La diferencia con la habitual calma se veía desde las inmediaciones mismas del teatro El Círculo. Faltaba poco para que Lali Espósito, fenómeno de masas, ídola de multitudes, en su mayoría adolescentes, saliera para dar rienda suelta a “A Bailar Tour”, show despedida de su disco homónimo.
Desde banderas, fotos, remeras y diversos objetos que las chicas compraban en la puerta hasta creativas pancartas que traían desde sus casas, el color y el calor fueron, desde la previa, dos de los más bellos condimentos que le aportó el público a la primera de las dos noches que la cantante y actriz brindó en Rosario.
En el coliseo local no cabía un alfiler. Desde hacía semanas colgaba el cartel de “agotado” para la función del sábado y anoche. Nadie quiso perderse a la artista pop del momento. En uno de los palcos, el elenco de Esperanza mía, la novela que Lali protagoniza por El Trece; en el otro, el galán de la tira, Mariano Martínez.
A las 21, Lali salió al escenario para hacer “Asesina”, uno de los hits del material. Dotada de un estilo fresco, natural, desenfado y mucho talento, la artista surgida de la factoría Cris Morena mostró una performance muy prolija donde lo visual cumplió un rol mayúsculo con videoclips acompañando cada tema. La puesta contó con bailarinas que con coreografías iban marcando el pulso de cada uno de los climas.
A lo largo de exacta hora y media, Lali repasó todo su disco A bailar y otros repertorios comenzando bien arriba y transmitiendo momentos de sosiego con “Cielo Salvador” y “Necesito” (cortina de Esperanza mía), animándose a covers con “Don’t stop me now” de Queen que, dijo, “me marcó y me dieron ganas de cantar”, convirtiendo El Círculo en una rave con “Mil Años Luz” y cerrando con “A Bailar”. Pero el ardor popular hizo que Lali volviera para ofrecer tres bises que, a las 22.30, cerró definitivamente con “Asesina”.
Rosario fue la única ciudad de la gira en albergar dos funciones.
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