Un día después de haber concurrido al Concejo Municipal para exponer su situación, el titular de Rosario Bus, Agustín Bermúdez, ratificó la posibilidad de abandonar la concesión otorgada por el municipio para el manejo de una porción –la más grande de la torta– del transporte público de pasajeros. El empresario dijo que con los actuales costos está perdiendo plata y pidió un aumento de como mínimo un peso en el valor del pasaje.
Además, criticó al municipio por tener preferencias por las dos empresas con participación estatal del servicio, Semtur y La Mixta, a la hora de otorgar beneficios y subsidios.
“Necesitamos un aumento para llegar a cubrir los costos. Para que el servicio sea rentable el boleto tendría que costar 5,28 pesos; eso es lo que da el estudio de costos de la Municipalidad de Rosario. Si uno puede prestar un buen servicio no es un boleto caro”, analizó el empresario en declaraciones a LT3.
Bermúdez recordó que es el último empresario privado que está invirtiendo en el sistema de transporte público. “La suma de todos los subsidios que nosotros recibimos desde la Nación, incluso de la propia Municipalidad, no alcanzan a cubrir los costos. Sin ellos el valor del boleto tendría que ser de aproximadamente 7 pesos”, señaló.
“Como empresario de transporte en estos momentos estoy perdiendo plata. Es más, la empresa le ha dicho a la Municipalidad que planea retirarse del transporte. Yo el año que viene o el otro, cuando sean las licitaciones, en estas condiciones digo que no nos vamos a presentar. Lo que estamos tratando de hacer ahora es subsistir”, remarcó.
En la disyuntiva
“Esta época inflacionaria nos pone cada dos meses en una disyuntiva”, indicó por su parte la secretaria de Servicios Públicos del municipio, Clara García. “Si no tenemos un análisis serio de las distintas variables estamos llegando a una situación económica muy difícil para la prestación de este servicio y de cualquier otro que tenga costos variables”, subrayó.
“Cuando uno advierte el panorama nacional de las tarifas nos damos cuenta de que todas las ciudades están en esta disyuntiva. Sobre fines del año pasado el gobernador se comprometió a que la provincia aportaría a través de un impuesto que se llama Fondo de Obras Menores y la verdad es que nuestros legisladores no lo han votado y esa sería una cifra importante que vendría a colaborar con el sistema de transporte. Como ésa hay otras propuestas y todas son para analizar. Lo que no podemos es negar una inflación que lesiona la calidad del servicio”, siguió.
“Nosotros presentamos en estos días el último estudio de costos y nos dio 5,28 pesos y la tarifa está en 4,30 pesos. Estamos hablando de casi un peso de diferencia y ese peso tiene distintas formas de cubrirse: las empresas primero se endeudan, después dejan de invertir, después lesionan su calidad de servicio, es un proceso inexorable y la verdad es que el que más perjudicado es el vecino, que es el pasajero”, afirmó García.
“Hemos aportado tanto este último año para mejorar el transporte de los rosarinos: con los carriles exclusivos, con los coches nuevos, con aire acondicionado, con la Tarjeta Sin Contacto, con esta posibilidad de saber cuándo llega el colectivo, todo esto es para que cada vez más rosarinos se suban al transporte. Por todo esto hay que pensar en una solución rápida”, concluyó.
¿Yo señor? No señor
Sobre las declaraciones de la secretaria de Servicios Públicos, Clara García, reclamando que en la Legislatura se apruebe la ley de Obras Menores –vetada por el gobernador y devuelta al Senado– para que sirva como aporte para subsidiar el sistema de transporte público de la ciudad, el presidente de la Cámara de Diputados, Luis Rubeo, no ocultó su malestar al señalar que “lo único que falta es que ahora les echen la culpa a los diputados provinciales por el aumento del boleto cuando es una responsabilidad exclusiva del Ejecutivo rosarino que tendrá que tener la aprobación en el Concejo”.
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