos Aires, donde además la Justicia detuvo a tres empresarios por la presunta maniobra de evasión agravada por más de 21 millones de pesos.

Por su parte, en Chaco el organismo detectó, a través de un cruce de datos con el Banco Central, a una firma de granos que sin capacidad para comprar en el mercado cerealero, adquirió dólares y euros por más de 50 millones de pesos y evadió más de 24 millones.

Luego de una denuncia realizada por la Dirección Regional Mercedes de la AFIP por presunta evasión agravada, el Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Número 2 de San Nicolás detuvo a Vicente Pérez Barcos, Graciela Musirengo y Alejandro Zabala.

Los acusados son considerados partícipes necesarios de la presunta evasión agravada llevada a cabo por la acopiadora de cereales “H.A. Coltrinari y Cía. S.A.C.T.A.”, que falsificó las declaraciones juradas de IVA y del impuesto a las Ganancias desde 2002 hasta 2005 y generó una evasión de 21.388.635 pesos.

Los tres empresarios fueron detenidos y luego de tomarles declaración indagatoria en carácter de partícipes necesarios en la maniobra denunciada por la AFIP, el juez ordenó su encarcelamiento.

Asimismo el juzgado libró otras cinco órdenes de detención contra Eduardo Molinari, Claudina Garbari, Nélida Córdoba, Jorge Acosta y Arturo Otaño Moreno, todos imputados en la misma maniobra. En el caso de Chaco, la investigación corroboró que la empresa “fantasma” no tenía capacidad para vender los cereales que habría comercializado.

Según sus declaraciones juradas, en 2005, no tuvo movimientos; en 2006, declaró ventas en Ganancias por 17.973,67 pesos; y desde enero de 2008 no informó nada más al fisco e incluso dejó de pagar los impuestos. Sin embargo, según el cruce de información con el BCRA, se detectó que la empresa efectuó en 2007 operaciones por 25.978.793 pesos, y en 2008 por 33.888.829.

Fuente: DyN

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