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Reflexiones

China dice que no será buchona de los buitres

Paul Singer no se cansa de interponer pedidos en la Justicia para forzar un acuerdo a su medida con la Argentina.


China le dio una buena noticia la Argentina: el viernes pasado, desde el gobierno de Xi Jinping le garantizaron al país que no le entregarán al juez Thomas Griesa ningún dato que tenga que ver con los acuerdos firmados con la Argentina para desarrollar los proyectos de las represas Néstor Kirchner-Jorge Cepernic, las reformas en el ferrocarril Belgrano Cargas y el acuerdo financiero por el “swap”. En total, se trata de unos 11.000 millones de yenes que el fondo buitre Elliott puso en la mira para eventuales embargos.

El miércoles, el fondo propiedad de Paul Singer se presentó ante el la Justicia de Nueva York para reclamar que se habilite la cláusula “Discovery”, para identificar las cuentas y los vínculos de la Argentina con el Bank of China y que, eventualmente, se avance en embargos sobre esos activos financieros.

Boca cerrada

El viernes, el banco le aseguró a la Argentina que no sólo no está dispuesto a enviar esos datos a la Justicia norteamericana, sino que además, aunque quisiera, el acuerdo con la Argentina y el tránsito del dinero en ningún momento involucra a la sede del Bank of China de Wall Street, con lo que los fondos están a salvo. Además, el gobierno de Xi Jinping le aseguró al de Cristina de Kirchner que el criterio con que el país oriental se manejará en el “juicio del siglo” es de “apoyo absoluto” a la posición de la Argentina y de rechazo a cualquier pedido de un juez si este requiere los datos propios de acuerdos firmados como estado soberano con otros Estados; como los cerrados con la Argentina. Siguiendo esta lógica, la situación sería diferente con los acuerdos que el país haya firmado con privados.

La cláusula Discovery había sido habilitada por un pedido de los fondos buitre a la Corte Suprema de los Estados Unidos en el mismo momento en que rechazó la apelación de la Argentina sobre el fallo del “juicio del siglo”; y la del fondo buitre Elliot contra el Bank of China fue la tercera presentación para que la Justicia norteamericana habilite la identificación de cuentas de la Argentina o vinculadas al país, para avanzar luego en eventuales embargos.

No hay dos sin tres

La primera presentación del fondo buitre fue ante la Justicia de San Francisco para que se embarguen fondos de la petrolera norteamericana Chevron, causa que cayó en el juez de Oackland, Jeffrey Steven White. Éste habilitó la causa y está por tomar una decisión sobre si aplica o no la Discovery sobre la compañía, bajo el argumento de que es socia de YPF en el proyecto neuquino de Vaca Muerta. Desde Buenos Aires, se rechaza de plano cualquier alternativa sobre que esta presentación pueda prosperar, ya que se trata, según la visión argentina, de un vínculo entre dos sociedades anónimas. El juez deberá resolver esta cuestión y luego si existe la alternativa de embargar fondos pertenecientes a Chevron por ser simplemente socio de YPF.

La segunda presentación de Elliott fue en los tribunales de Nevada, donde el fondo buitre busca aplicar la Discovery sobre el empresario Cristóbal López. La causa cayó en el despacho del juez de Las Vegas Cam Ferembach, que habilitó ya la investigación sobre 253 sociedades que están o estuvieron vinculadas con López. El magistrado debe resolver primero si, según su criterio, por esas cuentas circuló dinero de la Argentina, y si es embargable.

La tercera presentación es la del miércoles pasado sobre el Bank of China. El problema de esta causa no es tanto el argumento del reclamo (es bastante ilógico como intención judicial el potencial embargo de cuentas del banco sólo por ser aportante de divisas al país), sino que cayó en el segundo distrito sur de Manhattan, precisamente donde reina en este caso el juez Thomas Griesa. Si bien se trata de una causa que no necesariamente está vinculada con el fallo definitivo que le dio la razón a los fondos buitre y que obliga a la Argentina a pagar 1.660 millones de dólares, Griesa puede requerir su tratamiento, ya que se trata de una situación vinculada con el “juicio del siglo”.

Bancos “embargables”

De ser así, el juez tendría dos fuentes de potenciales embargos, ya que a las cuentas del Bank of China se le suman los 539 millones de dólares que aún permanecen en las cuentas del Bank of New York Mellon (Bony), que no pagó los vencimientos del 30 de julio del Discount.

El fondo buitre apuntaba a todos los acuerdos que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner firmó con China el 18 de julio pasado durante la visita del presidente Xi Jinping, y que trepan a más de 11.000 millones de dólares entre los fondos que el Estado oriental tendría que aportar para construir las represas Kirchner-Cepernic y la reformulación del Belgrano Cargas, más el swap automático por unos 6.000 millones de dólares. En teoría, China debería girar ese dinero para que se inicien las obras, y es poco probable que esos dólares provengan de las cuentas del Bank of China, sede Wall Street, con lo que sería muy difícil que por este lado Elliott y Griesa encuentren algo para embargar. Lo que buscan en realidad los abogados del fondo buitre es complicar más al país para presionarlo a firmar el acuerdo según el fallo de Griesa.

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