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Panorama Político

Un gobierno en construcción

Radicales y socialistas tendrán esta semana la primera reunión bilateral para avanzar en la conformación del futuro gobierno de Miguel Lifschitz.


Radicales y socialistas tendrán esta semana la primera reunión bilateral para avanzar en la conformación del futuro gobierno de Miguel Lifschitz. Será un encuentro de
aproximación en el que cada sector esbozará la cuota de participación que pretende.

Los radicales sientan tres espacios a la mesa: el grupo Escarapela, concentrado en la capital provincial y liderado por el intendente José Corral; el MAR, conducido por los diputados Mascheroni y Galdeano. y NEO, de reciente creación, que agrupa a dirigentes de distintos puntos de la provincia y al cual se acerca el vicegobernador Jorge Henn.

Si radicales que tuvieron una posición “más cercana y menos especulativa” con el socialismo ahora aspiran a que les sea reconocido que “jugaron bien”, distintas fuentes consultadas hablan de reparto equilibrado a la hora de integrar el gobierno.

No muestra las cartas

Por su parte, el socialismo requiere algún “encuentro interno preparatorio” antes de sentarse cara a cara con los radicales. A lo largo y ancho del Frente Progresista coinciden en que hasta ahora Lifschitz no muestra ni comparte sus cartas. Es una inconfundible señal de que pretende autonomía para manejar decisiones y tiempos de negociaciones.

Hasta ahora el gobernador electo y la Casa Gris exhibieron discretos cortocircuitos en público, en ocasión de que el primero adelantó reformas en Assa y EPE que chocaban con el rumbo actual y amenazaban la paz con los gremios en los meses finales de gestión.

Menos trascendencia tuvo el desconcierto que provocaron en la Casa Gris y en importantes despachos de los otros dos poderes del Estado provincial un par de reuniones con muy particulares actores del ámbito judicial.

Como en todo gobierno nuevo, el gabinete es terreno de disputa en el que tener que contemplar los intereses de todos los socios puede provocar más de un dolor de cabeza.

Peor es lo que le pasó al PRO, que repartió ministerios por anticipado y el día de las elecciones se le vino el mundo abajo.

Los dos radicales de nombre Julio, Schneider y Genesini, tienen fuertes chances de continuar en Obras Públicas y Trabajo. En Hacienda algunos dicen que el nombre ya está asegurado, pero otros dudan y creen que hay más en danza.

En la reunión UCR-PS surgirán pistas sobre quién ocupará el puesto decisivo de ministro de Gobierno si es que Lifschitz no lo da a conocer antes.

El Ministerio de Justicia es una ficha preciada: basta ver el empeño del intendente José Corral en persona en sobreexponer un error de esa cartera para garantizarse que quede vacante. No corre solo: el MAR hace tiempo que tiene el ojo puesto allí.

Área crítica

En el área de Seguridad no sobran candidatos a ministro, pero la incertidumbre propia de esta época, en la que algunos se van y otros heredan, pone en ebullición no sólo a la política sino también a la Policía.

El extraño copamiento de la casa del ex ministro de Justicia de Binner, Héctor Superti, ocurrió tres días después de que la Justicia federal procesara al líder del gremio ilegal Apropol, Alberto Martínez, por instigar a la sedición en el levantamiento policial que promovió en diciembre de 2013.

Nadie que tenga los ojos abiertos puede ignorar lo inusual de que un grupo de personas ingrese repartido por el frente y por atrás, dando muestras contundentes de saber a dónde ingresaba, quién era su propietario y la disposición interna de ambientes. Cabe recordar que el propio Martínez había enviado mensajes de texto intimidatorios al gobernador durante aquellas jornadas.

La Policía es una fuente inagotable de problemas. El último fue el operativo del jueves en el que se detuvo a una banda de ladrones de bancos. Tras el asalto al Credicoop de Pérez hubo persecución, tiros, se lograron las detenciones y el secuestro de las armas, pero hasta ahora no apareció el botín, de 120 mil pesos según se informó. Para el banco no es un problema: lo cóbre el seguro y para el seguro es un vuelto. Entonces surge un interrogante enorme: ¿alguna de las varias agrupaciones policiales intervinientes en la persecución o Gendarmería mejicanearon el botín?

Rosario-Santa Fe y viceversa

No es cuestión de armar un festival con los nombres que circulan para el futuro gobierno de Lifschitz, pero algunas cuestiones se dan por descontadas. Por ejemplo se espera un rol relevante para José León Garibay, actual secretario de Industrias y estrecho colaborador suyo en la Municipalidad.

Todo indica que migrarán desde Rosario hacia los equipos del nuevo gobernador Fernando Asegurado y Jorge Elder, secretarios de Gobierno y General, que fueron el puente entre el segundo mandato de Lifschitz y el primero de Fein.

Uno de esos puestos será ocupado a partir de diciembre por Pablo Javkin. El diputado nacional de la CC-ARI y la intendenta no definieron aún cuál de los dos, pero sí que se incorporará al gabinete.

“Estoy trabajando para volver a la ciudad”, respondió Javkin a la consulta de El Ciudadano. Horas antes había acompañado a Fein en una recorrida por la reurbanización de Villa Itatí.

Hay otra presencia trascendente que sobrevuela la segunda gestión de la intendenta. No estará en persona, pero el hecho de que Hermes Binner se convirtiese en una pieza clave para lograr la reelección que parecía perdida hace pensar que no se desentenderá de lo que viene y aportará cuadros políticos de su sector, hoy en su mayoría reclutados en la provincia.

Sin embargo nada de eso distrae estos días de Binner. Su atención inmediata está puesta en la crítica prueba electoral que enfrentará en octubre. Ayer mismo reunió junto con Lifschitz a un centenar de referentes socialistas de Rosario donde el mensaje pasó por el desafío que presenta el escenario nacional.

Desde mañana, socialistas y radicales se encerrarán a analizar la estrategia más conveniente para esos comicios que, marcados por la carrera presidencial, relegaron al Frente Progresista a la cola del PRO y el Frente Renovador.

Mientras Macri y Massa exprimen hasta lo risueño el escándalo electoral en Tucumán, y Margarita Stolbizer se sienta a regañadientes a la par de ambos so pena de desaparecer del mapa, el Frente Progresista santafesino se aferra a aquel viejo dicho popular que asegura que “sólo no está muerto quien pelea”.

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