La jueza de Primera Instancia de Distrito de Menores Nº 4, Dolores Aguirre Guarrochena, archivó ayer la causa por un supuesto abuso sexual en la escuela Nº 1318, ubicada en Barra y Saavedra, que tuvo lugar en junio de este año. Además, ordenó a Facebook que se eliminen las publicaciones referidas al caso, ya que la madre del alumno presuntamente acosado había difundido fotos de quienes sindicaba como responsables.
El caso trascendió en junio de este año, cuando Mabel A., madre de un nene de 7 años que estaba en primer grado del colegio ubicado en barrio La Lagunita, en la zona oeste de la ciudad, denunció que su hijo fue víctima de un abuso sexual consumado por un grupo de alumnos adolescentes de 7º grado en el baño de la institución.
La gravedad de los cargos y lo delicado del asunto generaron la intervención inmediata del Ministerio de Educación de la provincia, que cambió al nene de escuela y suspendió las clases por tres días en esa institución. Además, y para descomprimir la situación, se desplazó al director y tres vicedirectores.
El caso también generó un conflictivo escenario que involucró a padres, docentes y vecinos del barrio. Mabel A. fue incriminada por los papás de los chicos acusados de escrachar a sus hijos pintando los nombres en la vereda del colegio y por la red social Facebook. Eso, entre otras cosas, contribuyó a que se viviera una tensa situación.
Durante varios días, también hubo movilizaciones a la puerta de la institución, que tuvo que ser custodiada por patrulleros policiales.
Lo cierto es que a poco más de dos meses de trascendido el caso, Guarrochena decidió archivar la causa. Y lo hizo con algunos conceptos muy particulares.
La jueza señaló que después de la mediatización del supuesto abuso, Mabel A. dejó de prestar colaboración en la causa. A su vez, tampoco respondió a las convocatorias de la Justicia.
Aguirre Guarrochena también destacó un informe realizado por el Consultorio Médico Forense donde se apunta que no se hallaron lesiones compatibles con un abuso. En esa línea, mencionó que hay una “notable escasez probatoria” y aseguró que “no existen elementos serios y verosímiles”.
Luego de las declaraciones testimoniales y otras medidas, la magistrada concluyó que pudo existir “la probabilidad de que hayan podido compartir el baño” el chico de 7 años con los alumnos de séptimo grado apuntados, pero “aparece más bien como remota”.
Tras eso, la titular del Juzgado de Primera Instancia de Distrito de Menores Nº 4 se refirió al accionar de los medios, el Estado y el uso, control y lugar que han pasado a ocupar las nuevas tecnologías.
La jueza hizo un “serio llamado de atención a los responsables de los medios de comunicación, de las redes sociales y a los operadores y funcionarios de todos los organismos del Estado por no haber sabido proteger cabalmente las infancias de los niños acusados contra los embates del mundo de los adultos, olvidando que, precisamente, los adultos somos los responsables de cuidar al cachorro humano”.
“Muchas veces la primicia impide dimensionar el daño –quizás irreversible– que se provoca en aquellas subjetividades –recién iniciadas– y en la imagen y el buen nombre al que tienen derecho”, concluyó Guarrochena. Claro está, las palabras de la jueza en este tramo hacen eje en alguna cobertura periodística que pudo haber tenido el caso, aunque sin entregar mayores especificaciones.
En la resolución también se le ordena a Facebook la inmediata eliminación de las notas y publicaciones referidas al tema bajo apercibimiento de ley. Allí se refiere a los posteos que la madre del menor subió mencionados anteriormente.
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