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en la ruta

Definen el destino de la autopista Rosario-Santa Fe


Desde el gobierno santafesino evalúan si otorga la concesión de la autopista Rosario Santa Fe o si se establece un modelo de gestión pública tipo fideicomiso administrado por el Banco Municipal. El lunes en declaraciones radiales el ministro de Infraestructura, José Garibay, admitió que el único oferente para explotar el camino de más de 300 kilómetros no llegó a las expectativas del Ejecutivo. Si pasa al Estado, siempre según dijo el funcionario, los empleados pasarían a la provincia. Esta semana el gobernador Miguel Lifschitz definirá el destino para la conexión en la que invertirán durante 5 años 1.960 millones de pesos en pavimento nuevo, estaciones de peaje, y un tercer carril entre Rosario y San Lorenzo, señalética y los accesos de Santo Tomé Norte, Fray Luis Beltrán y Desvío Arijón. En mayo la provincia negoció con la anterior empresa Arssa la rescisión del contrato luego de críticas de diputados justicialistas sobre el manejo de la concesión.

En Radio 2 Garibay contó: “La licitación para la concesión con una sola oferta no nos satisface. Dado el planteo que hicieron los legisladores del bloque del Frente Progresista sobre la posibilidad de que sea el Estado quien administre el corredor ya que no hay una inversión que haga el privado, esta semana el gobernador va terminar de tomar una decisión sobre qué pasos seguir: si seguimos con la concesión o si establecemos este modelo de gestión pública de fideicomiso”. La declaración respaldó la idea del gobernador Lifschitz de recuperar la autopista. En mayo dijo que si el privado nuevo no cumplía los requisitos “no se descarta una nueva licitación o la gestión directa del gobierno como proponen legisladores provinciales”. Es que los diputados del Frente Justicialista para la Victoria habían pedido que Garibay responda dudas sobre el futuro de la autopista. Los legisladores Patricia Chialvo, Silvia Simoncini, Héctor Cavallero, Roberto Mirabella y Germán Bacarella pidieron que suspenda la licitación para evitar que quede en un privado. “La principal obligación de la concesionaria era repavimentar los 313 kilómetros. En 5 años sólo se concretaron 75 kilómetros. A valores actuales el monto de la obra no ejecutada alcanzaría más de un millón de pesos”, dijo Chialvo.

La principal obra para la primera autopista del país, iniciada en 1964, será la repavimentación integral con materiales modernos para asegurar mejor transitabilidad y adherencia. También sumará iluminación con sistemas led, además de señalización horizontal y vertical para mejorar las condiciones de circulación. El reacondicionamiento contempla la repavimentación de accesos, la ejecución de intercambiadores, áreas de servicio, cambio de señalética, accesos a tres localidades iluminación, entre otros.

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