Edición Impresa

Polémica

Contrapunto por porno en la UBA

El rectorado confirmó que aplicará sanciones a los responsables de las escenas sexuales. Sin embargo, desde la facultad reivindicaron el movimiento vanguardista, aunque aclararon que no debían realizarse en un espacio de libre circulación.


El rectorado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) confirmó ayer que se aplicarán sanciones a los responsables de las escenas pornográficas que se realizaron anteayer en los pasillos de la Facultad de Ciencias Sociales de esa institución. Sin embargo, esa unidad académica reivindicó el valor del movimiento vanguardista “posporno”, aunque aclaró que “no existe autorización alguna para su realización en espacios de libre circulación” y que hay un lugar asignado para ese tipo de representaciones.

En un comunicado, el rectorado informó que se citará a los responsables del área de Comunicación, Género y Sexualidades, integrada por investigadores, docentes y estudiantes de la facultad y “se establecerán las sanciones correspondientes”.

Más temprano, en declaraciones a radio Mitre el rector de la UBA, Alberto Barbieri, había manifestado: “La UBA tiene pluralidad de ideas y respeta la libertad de cátedra.

Más allá de eso, haremos mecanismos formales para que esto se aclare. Me comuniqué con las autoridades de la facultad. Ellos tampoco estaban informados, no fue autorizado”.

Sin embargo, desde la Facultad de Ciencias Sociales reivindicaron el valor del “posporno”, pero reconocieron que las escenas “no deberían haberse efectuado en ese lugar, sino en el espacio asignado inicialmente”, por lo que lamentó si se hirió la susceptibilidad de algún estudiante.

El ciclo cultural “Miércoles de Placer” que tuvo amplia repercusión anteanoche y ayer por el contenido “posporno” de una performance, “organiza sus actividades extracurriculares en espacios controlados, a los cuales se asiste con pleno conocimiento de los contenidos de la actividad”, informaron las autoridades de la facultad porteña.

El ciclo se desarrolla desde el año pasado, corresponde al área de Comunicación, Género y Sexualidades y responde a la demostración de un movimiento vanguardista denominado “posporno”, que cuestiona la pornografía desde la lógica del mercado y la cosificación del sujeto; proponiéndose como alternativa a la industria pornográfica que funciona en todo el planeta.

Las escenas de sexo explícito se desarrollaron en uno de los pasillos de la facultad durante 15 minutos y las fotografías y videos tomados se viralizaron rápidamente en internet y aplicaciones de teléfonos celulares.

En su anuncio, el ciclo invitaba a asistir al evento con la leyenda: “Miércoles de placer, posporno. El posporno llega a Sociales y se pasea por los pasillos de la facultad y va sexualizando todo a su alrededor”.

“Nadie se hubiera dado cuenta de nada si se hubiera respetado el espacio asignado inicialmente, que era una estudio de televisión debidamente acustizado situado en el segundo subsuelo de la facultad”, detalló el director de la carrera de Comunicación, Diego de Charras.

En declaraciones a la agencia Télam, Charras manifestó que “la actividad salió a un pasillo por unos minutos que es un espacio de circulación”. No obstante, añadió que “ni hubo menores, ni profilácticos tirados, ni orín sobre las mesas”, como sostuvieron algunos medios de comunicación y personas que “exageraron sobre el alcance de la performance”.

“El ciclo se caracteriza por el vanguardismo de sus performances que, por otra parte, ya se hicieron en bienales de arte, el Malba y otras facultades”, preció De Charras y añadió que la actividad “se desarrolló como siempre dentro del estudio de televisión de la facultad y para un público determinado”, aunque reconoció que “durante la primera parte de la performance, los actores salieron a un pasillo por unos minutos”.

El directivo lamentó “haber herido la susceptibilidad de algunas personas que pudieron sentirse ofendidas” y explicó que las performances son “del tipo vanguardista que impacta y genera reflexión y debate sobre las concepciones hegemónicas de la sexualidad, y el género; así como la maternidad, la tercera edad, y el modelo de belleza de los cuerpos, y sus estereotipos”.

Por su parte el centro de estudiantes de Ciencias Sociales (Cecso), en manos del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), manifestó que no se opone a ninguna demostración de este tipo “que está organizada por la facultad” y detalló que “más pornográfico es lo que está pasando en la Universidad con las denuncias de corrupción que la sacuden”.

Aníbal Fernández puso paños fríos con su habitual humor

El jefe de Gabinte, Aníbal Fernández, apeló ayer al humor para referirse a la polémica que se generó por el show “posporno” realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. “Si es una forma de defender la universidad pública, por ahí uno hasta se prende”, dijo Fernández en tono jocoso, aunque en la misma línea de humor, el funcionario expresó: “No estoy ni para los posporno ni para los preporno”. De todas maneras, el jefe de Gabinete sostuvo que “si la carrera de Comunicación lo avaló, deberá dar las explicaciones del caso”. Por su parte, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, expresó su disgusto por la performance porno. “Supongamos que en el mejor de los casos sea una actividad pedagógica, que la hagan en la clase que corresponde”, indicó el funcionario del gobierno de Mauricio Macri. En tanto, el candidato a jefe de Gobierno por ECO, Martín Lousteau, aseguró que el episodio ocurrido en Sociales de la UBA “no hubiera ocurrido nunca” en la London School of Economics, universidad británica donde estudió.

“El ámbito académico no es propicio para el porno”

El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, sostuvo ayer que “el ámbito académico no es el propicio para una muestra porno”, respecto de la repercusión de las escenas de “posporno” realizadas en los pasillos de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

Según el funcionario, los responsables de la representación “confundieron el lugar con el objeto de lo que querían transmitir”. Y agregó: “La demostración, más allá que se inscriba en una actividad académica, no se hizo ni en el lugar ni a la hora ni bajo la autorización necesaria”.

Sileoni señaló que de haberse pedido el permiso necesario para este tipo de demostración seguramente no hubiera sido otorgado. “No puedo hablar de la actividad en sí, pero coincido con muchos estudiantes que la demostración no podía pasar desapercibida ni era común para el ámbito donde se desarrolló”, expresó el ministro en diálogo con Radio del Plata.

“El tema es «el otro», a quien esa demostración, tan poco común en un espacio público como un hall de un edificio universitario, puede molestar u ofender”, cerró.

Comentarios