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Muertes en las vías

Cuestionan “desafortunadas frases” de CFK sobre los trenes

Lo hicieron familiares de las víctimas de la tragedia de Once al cumplirse ayer 29 meses del fatal accidente ferroviario.


Al cumplirse 29 meses de la tragedia ferroviaria de la estación porteña de Once, familiares de las víctimas renovaron ayer su reclamo de justicia con un acto en la estación de trenes y cuestionaron las “desafortunadas frases” que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pronunció un día antes en la inauguración de los trenes cero kilómetro para la línea Sarmiento.

“La primera mandataria dijo que ya nadie podría viajar en los estribos o con las puertas abiertas por ser valientes. Señora presidenta, esas actitudes siempre fueron producto de un tren colapsado por falta de mantenimiento y con pasajeros hacinados. Las puertas abiertas por la gente colgada fueron, son y serán el producto del abandono del Estado a los pasajeros”, advirtió María Luján Rey.

La madre de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas, dijo además que “duele” la broma que la presidenta formuló antes de presentar los nuevos trenes en Villa Luro, cuando afirmó: “¿Ya están todos ubicados? Miren que hay que hacer esto rápido, porque si no viene la próxima formación y nos lleva puestos”.

“Es muy triste, porque creo que alguien que tiene en sus manos el destino de una Nación debería ser más cautelosa y cuidadosa al hacer declaraciones públicas o elegir con qué hacer humor”, apuntó.

Por su parte, Paolo Menghini lamentó que la tragedia haya sido el motivo para iniciar una renovación ferroviaria y dijo que ver las nuevas formaciones en funcionamiento le produce “una sensación ambigua”.

“Lo que sucedió en Once es la realidad y ellos no la ven o no la quieren ver”, sentenció Menghini poco después de tomar la palabra en el acto, que se realizó a las 8.32, hora en la que el 22 de febrero de 2012 se produjo el choque de la formación chapa 16 contra el paragolpe del andén 2, que dejó 51 muertos y más de 700 heridos.

Respecto de los dichos de la mandataria en el acto compartido con el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, el hombre sostuvo que “fue una frase desafortunada de la presidenta” y agregó: “Cuando llegan trenes nuevos, pero no se asumen responsabilidades sobre la tragedia duele”.

“Murieron 52 personas y recién ahí decidieron hacer algo, es un costo altísimo. Desde 2003 en adelante hubo un contexto económico que le hubiese permitido hacer algo, pero no hicieron nada. A la realidad no hay con qué darle, uno puede disfrazarla, interpretarla de otra manera, pero no se puede cambiar”, señaló.

Tras el acto, los familiares se trasladaron a los Tribunales de la avenida Comodoro Py 2002, para seguir el juicio que tiene al maquinista Marcos Córdoba y a ex funcionarios del gobierno nacional entre los 29 imputados.

Con la declaración de testigos propuestos por las defensas, el juicio oral continuó este lunes y ayer, pese a la feria judicial, aunque Tribunal Oral Federal 2 dispuso que las audiencias se reanuden ahora el próximo 4 de agosto.

Tras el acto, en declaraciones a la prensa, María Luján Rey señaló que “el juicio tiene una importancia nacional que a todos los argentinos les interesa” y dijo que espera que este proceso “le permita a la Justicia ponerse de pie y condenar a los responsables”.

“El juicio está demostrando la incidencia directa que tenía el mal estado del sistema ferroviario en la tragedia y esto hace a la responsabilidad de los procesados”, aseveró.

Ante el tribunal, declaró ayer el abogado Ernesto Distefani, quien trabajaba en el estudio de Carlos Lluch, letrado de TBA y quien está en el listado de los acusados.

Distefani explicó cómo la firma se desmembró en septiembre de 2012, tras el accidente, ya que por los allanamientos que se hicieron en el estudio perdieron muchos clientes, puesto que nadie “quería verse relacionado con este expediente”, dijo. Además, recordó que había ingresado a trabajar al estudio en 2009, cuando Lluch era apoderado de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA).

El juicio es contra 29 acusados, entre ellos los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi; los entonces directivos de la concesionaria TBA, y el maquinista Marcos Córdoba.

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