Cuesta abajo. Los trabajadores de Cresta Roja mantienen paralizadas desde el viernes pasado las dos plantas de faena de pollos, en Esteban Echeverría y Ezeiza, ya que la nueva firma Proteinsa se niega a pagar las indemnizaciones pactadas con la empresa anterior.
La historia reciente indica que, en mayo pasado, el presidente Mauricio Macri calificó a la avícola como “símbolo de recuperación” y anunció en ese marco el veto a la denominada ley antidespidos votada por el Congreso.
“Proteinsa y Macri llevaron a cabo una gran propaganda mediática vendiendo a Cresta Roja como símbolo de reactivación laboral; hoy las medidas de fuerza y las suspensión de la faena dejan blanco sobre negro sobre esa gran mentira y nos pone en la tarea de reorganizarnos para derrotar estas maniobras”, señalaron los trabajadores de la Agrupación Cresta Unida en un comunicado.
Los empleados comenzaron la protesta el viernes pasado cuando desde la empresa anunciaron que el pago de la primera cuota de las indemnizaciones, que les corresponden a los trabajadores tras el proceso de quiebra que vivió la empresa, no se les pagaría a los operarios que “habían anunciado o participado de medidas de fuerza”. La respuesta del conjunto de los trabajadores fue la paralización de las actividades que, al menos, continuará hasta hoy sino hay “una mesa de dialogo”.
El depósito debía realizarse el viernes pasado, pero no ocurrió y los empleados resolvieron la medida de fuerza. Para el gremio, la extorsión de la empresa corresponde a una “maniobra para evitar cumplir con los acuerdos que ella misma promovió”.
“La empresa culpa a los trabajadores de retrasar los nacimientos de pollos bebés para evitar nuevas reincorporaciones. Sabemos que Proteinsa está produciendo a ritmos altos y con menos del personal necesario, por eso debemos exigir que establezca ya un claro programa de reincorporaciones con fechas concretas”, sostuvieron los trabajadores en el mismo comunicado.
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