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Según escuchas

Destituyeron a Rousseff para frenar la causa “petrolão”

En un audio, Jucá, ministro de Planificación de Temer, habla del “pacto”y dice que el impeachment “delimitará” el Lava Jato.


El gobierno interino de Brasil enfrentó ayer un nuevo escándalo en sus once días de vida al revelarse que un ministro clave habría sugerido que la destitución –el pasado 12 de mayo– de la presidenta Dilma Rousseff permitiría detener las investigaciones sobre la denominada causa “petrolão”, sobre el multimillonario fraude en Petrobras también conocido como Operación Lava Jato (Lavadero de autos), por el gran esquema de lavado de dinero. “Hay que resolver esa mierda. Hay que cambiar el gobierno para cortar esta sangría”, afirmó en un revelador audio el actual ministro de Planificación, Romero Jucá. “Tiene que haber impeachment, no hay otra salida”, sentencia.

En fragmentos de la conversación telefónica, que dura poco más de un hora, publicadas por el diario Folha de Sao Paulo, el ministro de Planificación, Jucá, le dijo al ex presidente de la compañía procesadora de petróleo y gas Transpetro, Sergio Machado, que era necesario un “pacto” para detener las indagaciones, que también incluyera al Poder Judicial.

Juca le dijo que quería mantener al juez Sergio Moro fuera de las investigaciones de Petrobras relacionadas con él, con otros allegados a Michel Temer y con el presidente del Senado, Renan Calheiros.

Jucá y Machado están investigados en la llamada Operación Lava Jato que indaga la trama de corrupción en Petrobras que desvió millones de dólares, un escándalo que alcanza a buena parte de la clase política brasileña.

Grabada en secreto, la charla tuvo lugar semanas antes de la votación del 17 de abril en la Cámara de Diputados que aprobó el impeachment y derivó el proceso al Senado.

Ministro del gobierno interino de Temer que asumió tras la destitución de Rousseff y senador licenciado del Partido Movimiento para la Democracia Brasileña  (PMDB), Jucá insistió en que era necesario “articular una acción política” que “delimitara todo donde está”.

Según Folha, Machado buscó a líderes de ese partido preocupado con los avances de la investigación anticorrupción. “Tenemos que encontrar una salida”, habría planteado el ex presidente de esta subsidiaria de Petrobras, investigado por supuestamente haber pagado sobornos en el marco de la trama corrupta.

Jucá y su “sangría”

Jucá confirmó la autenticidad de la conversación pero negó que su intención fuese frenar la investigación con el presidente interino Temer. En una rueda de prensa ayer mismo, Jucá dijo que su frase “cortar esta sangría” se refería a la crisis económica y política que afecta a Brasil.

“Es cortar la sangría de la economía, de lo que está ocurriendo con el país, esa es la ventaja del cambio de gobierno. La Lava Jato era la médula del gobierno (de Rousseff) y eso tiene una sangría económica, social, política”, declaró.

“La Lava Jato es importante, hay que investigar, pero hay que delimitarla”, enfatizó Jucá, quien descartó renunciar a su cargo en el flamante gobierno Temer, de quien es un firme aliado. Poco más tarde trascendió que se apartaría del cargo a pedido de Temer.

El gobierno interino asumió hace doce días después de que el Senado decidiera suspender a Rousseff durante seis meses para realizarle un juicio político por presunto maquillaje de las cuentas públicas.

Vicepresidente de la mandataria durante cinco años, Temer (también del partido PMDB) acabó siendo un enemigo central y uno de los principales articuladores de la salida de Rousseff, quien continúa denunciado que todo este proceso fue un “golpe”.

Críticos del impeachment plantearon insistentemente que el cambio de gobierno también era una estrategia para echar tierra sobre la investigación anticorrupción, que tiene en la mira a políticos de todos los sectores y no sólo del Partido de los Trabajadores de Rousseff. Al menos tres ministros del nuevo gabinete son investigados por Lava Jato.

En sus pocos días de vigencia el gobierno interino ya enfrentó otras polémicas, como la supresión del ministerio de Cultura como parte de una restructuración para recortar gastos. Ante la lluvia de críticas, Temer echó pie atrás y mantendrá la cartera.

Reprimieron a manifestantes anti-golpistas

La Policía de San Pablo reprimió antenoche usando gas lacrimógeno a unas 300 personas que protestaron cerca de la residencia del presidente interino Michel Temer. Previamente, una multitud de miles de manifestantes acamparon cerca. En tanto, ayer, luego de la indignación que causó la publicación de los audios conspirativos contra Dilma Rousseff, se sucedieron múltiples convocatorias espontáneas en las calles de San Pablo contra “el golpe”.

La Policía dispersó a los manifestantes frente a la casa del mandatario provisional usando también cisternas con chorros de agua.

La residencia de Temer se ubica en el barrio de Alto de Pinheiros, zona oeste de San Paulo. Durante la tarde manifestantes montaron un campamento cerca de la casa del mandatario.

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