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polémica ricotera

Click legal: las canciones de Los Redondos ya están en la “multinacional” Spotify

Tras diversas negociaciones, este viernes sus seguidores podrán escucharlos por streaming de manera oficial.


Desde este viernes y a pesar de la reticencia del Indio Solari, las canciones de los Redonditos de Ricota están disponibles en los servicios digitales de todo el mundo.

La empresa pionera y líder mundial en distribución digital de música independiente The Orchard fue la encargada de subir los once álbumes editados por Patricio Rey.

Sus seguidores podrán acceder a través de servicios de streaming y/o descarga online como Apple Music, Claro Música, Deezer, Google Play, iTunes, Napster, Spotify y Tidal, entre otros. De esta manera, previo pago, los fans pueden descargar los álbumes “Gulp!” (1985), “Oktubre” (1986), “Un baión para el ojo idiota” (1988), “Bang Bang, estás liquidado” (1989), “La mosca y la sopa” (1991), el doble “Lobo suelto/Cordero atado” (1993), “Luzbelito” (1996), “Último bondi a Finisterre” (1998) y “Momo Sampler” (2000). Además de “En directo” (1992), el disco en vivo que resume fragmentos de los conciertos que dio la banda en el Teatro de Verano de Uruguay el 8 de diciembre de 1989 y en el Estadio Obras el 29 de diciembre de 1991, y considerado como el álbum pirata oficial.

Hace un año la banda había retirado su material de las redes, alegando piratería, ya que las subidas no eran, al parecer, oficiales. “Hoy no están disponibles por cuestiones ajenas a nosotros. Lo lamentamos mucho y esperamos pronto tenerlos de nuevo”, se excusaron en su momento desde la cuenta de Twitter oficial de la popular plataforma Spotify.

Tras diversas negociaciones, este viernes sus seguidores podrán escucharlos por streaming de manera oficial.

Según trascendió, el Indio Solari estalló de bronca al enterarse de la decisión de Skay y la Negra Poly, ex guitarrista y ex mánager de la banda, respectivamente, de colgar en internet la discografía ricotera. En esa ocasión arremetió: “No tengo ningún interés en que mis canciones queden, luego de tantos años de protegerlas, en manos de una multinacional”. “Estoy tratando de averiguar cómo sucedió y quiénes dieron autorización para dar ese paso que atraviesa mis derechos. Cosa que parece estar poniéndose de moda a mi alrededor últimamente”, agregó, en lo que parece ser un nuevo eslabón de su cadena de enfrentamientos por cuestiones económicas con Skay y su esposa.

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