Policiales

Violencia institucional

Detienen a dos policías que agredieron a repartidor a fines de 2021 y los imputan este miércoles

El 16 de diciembre, los uniformados tiraron al piso y golpearon al conductor de un utilitario luego de que éste mantuviera una discusión menor con inspectores de tránsito por una multa. Los empleados municipales, uno involucrado por mentir, llamaron a la fuerza de seguridad y todo se desmadró


“Un policía me estaba estrangulando, no me pasaba una gota de aire, en un momento perdí la conciencia porque no podía respirar y no me podía defender. Intentaba no asfixiarme, eso no es resistencia”. Esas fueron las declaraciones de un joven repartidor que pasado el mediodía del martes 16 de diciembre pasado fue agredido por dos uniformados y un agente de tránsito municipal como corolario de una discusión por una multa vial. Este martes, la Justicia ordenó la detención de los dos integrantes de la Brigada Motorizada –uno de ellos había dado positivo para cocaína tras el hecho– y dejó libre al empleado municipal por razones de salud, aunque sujeto al proceso.

Los agentes policiales involucrados, que esperarán la audiencia imputativa de este miércoles por la tarde detenidos, están identificados como Ismael Velázquez y Luciano Rodríguez; Fiscalía les adjudica los delitos de apremios ilegales y falsedad ideológica. Para el inspector de tránsito, nombrado como Cristian Picerni, la figura es falsedad ideológica.

La agresión a Ricardo C., el conductor del utilitario, de 37 años, fue en Mitre al 900 y ante numerosos testigos. Precisamente, algunos de ellos filmaron la secuencia y la diseminación de los videos en redes sociales le dio repercusión pública masiva. El caso quedó a cargo del fiscal de la Oficina de Violencia Institucional Fernández Bussy.

Uno de los policías que intervino en el violento operativo contra el repartidor había tomado cocaína

El repartidor admitió que había cometido una falta de tránsito, pero negó que se haya resistido al accionar policial, argumento dado por los uniformados para justificar los malos tratos. Ricardo C. reconoció que había estacionado su Fiorino en un sector prohibido de la cuadra de Mitre al 900, y una posterior discusión con una inspectora de tránsito, que le labró una multa.

Fue el mismo trabajador de reparto el que hizo el primer video de la saga, cuando discutía con la inspaectora, quien lo acusaba de intentar embestir a su compañero, cosa que él le negaba. La empleada municipal le pidió entonces los papeles del auto y que se identifique. Hasta ahí, apenas una controversia verbal sin desborde. Pero la mujer llamó a la policía, y todo se desbordó.


Los dos agentes ahora detenidos en forma preventiva la emprendieron a golpes con el conductor sin que mediara justificación. Tiraron a Ricardo al piso, lo golpearon y lo sujetaron del cuello dificultándole la respiración.

Uno de los policías fue pasado a disponibilidad.  No por el hecho en sí: voceros de la Unidad Regional II del Departamento Rosario explicaron que fue porque el test de narcolemia tras el procedimiento bajo la lupa judicial le dio positivo para cocaína.

“La Policía me exige documentos, pero ¿por qué le tengo que dar el documento sino no cometí ningún delito? Estaba afuera del auto. Y ante esa negativa, más que reducido fui golpeado. No hubo una agresión mía, simplemente me negué a dar el documento y me golpearon y me tiraron al piso. Es falso que me resistí”, recordó el repartidor poco después de la agresión sufrida.

“Admito la falta de tránsito y la voy a pagar como pago todos mis impuestos, pero me pareció muy irregular todo el procedimiento”, resumió sin cargar las tintas el trabajador, quien pasó la noche de ese martes en la comisaría 2da –lo liberaron la madrugada del miércoles posterior– y quedó sometido a una causa por resistencia a la autoridad, una figura que, a la luz de los testimonios y videos, puede terminar desechada.

 

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