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Crimen en Oroño: 2 siguen presos

Se realizó la audiencia imputativa a los jóvenes motociclistas sospechados de asesinar y robar al empresario chaqueño Víctor Garnero luego de que éste realizara una fuerte venta. La hermana de uno de los muchachos quedó libre.


Durante la mañana de ayer se realizó una audiencia imputativa a las tres personas que fueron detenidas en el marco de las investigaciones por el homicidio de un empresario chaqueño de 53 años ocurrido en la zona sur el viernes pasado. Ese día, la víctima transitaba en su automóvil cuando fue baleada por dos hombres que se movilizaban en una moto tipo enduro, quienes luego de dispararle le robaron un bolso con dinero. Tras las primeras pesquisas, dos muchachos de 21 y 28 años, junto con una joven de 23, fueron arrestados minutos después del hecho: los dos primeros, sospechados de ser coautores del robo y asesinato, mientras que a la mujer se le imputa encubrir a los dos anteriores. En paralelo, crece la hipótesis de un entregador, sobre quien no se tienen aún precisiones.

El homicidio ocurrió el viernes pasado minutos después diera las 16, en bulevar Oroño entre pasaje Dorado y Gaboto. Víctor Hugo Garnero, de 53 años, viajaba con dirección norte-sur en su Volkswagen Vento color blanco. En Oroño al 3000, la víctima esperaba que el semáforo le dé la luz verde cuando se le aparecieron dos muchachos en una moto Honda Tornado. El motociclista estaba vestido de negro y llevaba el casco puesto. El de atrás calzaba unos jeans color violeta y un pulóver de hilo. Los motociclistas lo rodearon y pararon justo a su lado, pero en dirección opuesta a la mano. Por un momento, quedaron cara a cara. El muchacho de la Tornado que estaba como acompañante se bajó, sacó de la cintura una pistola calibre 11.25 y le disparó al empresario al menos en seis oportunidades, sin intercambiar una palabra. Luego, se dirigió a la parte trasera del auto, abrió el baúl, sacó un bolso negro, volvió a subir a la moto y se marchó junto a su cómplice. Circularon por el bulevar hasta Amenábar, doblaron en contramano y se alejaron de la escena del robo y de sus testigos.

Mientras sus agresores se fugaban, Víctor Hugo perdía la vida sentado en la butaca de su auto, en medio de un charco de sangre y de vidrios rotos. Cuando los primeros policías llegaron al lugar, la víctima ya había fallecido.

De acuerdo con el parte médico, Garnero tenía cinco heridas de arma de fuego en el muslo derecho y tres en el izquierdo. Al cierre de esta edición, no se sabía a ciencia cierta cuáles de las heridas fueron producidas por disparos y cuáles por los rebotes de las balas dentro del vehículo.

Según indicaron fuentes de la Unidad Regional II, los llamados que daban aviso del tiroteo al 911 ingresaron exactamente a las 16.15. Once minutos después, apareció la primera pista sobre los posibles ladrones y asesinos: un hombre vio a dos personas en una moto cruzar bulevar Seguí por Rouillón, en contramano y a toda velocidad, con una mochila grande negra.

A los pocos instantes, dos uniformados de la comisaría 15ª encontraron debajo de un monoblock de Rouillón al 3600 una moto similar a la utilizada en el asalto a Víctor Hugo Garnero. Tocaron el motor del rodado y aún estaba caliente. Miraron para arriba y, desde uno de los descansos de la escalera 61, dos hombres que los observaban, al darse cuenta de que habían sido advertidos, salieron corriendo. Los pesquisas los persiguieron y los detuvieron dentro de un departamento del complejo de viviendas. Allí arrestaron también a una joven de 23 años, por intentar obstruir el procedimiento.

Los implicados en la investigación fueron identificados como Juan José R., de 21 años, su hermana Magalí Andrea, de 23, y Nelson Gastón C. de 28 años.

En la casa en cuestión, los pesquisas secuestraron un bolso negro con 350 mil pesos en efectivo, 12 cheques por una suma total de 753.758 pesos, dos chequeras y el pasaporte de Víctor Garnero.

Fue en este marco que, pasadas las 11 de ayer, se realizó en la sede de tribunales provinciales la audiencia imputativa a los hermanos R. y a Nelson Gastón C. En esta instancia, el juez Gustavo Pérez de Urrechu tomó como válidas las acusaciones que realizó el fiscal de Homicidios Dolosos, Florentino Malaponte, y decidió que los muchachos continúen bajo prisión preventiva hasta nuevo aviso.

El magistrado entendió que las sospechas de la fiscalía sobre un posible organizador del robo, sobre quien aún no se tienen datos, son lógicas y que permitir a los implicados permanecer en libertad durante el proceso podría entorpecer las investigaciones.

Diferente fue la suerte de Magalí Andrea R., quien fue liberada bajo una fianza de 3 mil pesos. De todas maneras, continuará vinculada a la causa.

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