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Crimen en Santa Lucía

Cuerpo carbonizado tenía ocho puñaladas

Al final de incendio hallaron cadáver: era una travesti de 54 años asesinada.


Una travesti, de 54 años y conocida como Moni o Chiviro, fue hallada asesinada de múltiples puñaladas ayer por la madrugada en pasaje 1754 al 2200, en barrio Santa Lucía.

El cuerpo de la víctima estaba carbonizado y fue rescatado por personal de Bomberos Voluntarios, quienes apagaron las llamas que se habían originado en el interior de su vivienda.

Según fuentes policiales, a la 1.40 de ayer los vecinos llamaron a los bomberos para alertar que se estaba quemando una casa de la cuadra de pasaje 1754 al 2200. Cuando personal de Bomberos arribó al lugar y, a pesar de los esfuerzos de los habitantes de barrio Santa Lucía para extinguir las llamas, la casa ubicada a la altura del 2266 estaba derruida. Del interior, los bomberos rescataron un cuerpo carbonizado, el cual fue trasladado al Instituto Médico Legal (IML) para determinar las causales de la muerte.

En ese marco, voceros judiciales indicaron ayer al mediodía que la identidad de la travesti, según su DNI, fue revelada como Raúl Ortiz, de 54 años, y añadieron que el forense determinó que las causales de la muerte fueron ocho puñaladas distribuidas en tórax, abdomen y brazos, lo que deja en evidencia de que la víctima intentó defenderse.

Al conocerse esta información, el caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Ademar Bianchini, quien ordenó una serie de medidas y esperaba el peritaje sobre la causa del incendio –el cual se presume se originó para ocultar el crimen– y también para estimar el momento en que la víctima fue asesinada. Sobre al móvil, testigos contaron que Ortiz era conocida como Moni o Chiviro y que “hace un tiempo tuvo problemas con algunas personas”, cuyos nombres no trascendieron.

El caso Silva

Moni se vio involucrada como testigo en un caso de homicidio ocurrido el 1º de marzo de 2013 en la esquina de su casa, Estudiante Aguilar al 7500, y que tuvo resolución hace dos meses. Por este expediente, la Cámara Penal confirmó en abril pasado la condena para su hijo adoptivo, Oscar Salvador Escalada, de 31 años, a 11 años de prisión por el homicidio agravado por el uso de arma de su cuñado, Fernando Gastón Silva, de 32. El crimen tuvo como móvil una serie de cruces entre familiares políticos que venían con problemas de vieja data y que después de la muerte de Silva continuaron. Existieron denuncias de la esposa de Silva contra Moni por amenazas, aunque ésta había declarado en el juicio que vio salir del lugar del crimen a su hijastro con un arma en la mano, para de inmediato aclarar que las peleas con el cuñado lo habían llevado a tomar esa decisión.

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