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Vida y plenitud

Constelaciones familiares

La autora indaga en este tipo de Psicoterapia Sistémica Familiar. Se cree que el 70% de los problemas psicológicos vienen de la relación familiar.


Bert Hellinger, el creador de las Constelaciones Familiares, comparte: “El corazón de aquél que ha comprendido que lo presente está en resonancia con lo pasado, tanto en lo bueno como en lo malo, late en sintonía con el mundo”.

En todas las familias podemos sentir el amor, pero muchas veces los desórdenes o las dificultades dentro de un clan incapacitan a las personas para vivir en modo pleno individualmente o en grupo.

Con las constelaciones familiares identificamos las situaciones problemáticas y las sacamos a la luz. De este modo, comienza el proceso de sanación que se inicia al reconocer los lazos ancestrales.

Consideramos a la familia como una unidad en sí misma, un sistema. Por tal motivo a este abordaje se la llama Psicoterapia Sistémica Familiar. En tal sentido, si en el sistema se produce un desequilibrio todas las partes quedan afectadas.

Un taller de constelaciones es un lugar donde podremos descubrir y liberar, paso a paso, los patrones que nos hacen sufrir. Esa disposición a ocuparnos de nosotros mismos, requiere determinación tiempo y ternura hacia nuestra persona.

Esta herramienta es muy poderosa y puede ser complementada con otros tipos de abordajes de ayuda, terapias. Está en nosotros elegir lo mejor para cada uno, y percibimos también cuando es el momento justo.

Al participar de una constelación le estamos diciendo sí a la vida, sí a nosotros mismos tal cual como somos y también sí a los demás. Si hay vida, hay transformación, hay posibilidad de mutar lo viejo en nuevo, la roca en diamante. Al constelar decimos sí a todo y estamos presentes en nuestra vida con fuerza y responsabilidad.

Como comenta Joan Garriga: “Una constelación no hace el trabajo, el trabajo lo hace cada persona con su receptividad, su atención a sí misma, su compromiso a tomarse en serio su vida. No existe otra cosa que el proceso de acompañarse a uno mismo, tener presentes los vínculos importantes y orientarse de la manera más sabia posible para que nadie tenga que sufrir o para que uno pueda estar mejor. No hay otra opción que responsabilizarse y hacer recaer en nuestra propia fuerza la gestión de nuestra vida y nuestros vínculos”.

La metodología de trabajo se despliega a través de representantes en grupo (mínimo de 7 a 10 personas o más) o también en sesiones individuales.

Las constelaciones como herramienta terapéutica son utilizadas en otros “sistemas” donde, también, somos parte: escuela y trabajo. Con características diferentes pero con la misma esencia están a disposición de sumar recursos, integrar los obstáculos y lograr “tomar” la propia vida y hacer con ella lo mejor.

Cuando me preguntan en el ámbito de amigos y conocidos qué es constelar, detallo en parte lo desarrollado más arriba. Luego a modo de pequeña conclusión agrego: “No tiene que ver con lo racional a lo que estamos acostumbrados. Es un taller vivencial, puedo explicar parcialmente, pero la experiencia se atraviesa, se vive…..”

A veces me preguntan cuándo hacerlo, sostengo que si nos conectamos con nuestra propia alma estamos más completos y desde ese centro podemos sentir cuándo…

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