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Conflicto en Gaza

Crecen los muertos y desplazados en un día de tregua

Pese a momentos de relativa calma provocados por anuncios fallidos de tregua de cada lado, Israel y Hamas demostraron hoy que están lejos de llegar a un acuerdo que ponga fin a la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza.


Para los palestinos el día de hoy es especial ya que marca el primero de los tres días de Eid al-Fitr, la alegre festividad con la que los musulmanes de todo el mundo dan por terminado el sagrado mes de Ramadan y el ayuno diario.

La madrugada había comenzado en la Franja de Gaza con la esperanza de una suspensión de los bombardeos prometida por Israel, sin embargo, el movimiento palestino Hamas rechazó las condiciones de esa tregua, continuó lanzando cohetes contra suelo israelí y Tel Aviv utilizó esto para anular su declaración de cese de fuego.

La decisión de Hamas de rechazar la prolongación de la tregua, que había sido cumplida durante casi todo el día de ayer, se debió a que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se negó a suspender también las operaciones militares terrestres dirigidas a destruir los túneles construidos por Hamas y otras milicias palestinas para infiltrarse en territorio israelí.

La postura de Hamas es que todas las operaciones de soldados israelíes en el territorio de la Franja de Gaza son hostiles y son consideradas una agresión, recordó la agencia de noticias palestina Maan.

Según un mapa difundido por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, el Ejército israelí ocupa ahora un 44% de la Franja de Gaza, un pequeño territorio, un poco más grande que la Ciudad de Buenos Aires, donde desde hace siete años viven bloqueados y aislados unos 1,8 millones de habitantes.

El Ejército israelí reanudó entonces sus ataques, elevando el número de palestinos a muertos a 1.062, entre los que se destacan cerca de 220 niños y casi 120 mujeres. Los heridos, en tanto, ya superan los 6.200, la gran mayoría civiles.

Del lado israelí, al menos 43 soldados murieron en combates dentro de la Franja de Gaza, mientras tres civiles, uno de ellos un trabajador tailandés, fallecieron dentro de Israel por algunos de los más de 2.400 cohetes lanzados por Hamas y otras milicias palestinas.

La reanudación de los ataques israelíes, además, agudizaron hoy la dramática situación de más de 200.000 civiles, que según anunció hoy la agencia de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), abandonaron sus hogares y buscaron refugios en escuelas de la ONU, mezquitas o casas de familiares.

Según las cifras de la OCHA, tras casi tres semanas de bombardeos israelíes, al menos 3.333 casas han quedado destruidas en toda la franja, mientras que otras 3.380 han sufrido daños severos que las hace inhabitables.

Barrios enteros como Al Shahaiye, en el este de Gaza, y localidades como la propia Beit Hanoun en el norte, y Al Joza, en el sur, han quedado literalmente arrasados y necesitarán años y miles de millones de dólares para ser reconstruidos.

En medio de ese escenario de devastación, una pequeña y efímera  esperanza volvió a instalarse en Gaza a las 14 (8 de Argentina) cuando Hamas anunció que a partir de ese momento declaraba una nueva tregua humanitaria.

“Respondiendo a la intervención de la ONU y considerando la situación de nuestro pueblo, acordamos con las fuerzas palestinas un alto el fuego de 24 horas”, anunció a la prensa el vocero de Hamas, Abu Zuhri, citado por la agencia de noticias DPA.

El enviado de la ONU, Robert Serry, habló entonces con la prensa israelí e hizo un llamado público para que Tel Aviv se sume al cese de fuego.

“Le pido al gobierno israelí que muestre moderación. Este es un día importante porque es una festividad musulmana”, dijo al diario israelí Haaretz.

La primera reacción se sintió, no obstante, en las calles de Gaza.

La gente comenzó a salir a las calles y familias enteras se lanzaron sobre los puestos abiertos para hacer sus compras de Eid al-Fitr.

En el mercado callejero de la entrada del campo de refugiados de Jabalia, en el norte de la franja, sin embargo, las ventas fueron mucho menores a años anteriores.

Abul Atta, un vendendor de zapatos de 22 años contó que tardó tres horas hasta conseguir vender el primer par.

“Lo que pasa es que no podemos sentir alegría en este momento”, explicó el joven, que esperaba una buena venta por la víspera de Eid, según publicó la cadena de noticias CNN.

Atta y su familia tuvieron que abandonar su casa esta semana y huir de los bombardeos y los combates en Al Shahaiye. Su primo y otros tres familiares, en cambio, murieron.

La distensión en las calles duró poco. A través de entrevistas con los principales canales de televisión estadounidenses, el premier israelí anunció que no aceptaba la tregua declarada por Hamas.

“Ahora Hamas dice que quiere un cese del fuego y continúa disparando, así que violan incluso su propio alto el fuego”, sentenció Netanyahu en diálogo con CNN.

Cada lado culpó al otro del fracaso del último intento de la ONU por prologar la tregua de ayer. Hamas sostuvo que ante la falta de compromiso de Israel, sus hombres reanudaron los ataques con cohetes, mientras que Netanyahu aseguró que el movimiento palestino no respetó ni su propia tregua.

Más allá de las acusaciones, lo que dejó el día de hoy fue la certeza de que una tregua definitiva aún está lejos.

Dentro de Gaza muchos comparten la visión de Hamas de que cualquier cese de fuego definitivo debe incluir el levantamiento del bloque militar israelí, que hace siete años asfixia al pequeño y empobrecido territorio palestino.

Dentro de Israel, en tanto, un sondeo publicado hoy por el diario Jerusalem Post sostiene que el 86,5% de los israelíes rechaza firmar en este momento una tregua definitiva con Hamas.

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