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Violencia Institucional

Confirman prisión para un policía

Es por el homicidio de Marcelo Lares, que ocurrió en junio de 2013.


La Cámara Penal confirmó la prisión preventiva a un uniformado que en julio pasado fue procesado por el homicidio de Marcelo Lares. El hecho tuvo lugar en junio de 2013, en el barrio Ludueña, cuando la víctima recibió un balazo en la cabeza mientras intentaba cruzar el arroyo, luego de un allanamiento en su vivienda. En tanto, otro de los policías acusados espera juicio en libertad por encubrimiento y falsedad ideológica de documento público. En la pesquisa lograron establecer que la víctima no llevaba armas y que el revólver secuestrado junto a su cuerpo no funcionaba.

La mañana del 6 de junio de 2013 la Policía allanó una casa en Olavarría al 1200 bis. Buscaban a un hermano de Marcelo Lares, una moto y armas. Cuando la Policía intentó ingresar a la vivienda Marcelo Lares salió por los techos e intentó escapar. La víctima comenzó a correr hacia el arroyo Ludueña y un móvil policial con tres uniformados inició una persecución. El joven corrió unas tres cuadras e ingresó en una propiedad lindera al arroyo y calle Olivé. Allí intentó tomar a un chiquito de 10 años que estaba en el patio con su tío, quien intervino para evitar que Lares llegara al niño. Ambos se cayeron barranca abajo y allí se generó una pelea que incluyó algunas trompadas. En esa lucha, el vecino tomó por las ropas a Lares, incluso se quedó con su campera en la mano, y el joven siguió corriendo. Según ese testimonio , un policía bajó del móvil, mientras los otros dos continuaron la persecución a pie. Fue el uniformado que estaba en la calle el que dio la voz de alto y disparó en forma instantánea. “No esperó la respuesta de la víctima”, sostuvo un testimonio, y dijo que el joven no estaba armado  y que fueron tres los disparos efectuados. Los policías sostuvieron que al llegar al medio del arroyo y ante la voz de alto el joven disparó y ellos repelieron, aunque esta versión quedó desvirtuada durante la instrucción. La jueza Irma Bilotta tomó en cuenta el testimonio de los testigos. Además, en la investigación determinaron que la víctima recibió un disparo en la nuca proveniente de un arma policial. Si bien la pericia balística no pudo cotejar las balas testigo con la vaina extraída del cuerpo, por el estado de la misma, la jueza concluyó que el arma homicida fue la de Raúl Eduardo A. Según el fallo, este uniformado admitió haber disparado contra la víctima, a lo que sumó la declaración de su compañero, que aseguró haber efectuado un solo disparo al piso y la testimonial del vecino que lo vio disparar. A su vez, la pericia determinó que el arma calibre 22 secuestrada en el arroyo –achacada a la víctima– estaba mal conservada y no funcionaba.

Ante ello Bilotta desvirtuó la hipótesis de enfrentamiento armado y procesó Raúl Eduardo A. por homicidio calificado abusando de su función o cargo, falsedad ideológica de instrumento público a la vez que dictó la prisión preventiva. Por otra parte, su compañero Claudio Alberto R. fue procesado por el segundo delito, a los que se sumó encubrimiento y se mantuvo en libertad.

A través de su defensa, Raúl A. apeló la prisión preventiva y ayer durante una audiencia oral el letrado Pedro Grabar cuestionó la medida coercitiva y la calificación legal. Postura que fue retrucada por la fiscal de Cámaras María Eugenia Iribarren y la querella, a cargo de Ricardo Lamas y Virginia Llaudet del Centro de Asistencia Judicial. Concluidos los planteos, la vocal Carina Lurati confirmó la decisión de Bilotta e instó a las partes a plantear acusación en el menor tiempo posible para de esta manera llevar la causa a juicio.

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