La víctima contó que salió de su negocio para hacer un depósito y, mientras se dirigía al banco, dos hombres le sacaron de su auto un bolso repleto de dinero. Sin embargo, de acuerdo a fuentes de la investigación, varios de los datos aportados por el denunciante no pudieron ser corroborados por los pesquisas.
Fuentes del caso contaron que unos minutos antes de las 15 del miércoles Ariel C., entró corriendo a la comisaría 2º, de Paraguay al 1100, desesperado. Dijo que dos motochorros acababan de romperle uno de los vidrios laterales de su auto y le habían sacado un bolso con dinero que llevaba consigo para hacer un depósito bancario.
Según los dichos de la víctima ante los investigadores, pasadas las 14.30 salió de su comercio, de Paraguay al 1200, para hacer un importante depósito en la sede del Banco de Santa Fe, que está ubicado en San Martín al 800.
De acuerdo a los dichos de Ariel ante los pesquisas, subió a su auto, hizo unos metros, giró por 3 de febrero hacia el oeste, dobló en Presidente Roca con dirección norte y luego tomó San Luís. Hizo dos cuadras y en la esquina con Corrientes el semáforo le cortó el paso. Mientras esperaba la luz verde dos hombres le rompieron el vidrio de una de las ventanillas laterales traseras, le sacaron un bolso y se dieron a la fuga.
Siempre según lo que contó el denunciante a los investigadores, los presuntos ladrones se llevaron 196 mil pesos que el debía entregar para saldar unas cuentas del puesto de Santa Fe Servicios que tiene en su negocio.
Los uniformados le tomaron la denuncia e iniciaron una investigación, que quedó a cargo del Fiscal Mauricio Ríos.
Cuando los pesquisas comenzaron con la recolección de pruebas, dieron con una serie de indicios extraños. Para comenzar, no encontraron restos de vidrios en el piso del lugar del supuesto robo; ¿alguien se tomó el trabajo de juntar los restos de la ventanilla?. Luego entrevistaron a los comerciantes de la zona, para saber si habían visto algo, pero nadie dijo haber visto o escuchado algo sobre el robo.
Voceros del caso aseguraron que ante la falta de datos sobre el robo, encargados del caso pidieron que se periten las filmaciones de las cámaras Domo municipales que funcionan en las inmediaciones; pero tampoco dieron con datos sobre los supuestos motochorros. “La cámara gira. Tal vez en ese contexto los ladrones lograron no quedar registrados. Pero ya es demasiado raro”, señaló un allegado a la investigación.
Por ello, hasta ayer al cierre de esta edición, los pesquisas sostuvieron que intentaban buscar más evidencias para establecer si el robo se había producido tal como lo contó la víctima.
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