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En el Gigante

Central goleó a Racing, estiró su racha positiva y se ilusiona con ingresar a una Copa


“En los bolsillos todavía no tengo nada”. Es una de las frases que utiliza Paolo Montero cada vez que es consultado por el buen presente de su equipo. Y ese mensaje fue puesto en práctica a la perfección por sus jugadores. Es que Central estuvo lejos de relajarse tras la gran victoria ante Newell’s y se quedó con un triunfazo ante Racing, un rival de jerarquía que casi no lo inquietó.

El Canalla no tuvo puntos bajos, aplastó a su rival, ratificó su lugar en la Sudamericana y hasta se permite soñar con algo más si sigue así. El Gigante fue una fiesta de principio a fin y con el triunfo la algarabía se metió de lleno en la noche.

Un equipo práctico, que sabe a qué juega y que tiene como principal atributo el hecho de adaptarse a las circunstancias del juego. Central juega bien.

Pero el Canalla no solamente es eso: es un equipo que no perdona. Que aprendió a jugar sin la pelota y que le hace frente a rivales que estaban para otra cosa cuando se reinició el torneo.

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El rival, por peso propio, le sacó la pelota en varios pasajes del primer tiempo. Pero se replegó con criterio y se hizo un equipo corto que aprovechó los espacios que dejó el contrario y desnudó sus falencias. Así llegó la trepada del voluntarioso Menosse y la definición certera de Teo.

Tras el descanso, la intención de los de Cocca fue la misma. Pero Central creció en su juego. Especialmente a través de Camacho y Colman, quienes hicieron un partidazo junto con el colombiano. Así y todo, Burgos le cometió un penalazo a Lisandro López, que este cambió por gol. Pero fue el mismo defensor, justo cuando lo habían comenzado a silbar, quien volvió a poner al Canalla arriba en el marcador. De ahí en más fue todo de Central. El equipo de Montero aplastó: primero con el cabezazo de Camacho. Y coronó la noche el gol del pibe Lovera.

Pero en el medio le dio buen trato a la pelota. Martínez jugó su mejor partido con la camiseta auriazul. Los volantes iban y venían, pero la pelota era la que más corría. El rival intentó levantarse nuevamente, pero la superioridad en cuanto a juego y resultado era tan marcada que el destino estaba escrito.

Central se recibió de un equipo serio. Un equipo que no se permitió relajarse tras el triunfo en el Clásico. De los cuatro partidos bravos que le venían en fila ganó dos y ahora irá al Monumental para seguir con el objetivo de terminar bien arriba en un torneo que comenzó a jugarlo desde el reinicio con la llegada del cuerpo técnico de Montero, que a esta altura fue un acierto.

Fiesta en el Gigante

Antes, durante y después del partido con Racing el hincha de Central disfrutó de una verdadera fiesta en el Gigante de Arroyito.

En la previa del duelo contra la otra Academia la victoria canalla en el Clásico, en el Coloso Marcelo Bielsa, no pasó desapercibida. Fuegos artificiales, todo tipo de cánticos, banderas con alusión al triunfo fueron el escenario ideal para los hinchas canallas que disfrutaron de una gran jornada. Cuando el partido se estaba disputando comenzaron a caer muñecos con camiseta de Newell’s debido a la diferencia de clásicos ganados que tiene Central con la Lepra. Incluso el árbitro Ariel Penel debió interrumpir el juego en el primer tiempo debido a una bandera.

La frutilla del postre de la noche fue la gran victoria ante Racing, tercera en los últimos 30 años, tras haber ganado el Clásico de la ciudad.

La reserva logró un empate en el Gigante

La reserva de Central empató con su similar de Racing, y extendió así su racha positiva de siete encuentros sin conocer la derrota. Los goles del equipo que dirige Leonardo Fernández fueron obra de Félix Banega, en la primera parte; y de Joaquín Pereyra, en la segunda.

En el primer tiempo, Central fue superior. Aunque no dominó las acciones, controló a Racing, que nunca inquietó. El Canalla intentó por las bandas, y con pelotazos largos para los puntas. Y de esa forma generó situaciones.

A los 24 fue el primer aviso de los de Arroyito, cuando el lateral Nahuel Gómez estrelló en el palo un zapatazo desde afuera del área. Y cinco minutos más tarde, llegó el gol. Tras una asistencia de Agustín Maziero dentro el área, fue Félix Banega el que no perdonó.

En el arranque del complemento, volvió a golpear Central. Fue por intermedio de Joaquín Pereyra, quien ejecutó con violencia y precisión un tiro libre a 35 metros de distancia del arco rival.

Pero Racing reaccionó y se recuperó a tiempo. El de Avellaneda descontó a los 9 minutos por intermedio de Brian Álvarez, que pescó una pelota dentro del área y definió con un remate cruzado y rasante. El mismo Fernández, con un disparo de larga distancia, estableció el empate a 15 del final.

En el cierre del encuentro, fie la visita quien insinuó un poco más. Pero ambos se terminaron confirmando con el empate, que a los de Arroyito les permite llegar a los 38 puntos en 24 presentaciones.

Los auriazules formaron con: Juan Pablo Romero; Nahuel Gómez, Fernando Alarcón, Nicolás Giménez, y Facundo Rizzi (ST 25m Tomás Zanotti); Matías Mansilla; Félix Banega, Emmanuel Ojeda y Joaquín Pereyra (ST 21m Matías Palavecino); Agustín Maziero (33m Joel López Pisano) y Rodrigo Migone.

Los que quedaron en el banco sin chance de ingresar fueron: Agustín Alastra, Milton Gómez, Andrés Lioi, y Oscar Retamal.

En el once inicial de Racing estuvieron: Gastón Gómez; Cristian Marcial, Héctor Villalba, Rodrigo Schloyol, y Leandro Grimi; Kevin Gutiérrez, Juan Areco, Germán Díaz y Brian Álvarez; Federico Vietto y Brian Guille. El árbitro del encuentro fue Franco Acita, quien amonestó a Alarcón y Mansilla.

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