Ciudad

Patria ferroviaria

Desde anoche, el nuevo tren a Buenos Aires ya es una realidad

Pasadas las 22 arribó el primer servicio del renovado convoy. Y a las 0.30 iba a partir de nuevo, inaugurando la frecuencia diaria. La estación Rosario Sur, todavía sin terminar, fue el escenario de un entusiasta festejo nocturno.


Finalmente el día llegó. Ante una multitud de curiosos, militantes y vecinos, anoche arribó a la todavía en obra estación Rosario Sur el primer servicio del nuevo tren a Buenos Aires con sus más de tres centenares de pasajeros a bordo. La formación, que tenía previsto partir, también con plaza llena, hacia Retiro después de la medianoche –de ahora en más todos los días tendrá la misma frecuencia, de las 16.07 en Buenos Aires y de la 0.30 en Rosario– fue despedida por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, en la cabecera porteña y recibida por él mismo en la terminal rosarina, a las 22.36, en medio de una celebración nocturna que se fue tornando masiva. “Estamos viviendo momentos muy importantes en lo que se relaciona con la reactivación del ferrocarril; ayer defendimos en el Congreso la iniciativa de la presidenta de crear la empresa Ferrocarriles Argentinos y hoy estamos uniendo Buenos Aires y Rosario con un tren cero kilómetro”, destacó el funcionario nacional, y anunció que la presidenta estará en Rosario el próximo 18 de mayo para dejar formalmente inaugurada estación.

Tras más de veinte años de ausencia de líneas ferroviarias estatales para transporte de pasajeros, uno de los sectores que más resaltaba en la noche inaugural era el de la Unión Ferroviaria. Un centenar y medio de trabajadores gritaba y aplaudía agitando banderas verdiblancas mientras se aguardaba la inconfundible bocina que anunciaría el arribo de la formación. “Esto es un sueño, una utopía. Nosotros tenemos compañeros que se han suicidado cuando cerraron los ramales en los 90 y perdieron el trabajo”, hilvanaba en medio del griterío el titular de la sección local del gremio, José Luis Rodríguez.

Cuando la marea humana ya había crecido, apareció en escena Randazzo. Llegó junto a la intendenta Mónica Fein y los concejales Héctor Cavallero y Roberto Sukerman, pero se apartó ni bien puso un pie en el andén: protagonista de la jornada, con una sonrisa más ancha que su propio rostro, comenzó a saludar a todos los presentes, estrechándoles la mano uno por uno.

Antes de adelantarse al tren, cuando lo había despedido en Retiro, el ministro repitió la misma frase que viene utilizando en cada servicio “recuperado”, el último de ellos, el tren que conecta Buenos Aires con Rufino: “Todas estas acciones son posibles gracias a la fuerte decisión política de la presidenta de que allí donde hubo un tren de pasajeros vuelva a haber un tren de pasajeros”. El peso de sus palabras había sido incluso mayor en aquella población del sur santafesino, cuya estación y rieles –a diferencia de Rosario, que decadente, conservó un servicio– estuvieron totalmente desiertos durante 22 años.

El flamante tren, que a mitad de año rodará por otras vías nuevas entre Rosario y Buenos Aires –con lo cual el tiempo de viaje, actualmente de 6 horas y media, se reducirá a poco más de la mitad– cuenta en su interior con elegancia y confort que nada tiene que envidiarle a los convoyes europeos o estadounidenses.

La intendenta Mónica Fein, por su parte, destacó los aportes que cada una a su turno concretaron las administraciones municipal y nacional para ver cristalizada la iniciativa, que atribuyó a una verdadera “política de Estado”.

Con todo, el costo del boleto en primera clase cuesta 175 pesos, lo que es un 25 por ciento menos que el colectivo más barato a Capital Federal –230 pesos– , y un 30 por ciento menos que la media, que oscila los 260 pesos. En tanto el pullman –dos vagones, junto a los tres de primera y un sexto vagón que es el coche comedor– cuesta 225 pesos.

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