Espectáculos

De Suiza a Rosario, el clave comienza a sonar


A menos de tres años de su nacimiento, el Espacio Cultural Universitario (ECU, San Martín 750) sigue dando que hablar. Es que, fiel a su ideología de expandir el panorama artístico para toda la ciudadanía, este viernes, a las 19.30, pondrá en conocimiento de los rosarinos su flamante adquisición: un clavicémbalo Kennedy, instrumento que lo habilitará a organizar megaconciertos de música antigua.

Se trata de un instrumento artesanal que data de principios de los años 80 (del siglo pasado), construido en Cháteau D’Oex (Suiza) por el artesano más importante y renombrado del mundo: Bruce Kennedy. Copia histórica del clave francés de Blanchet del Siglo XVIII, fue traído especialmente desde Suiza y ya se ofrece como patrimonio del ECU.

Con esto, la adquisición de la Universidad Nacional de Rosario convirtió al ECU en el primer espacio público de la ciudad en poseer este tipo de instrumento artesanal antiguo y uno de los únicos en el país. Y hoy se lucirá como se debe: sonando con un concierto inaugural a cargo de los músicos Manuel (clave) y Miguel (laúd) de Olaso, que interpretarán obras a dúo y solistas.

Marta Inés Varela, quien además de directora del ECU es pianista, le enseñó a “El Ciudadano” el flamante instrumento suizo y repasó el recorrido que tuvo esta “obra de arte” desde su lugar de origen hasta la ciudad. También, se refirió a las posibilidades que se abren con esta incorporación que, como señaló, “habilitará nuevas propuestas culturales para todos los rosarinos”.

—¿Habrá un redescubrir de ciertas obras hasta ahora interpretadas en el piano?

—La idea de tener éste instrumento, en este lugar público, nos va a permitir invitar a grandes personalidades a tocar y con ello acercaremos a nuestros conciudadanos un cúmulo de obras que nunca antes se mostraron de forma gratuita. Un ejemplo para abordar es la obra de (Johann Sebastian) Bach. Beethoven, por su parte, escribía para pianoforte un instrumento que, en su obra, suena maravilloso; podía haberse imaginado hasta una orquesta con eso. Podemos decir que algunas obras se recrearán, absolutamente. Bach tiene una potencia que en el piano suena distinto. Tenés que respetar su estilo. En Europa, existe una corriente que brega por lo original. Y por eso, en todos los lugares, encontrás pianos y clavicémbalos; es algo muy común. Acá también, los grupos de música antigua tratan de tenerlos.

—¿Cómo fue el recorrido del clave hasta la adquisición por parte de la UNR?

—Nuestro rector (Darío Maiorana) quería traer este tipo de instrumentos al ECU. Él es un estudioso de los clásicos y deseaba poder concretar esta incorporación, y se transformó en un motor importante para conseguirlo, pero fue un proceso largo y difícil llegar a donde hoy estamos.

—¿Cuáles son las particularidades de este instrumento?

—Éste clave fue construido en 1981 y es réplica del sistema Blanchet, un estilo francés del siglo XVIII. En la actualidad hay sólo dos que existen porque, con la Revolución Francesa, desaparecieron los originales. Hay uno de dos teclados que está en Edimburgo y éste que tenemos nosotros. Se transforma en un instrumento muy valioso, muy único, porque además es artesanal.

—¿Por qué se decidieron por una copia al modelo Blanchet del siglo XVIII?

—Pedir que nos construyeran uno arrancando de cero tardaba mucho tiempo porque, por ejemplo, primero tienen que estacionar la madera con la que luego se construirá el instrumento, es un trabajo artesanal impresionante. Para evitar ese tiempo de espera pensamos en adquirir uno usado y en Argentina no había. A través de Renata Rubiolo, una egresada de nuestra Escuela de Música que vive allá y se apasionó por ayudarnos en la búsqueda, empezaron a averiguar por uno que estuviera en buenas condiciones hasta que dimos con éste.

—¿En manos de quién estuvo esta replica todo este tiempo?

—Éste estaba en una iglesia y en muy buenas condiciones. La réplica que adquirimos es de Bruce Kennedy, un artesano americano que vive en Suiza. Estos artesanos son verdaderos artistas.

—¿Cómo repercutirá este instrumento dentro de la programación del ECU?

—Ya tenemos propuestas de músicos de otros países para venir a tocar. Si vos tenés el instrumento, tenés posibilidades de traer gente. Hay muchos clavecinistas argentinos que queremos invitar: son artistas que en Europa tienen una gran carrera y que se fueron porque en Argentina no hay muchos lugares donde tocar.

—Al clavicémbalo se suma el poseer el mejor piano de la ciudad…

—Cuando abrimos el ECU plantee la necesidad de un piano y pareció que eran cosas onerosas. Yo sabía que teniendo un piano como el que conseguimos, podíamos tener acceso a personalidades de todo el mundo que, finalmente, vinieron a tocar. A (Horacio) Lavandera la gente no tiene posibilidades de escucharlo de forma gratuita. (Daniel) Rivera, cuando venía a Rosario, tocaba en el teatro El Círculo y la entrada era carísima. Ahora lo hacen en el ECU y para todos. Con estas adquisiciones quisimos devolverle a la ciudad lo que nos dio la Universidad Pública. Es una alegría muy grande ver como ingresa gente a este edificio a escuchar diferentes estilos desde tango y rock a música clásica. Hay conciudadanos que nunca vieron a estos artistas y acá lo hacen de forma gratuita. Esto no es una música elitista, es para todos.

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