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Vida y Plenitud

Cómo controlar los celos

Sentir celos es parte de nuestra naturaleza como seres humanos. Para los especialistas, esta emoción no provoca tanto malestar cuando es en pequeñas dosis ocasionales. Los celos excesivos pueden herir y causar mucho dolor.


Para saber cómo controlar los celos, primero tenemos que conocer en detalle de qué se trata esta energía tan negativa que muchas veces llega a dominar la conducta de quien la siente. Los celos son una respuesta emocional como resultado de un complejo proceso psicológico. Surgen por percibir una amenaza, basada en la falsa creencia de poder perder algo o alguien que el celoso cree que le pertenece.

Es una de las emociones más dañinas. El que cela y el celado sufren mucho las consecuencias de esta emoción.

Los celos son un modo patológico de relacionarse y, por suerte, muchos no los sufren. Algunos logran superarlos y otros no. Depende mucho del esfuerzo que esa persona esté dispuesta a hacer para superar un problema que es suyo. Aceptar este hecho y disponerse a hacer cambios es fundamental para avanzar. Pero hay quienes prefieren proyectar su frustración y esperar que el otro, a fuerza de renuncias, calme una angustia que le es propia.

¿Cuándo los celos pasan a ser un problema?

Sentir celos es parte de nuestra naturaleza como seres humanos. Para los especialistas, esta emoción no provoca tanto malestar cuando es en pequeñas dosis ocasionales, el problema surge cuando los celos son muy frecuentes, cuando son intensos, cuando no tienen una base justificada y cuando influyen descontroladamente en la conducta de la persona. Los celos excesivos pueden herir y causar mucho dolor.

¿Por qué somos celosos?

Los celos aparecen por varios motivos. Surgen porque la persona tiene una muy baja autoestima, una falta de confianza e inseguridad muy grandes. No es un problema externo sino interno; el celoso cree que un tercero, real o imaginario, es mejor que él. Cree que si controla se alivia. Ese tercero representa una amenaza, entonces la persona activa la imaginación inmediatamente con argumentos de todo tipo.

Detrás de una persona difícil, hay una vida difícil

Los celos tienen que ver con la historia de vida de cada persona. Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos entre sus padres o primeros cuidadores, tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres o cuidadores primarios se sentían seguros el uno del otro. Podría haber vivenciado situaciones de abandono, entonces desarrolla el miedo a perder. Son muchas cuestiones las que pueden generar en una persona celos patológicos, por eso siempre es adecuado recibir la ayuda de un profesional.

Celar no es amar

Hay que tener bien en claro que los celos no son buenos. Quien cela cree poseer. Amar es cuidar. Cuando el celado da explicaciones no es bueno, porque da motivos al celoso para sacar conclusiones y aprueba esa actitud de intromisión a la vida privada.

En nuestra cultura creemos que celar es querer, en realidad cuando esa conducta se reitera es una señal de celos patológicos. Hay que saber detectar esa actitud a tiempo.

La pareja que apuesta por un amor sano, tiene que construir su afecto y su vínculo en función de la decisión de que uno decide estar con el otro. Sobre esta afirmación de elegir estar juntos se tiene que basar la relación.

¿Cuál es la fresa que bloquea los celos?

Los celos no tienen que ver con el amor sino con la posesión. El amor maduro no ata, sino que deja libre al otro de ser quien es. Si estás relacionándote con una persona celosa, una buena frase que podés decirle para aliviar su angustia es la siguiente: “Yo podría elegir estar con cualquier otra persona pero hoy decido estar con vos”. Esta es la frase que bloquea los celos.

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