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“Como siempre, nosotros somos fieles a nuestra poética”

La directora teatral Verónica Pérez Luna, al frente del grupo tucumano Manojo de Calles, habló de “6 (seis)”. Esta noche, a las 21, en el CEC.


La inquietud por desafiar la lógica de un teatro que, surgido desde la más pura experimentación muchas veces suele, con el paso del tiempo, caer en ciertos lugares comunes, marca la gran diferencia de Manojo de Calles, equipo teatral tucumano creado en 1993 que, con veinte años de trayectoria, ha dejado una huella en relación con el teatro experimental en la escena independiente de su provincia así como también en el resto del país, dada su clara vocación por investigar la escena, fundamentalmente, a partir del trabajo del actor, sobre sí mismo y sobre su relación con el espectador, “proponiendo claramente un teatro íntimo, arriesgado, subjetivo y constructor de subjetividades críticas”.

Como suelen hacerlo cada tanto, los Manojo de Calles están en Rosario para ofrecer esta noche, a partir de las 21, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes y el río), una función de  6 (seis), su última propuesta, levemente inspirada en el clásico de Luigi Pirandello Seis personajes en busca de un autor, que cuenta con las actuaciones de Iván Santos Vega, Cecilia Rosales, Sandra Pérez Luna, Guillermo Katz, Pedro Javier Lazarte y Tita Montolfo, con dirección y puesta en escena de Verónica Pérez Luna, una de las creadoras del grupo.  Además, momentos antes de la función, tendrá lugar en el mismo espacio la presentación del libro Experimento Manojo. 20 años de teatro (ver aparte), actividades que el grupo realiza en el marco de un recorrido por el país que en los próximos días los llevará a Córdoba con la misma propuesta.

Fugas internas, en acción

El espectáculo llega a Rosario en el marco de un ciclo de intercambio artístico y de formación denominado Fugas internas. Intercambios teatrales país adentro, que surgió a partir del intercambio teatral de artistas tucumanos y rosarinos, buscando establecer “diálogos entre y desde el interior que nos permitan conocer las múltiples y diversas identidades del teatro de Tucumán y Rosario”, según adelantan los Manojo de Calles.

De hecho, hace diez años que el grupo tucumano, que ha visitado la ciudad en varias oportunidades con espectáculos como Fiesta 5, Los ojos de la noche, ¿Qué será? o Cómo matar un espejo de agua, sostiene una relación fluida con artistas rosarinos de diversas estéticas y lenguajes.

“Más que una adaptación, ésta es una versión completa y deliberadamente libre de Seis personajes en busca de un autor, de Pirandello; podría decir que estamos inspirados en ese texto tan emblemático, pero sólo eso. Sobre ese texto hay una lectura: no usamos el texto en escena, pero sí tomamos la estructura de la familia que contemplan esos personajes, una familia en extremo pirandelliana que es, justamente, un punto de partida de este espectáculo que encuentra a esa familia de una manera muy «manojiana»”, relató la directora Verónica Pérez Luna en diálogo con El Ciudadano.

En 6 (seis), Cecilia, Elizabeth, Guillermo, Pedro, Marta y Santos se reúnen en un teatro abandonado, convocados anónimamente para realizar un casting, pero en la platea se encuentran con público y, como todos desean actuar, “van dejando que el deseo los lleve a transitar situaciones escénicas íntimas en las que, inevitablemente, convergen lo familiar y lo siniestro, lo público con lo privado, la realidad y la ficción y las historias personales de esos actores y actrices que se entrecruzan con los personajes de esa familia pirandelliana que busca un autor que cuente su drama”, adelantan.

“Este espectáculo, como todo lo que hacemos, está encarado desde una mirada propia, desde un modo de entender el teatro donde, como siempre, nosotros somos fieles a nuestra poética. Lo que planteamos es que la base del teatro está en el actor, y en el drama pirandelliano, esa base está en el texto y, más aún, en los personajes donde, se supone, radica la «verdad suprema». Frente a eso, nosotros sostenemos que esa verdad está en el actor, que es quien va generando lo que pasa minuto a minuto, apelando a lo espontáneo y a un presente constante”.

En relación con el proceso que en estos años los llevó a descubrir y transitar una poética propia, la directora expresó: “Trabajamos desde el actor y desde lo físico, siempre al extremo: el actor frente a sus propias estrategias para construir la escena; ésa es la gran apuesta del grupo y lo que ha mantenido vigente nuestro trabajo, porque el desafío lo lleva siempre el actor para crear una dramaturgia propia, muy minuciosa y frágil en su espontaneidad, permanentemente atento al aquí y ahora y, sobre todo, a lo que le pasa al otro con ese material. El desafío está en poder seguir acompañando el hilo de esa dramaturgia que se va creando en escena”.

Y completó: “Esta propuesta, como en todos nuestros espectáculos, pasa por distintos estados del actor, que por momentos pueden ser vistos como una comedia y en otros revelados como un drama e incluso como una tragedia, más allá de que nosotros jamás trabajamos los géneros puros. Y son esos mismos estados o géneros de la actuación los que definen un modo de conceptualizar el trabajo del actor y, al mismo tiempo, ponen en contexto los discursos de esos actores. Por eso es que siempre se vuelve un desafío sacar la obra de nuestro entorno porque hay que volver a ponerla en contexto, para que, cuando entre en conexión con el espectador, tenga la vida que tiene en Tucumán pero con una lógica local donde, claramente, por estar en otra ciudad, los intereses de esos espectadores son claramente otros”.

Más acerca de “6 (seis)”

Finalmente, la creadora reflexionó acerca de la obra: “6 (seis) es un homenaje a las actrices y los actores, a estos seres que le ponen su carne viva, sus frágiles corazones, su inteligencia potente y múltiple, su dedicación sin interés y sin medida, su pasión sin límites a esta maravillosa profesión que es el teatro”. Y completó: “Es una obra abierta, lúdica, que manifiesta la realidad precaria del teatro independiente y su frágil pero insistente existencia. Todo el material escénico fue elaborado durante el proceso de ensayos, lo que  implicó entrenamiento constante de dinámicas físicas de entrega y riesgo con nosotros mismos, con los compañeros y con el espectador”.

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