En una semana y en el mismo estadio, Central y Huracán definirán el campeón de la Copa Argentina. El Canalla sufrió en el arranque, pero lo pasó por arriba en el complemento y ahora espera por el Globo de Parque Patricios. Abreu, Niell, Donatti, Correa y Encina, hicieron los goles. Pero el uruguayo jugó un rato y se fue por una lesión muscular.
Capitalizar lo poco que uno crea es una virtud. Central en el primer tiempo fue superado en juego y posesión de pelota por Argentinos. Eso quedó claro, pero en un córner, los defensores del Bicho chocaron entre ellos y Abreu con pecho y derechazo puso el uno a cero. Inesperado por el trámite, pero eso es solo un detalle.
A Central le costó encontrarle la vuelta al partido, Musto haciendo marca personal sobre Riquelme lo contuvo bien, pero Barrientos corriendo detrás de la pelota era más lo que perdía que lo que ganaba, los volantes de Argentinos manejaron la pelota con solidez. Aunque sin profundidad, y eso dejó tranquilo al Canalla. Apenas un tiro libre de Riquelme que sacó Caranta, y en el córner Sabbia solito la tiró por arriba, fueron las llegadas de Argentinos.
El segundo tiempo fue diferente, Central salió más decidido y en un par de minutos generó más que en el primer tiempo. A tal punto que a los 7, Valencia le cortó una pelota a Niell, mientras Ojeda miraba, de manera insólita, parado en la línea y el chiquito lo fusiló. Dos a cero, ya lucía como una diferencia indescontable para el Bicho. Cuando Donatti clavó el tercero antes de los veinte, la cosa estaba juzgada. Correa y el Sapito Encina marcaron los restantes para su felicidad. Y Central se fue derechito a la final. Ganar un título y además clasificar para la Libertadores es un sueño cada vez más real.
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