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Newell’s 0-Central 1

Central es el amo: ganó el cuarto clásico consecutivo

Con gol de Marco Ruben el Canalla se impuso en el Coloso a la Lepra. Fue un justo ganador, en un estadio repleto.


sintesis-clasicoEn determinados partidos las decisiones de los técnicos pueden ser decisivas en el desarrollo del mismo. Ayer lo fue. Cuando se encara un juego con miedo a perder, la lógica impone que se pierde. Algo de eso sufrió Lucas Bernardi. Guardó celosamente el equipo, y nadie logró descubrirlo. Pero su carta sorpresa fue poner al pibe Escobar por Víctor López. Ubicarlo a Diego Mateo de último hombre y salir a hacer hombre con línea de tres. Un horror táctico que debió ser resuelto con mayor facilidad por Central, que tuvo las chances en el arranque pero las dilapidó.

Eduardo Coudet le dio una lección de practicidad, Central fue genuino a su idea de juego. Desde el lunes todos conocían a los titulares, y el técnico jamás dudó. De no mediar el error de Néstor Pitana al no sancionar con penal una locura de Milton Casco a los 22 del primer tiempo, pudo haberse puesto en ventaja en su mejor momento. A la cita faltaron en la dimensión conocida los pibes Jonás Aguirre y Cervi, quien mejoró en el complemento.

Central dominó por la seguridad de Donatti y Pinola en el fondo, el dominio del juego de la dupla Musto-Nery Domínguez. El talento de Delgado, y la pelea de Marco Ruben. Razones, más que suficiente para resultar claro ganador.

Mientras Ustari andaba a los revolcones mixturando chambonadas con grandes atajadas. Caranta miraba el partido desde su casa. Apenas Scocco lo perturbó con un tiro libre y un corner olímpico.

La amarilla de Mateo fue la excusa para que Bernardi ordenara el equipo y disimulara su error inicial. El complemento se hizo equilibrado, pero la tendencia seguía en la misma dirección

Quedó la sensación que Central consiguió el gol, gran pase de Nery para que Ruben acomode la pelota en la red ante el insólito retroceso del arquero, cuando Newell’s lucía un poco más decidido. Compromiso que asumió Bernardello desde la actitud, acompañado por la laboriosidad de Scocco para bajar a buscar la pelota. Lejos en cuanto actitud de Maxi Rodríguez, es fácil jugar esperando que le llegue la pelota. Más para un futbolista de su categoría, y casi tiene la fortuna de empatar sobre el final por una torpeza de Caranta. Algo que hubiera sido por demás de injusto, por el partido y por Maxi. Ganó Central, por ser Central. Perdió Newell’s, por que no se sabe que quiso ser.

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