Ciudad

Puertas abiertas

Cómo un barrio les ganó a los violentos con Unidad y Tesón

El club del barrio Matheu, de Entre Ríos 3840, hace dos años, recuperó su vida social y deportiva tras una larga lucha.


Hace dos años, socios del club Unidad y Tesón denunciaban desesperados que la sede estaba “manejada por narcos” y hoy dicen con orgullo que “se ha recuperado el espacio para los pibes, que ya no están en la calle sino haciendo deportes”. Así lo afirma el actual presidente de la institución, Jerónimo Fogliatto, quien junto a otros miembros de la comisión directiva hicieron frente a quienes quisieron usurpar la entidad de Entre Ríos 3840, en pleno barrio Matheu. “La gente no pasaba por la vereda por temor a recibir un balazo; vendían drogas ahí adentro y gracias a que El Ciudadano nos publicó hace dos años, vinieron autoridades municipales y concejales a darnos una mano. Ahora queremos mostrar los cambios y las remodelaciones que logramos todos”, agrega con agradecimiento Fogliatto.

El joven presidente de 34 años, recuerda los tiempos que llegó al club y fue testigo de su decadencia: “Viví todo el proceso de cómo fue desvastado. Había violentos del barrio que querían quedarse con el club, había un puntero del PRO, que en su Facebook tenía su foto abrazado con (Miguel) Del Sel, y en otra se mostraba con una itaka recortada”, sostuvo.

Pero todo fue a peor: “Vendían droga ahí adentro, se llevaron puesta a la comisión directiva formada por hombres grandes. Los golpearon y apretaron al presidente. No se animaban a denunciarlos. Y ellos atacaron la secretaría, la violentaron y se llevaron documentación”, describió el directivo.

Tanta impotencia movilizó a Fogliatto y a otros socios indignados a rescatar los libros de actas y luego acudieron a los ediles Norma López y Roberto Sukerman, quienes asesoraron a los jóvenes.

Para entonces, un agresor había atacado a trompadas al presidente de la institución, quien renunció. El club se mantuvo cerrado durante 8 meses, hasta que una nueva comisión lo reabrió. “Pero esta persona, en un mes y medio, le pegó al nuevo presidente, al síndico y al tesorero, y obviamente, todos renunciaron”, se lee en la denuncia que, con el apoyo de los concejales del Frente para la Victoria, hicieron los socios ante la fiscal Nora Marull dos años atrás, en enero de 2013.

Desde entonces, la realidad cambió por completo. “Armamos una nueva comisión, los socios que se animaron a votar, nos eligieron y allí comenzamos a reconstruir Unidad y Tesón”, se entusiasmó el nuevo presidente del club.

Hoy, los pibes del barrio se juntan para practicar vóley, hándbol, patín o boxeo, y gracias a la colaboración de distintas organizaciones barriales y sociales, próximamente estará finalizada una cancha de fútbol. “El terreno para una cancha de 11 estaba abandonado, con yuyos y piedras, había que desmalezar. Vinieron chicos de La Cámpora a dar una mano, donaron pintura, también otras agrupaciones como el Evita y Patria Grande y Marea Popular. Organizaciones sociales y políticas nos brindaron protección: muchas de ellas son antagónicas, pero convergen en el club para sostener este espacio para el barrio. Incluso prestamos las instalaciones a la Municipalidad, y el mismo Miguel Lifschiz hace un tiempo cerró su campaña en el club. Es decir, todos, desde distintos sectores, han aportado para que el club siga siendo un lugar para contención”, señala Fogliatto.

Actividades y talleres

El Club Atlético y Social Unidad y Tesón, con más de 60 años de historia, tuvo distintos momentos, malos y buenos. Enfrentó los avatares económicos con el pulso de una barriada de trabajo, la que también supo hacer frente a los violentos.

“Hay que ver la alegría de los chicos, con sus camisetas nuevas, de vóley o hándbol que ya han ganado torneos, las chicas que hacen patín, cómo colaboran los padres en todo. Lograr sacar a los chicos de la calle y que hagan deporte es el objetivo de todos”, agrega el presidente, quien agrega la incorporación de actividades como talleres de tango, folclore y cumbia. “Vivimos situaciones límites de violencia extrema, con armas de fuego, amenazas de muerte, disparos…Ahora queremos que vuelvan para que vean todo lo que logramos en dos años, concluyó el presidente.

“Hacemos un trabajo de contención social”

Nada es sencillo para el club Unidad y Tesón. Quienes fueron desplazados por ser violentos siguen amedrentando al barrio. En octubre del año pasado irrumpieron en plena fiesta, cuando la murga Los Caídos del Puente estaba actuando. El presidente Fogliatto narró que “golpearon a los bailarines, volaron sillas, trompadas” y los agresores fueron “los mismos” que antes los tuvieron a maltraer.

“Fuimos a la seccional 15ª, los salieron a buscar en el patrullero, los detuvieron y a las dos horas salieron. Hicimos el planteo en la Fiscalía y nos dijeron que no tenían antecedentes, cuando ya los habíamos denunciado dos años atrás por lesiones y coacción. Quieren imponer el terror. Por eso, pedimos a las autoridades que no nos olviden: nosotros prestamos nuestras instalaciones a la Municipalidad cuando lo necesitan y después, nos ocurre que nos llegan inspecciones y hacen cuestiones porque falta un matafuego o nos labran un acta por ruidos molestos”, se quejó.

“Tuve reuniones en el distrito Sur para ver si no podían dejar de perseguir con cosas menores cuando estamos haciendo un trabajo de contención social para los chicos”, concluyó Fogliatto.

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