Central está a dos partidos de igualar su peor marca de cotejos sin triunfos en el torneo local de los últimos tiempos. Con 13 encuentros sin éxitos, los auriazules necesitan una victoria en alguno de los próximos dos juegos para no alcanzar la marca de 2004, cuando estuvieron 15 cotejos sin poder ganar.
Esta situación, que ahora tratará de evitar el técnico interino Leonardo Fernández, parece más compleja todavía por el presente futbolístico de los rivales que se vienen para el Canalla. El primero de ellos será Talleres, tercero de la tabla, que lo recibirá en Córdoba, donde a Central siempre le costó ganar. El segundo será el implacable Boca, líder del torneo que lo visitará el domingo que viene en Arroyito.
El 21 de mayo pasado, por la fecha 25 del torneo anterior, los auriazules derrotaron a Racing en el Gigante por 4 a 1. Desde esa ocasión, el Canalla no volvió a ganar por el torneo local. No lo consiguió en los 5 cotejos que restaban jugarse del campeonato pasado, ni en los 8 que se disputaron por la actual Superliga. En esos 13 compromisos, los de Arroyito consiguieron 8 empates y padecieron 5 derrotas. Así, sobre 39 puntos en juego apenas sumaron 8, lo que representa un pobre 20,5 por ciento de eficiencia.
Hay que remontarse 13 años atrás para encontrar una racha tan negativa de Central participando en el torneo local. La última vez fue en 2004 cuando sumó 15 partidos consecutivos sin ganar en el campeonato doméstico, con 4 entrenadores diferentes: 7 con Miguel Ángel Russo, 3 con Hugo Galloni, 2 con Víctor Púa y 3 con Don Ángel Zof. Esa serie comenzó después de que Central le ganó a Estudiantes como visitante, el 10 de abril de 2004. Fue 3 a 1 por la 9ª fecha del Clausura de ese año, con Russo como entrenador. Y se prolongó hasta el 19 de septiembre de 2004, cuando el Canalla venció a San Lorenzo en Arroyito por 1 a 0, con Ángel Zof como DT. En ese lapso los de Arroyito cosecharon 7 empates y 8 derrotas.
Además de la racha adversa general en el torneo local, Central suma 7 encuentros sin ganar en condición de visitante. Esta serie negativa comenzó después del éxito en el último Clásico, el 14 de mayo de este año, por 3 a 1 en el Coloso. Desde entonces, jugando en rodeo ajeno, los auriazules rescataron 5 empates y sufrieron 2 derrotas, sumando sólo 5 puntos sobre 21 posibles (23,8 por ciento de eficacia). El dato positivo: que el Canalla viene marcando goles en los últimos 6 cotejos disputados fuera de casa.
En este contexto, Leo Fernández asumió su interinato de cuatro partidos hasta fin de año. Y lo hizo para ordenar un equipo que venía maquillando su presente futbolístico con la expectativa que generaba la participación en las instancias decisivas de Copa Argentina. Ahora, eliminado de esa competencia, Central está más obligado aún a recuperar terreno en el torneo local. Esto, más allá de las dificultades que representan los rivales que se vienen.
Talleres, el primer escollo
El primer escollo de Central en la búsqueda de quebrar la racha de partidos sin victorias será el incómodo Talleres, en condición de visitante. Y si bien hace 14 años que los auriazules no juegan en la Docta ante la T, el historial marca un alto favoritismo para los cordobeses.
El Canalla visitó 21 veces al Tallarín, y sólo consiguió 2 triunfos. En el resto de los enfrentamientos, hubo 11 victorias de Talleres y 8 empates.
El último éxito de los de Arroyito visitando a Talleres se dio el 25 de abril del 99 cuando el equipo que por entonces dirigía Edgardo Bauza se impuso por 3 a 1 al de Ricardo Gareca. Desde esa oportunidad, jugaron en 5 ocasiones, con 2 empates y 3 victorias de Talleres.
El otro triunfo de Central visitando a la T fue en la temporada 1986/87, torneo en el que se coronó campeón. Fue 2 a 1 para el equipo que en aquellos tiempos dirigía Don Ángel Zof.
Además de la historia, el presente también tiene números favorables a Talleres, especialmente cuando juega de local. En esta Superliga, los cordobeses disputaron 4 partidos en casa. De ellos, ganaron 3 (Lanús, Patronato y River) y empataron sólo 1 (Vélez). En esos encuentros, anotó 10 goles, y recibió 2.
